Mis cinco favoritos para ganar la Champions League: los de siempre y un renacido

Vuelve la mejor competición de todas, y con ella lo mejor (aunque a veces sea lo peor) de este deporte: los pronósticos. No hay nada a lo que uno se agarre con más fuerza que a los pronósticos como forma de crearse una realidad antes de que se de. La Champions arranca tan temprano y termina tan tarde que da tiempo a revisarlos y reciclarlos, incluso a negar lo dicho, pero a estas alturas de la temporada, con equipos a medio gas y otros volando, hacer la lista se complica.

Con todo, en ella están los que mejores jugadores tienen. Como el fútbol es simple, el talento manda. Siempre habrá espacio para las sorpresas (Borussia Dortmund, Inter de Milan), pero la lógica, que en el fútbol a veces no es nada, dicta otra cosa, y quienes más jugadores de nivel acumulan son los candidatos, a septiembre de 2024, a ser los principales candidatos a ganar la orejona, aunque dentro de esta lista haya diferencias notorias entre cada proyecto.

El vigente campeón siempre merece todo el reconocimiento, y más si es el Real Madrid, ganador en 2022 y semifinalista en 2021 y 2023. Los de Carlo Ancelotti aspiran a todo tras haber añadido a un equipo ya ganador a Kylian Mbappé, con un Arda Güler más maduro y Endrick, poryecto de delantero espectacular. Pero a todo ello, han perdido a uno de los futbolistas que más y mejor ha entendido esta competición: Toni Kroos. El alemán fue la pieza clave para superar el mal inicio en el Allianz Arena la pasada temporada, como en tantas otras grandes noches, y su baja deberá ser ponderada cuando lleguen los partidos importantes.

De momento, el Real Madrid está lejos de la versión a la que aspira, en fondo y forma, y solo algunas individualidaes le están sacando de un juego pastoso y previsible. El hándicap es una plantilla corta, sobre todo en defensa, y el hecho de reconstruir la identidad añadiendo a su engranaje a un jugador del calibre de Mbappé. Pero el Real Madrid será mejor equipo, y en febrero jugará mucho mejor que ahora, por lo que su candidatura sigue intacta.

Al mismo nivel está el Manchester City de Pep Guardiola. Campeones en 2023, finalistas en 2021 y semifinalistas en 2022 y 2024, los ingleses están ante el que vaya a ser, con casi total seguridad, la última temporada de Pep en Manchester. El City ha arrancado el curso como una moto, y eso que Rodrigo Hernández, el futbolista capital del City, apenas ha sumado una titularidad en cuatro encuentros: 11 goles a favor, tres en contra y con un Erling Haaland desatado (9 goles).

Para el City el reto será el de mantener el hambre intacto, competir en una Premier League cada vez más dura y empezar a sostener el posible bajón de una leyenda como De Bruyne, al que Guardiola está empezando a dar otro rol para cuidarlo más. Sin demasiadas inversiones, la plantilla es prácticamente la misma y con el retorno de Gündogan los ingleses añaden experiencia y conocimiento para la causa. Si Haaland marca el rumbo con los goles, Rodri lo hace desde el juego. Entre ambos, y con Foden, De Bruyne y compañía, el City está en lo más alto antes de que inicie la competición.

Sí, Kylian Mbappé se ha marchado, pero el PSG de Luis Enrique pinta a un hueso muy duro de roer. Los parisinos se han reforzado de maravilla con Joao Neves y Desiré Doué, dos perlas llamadas a ser jugadores de primerísimo nivel en no mucho tiempo, y cuentan con uno de los proyectos más estimulantes de Europa, con mucho talento joven que ya ha tenido grandes noches: Nuno Mendes, Barcola o Vitinha. Sin Mbappé, el equipo podrá ser más adaptable a la libreta de Luis Enrique, y aunque pierdan muchos goles y determinación, probablemente el PSG vaya a ser más compacto y resiliente.

Está por ver quién llenará la baja de Mbappé en la faceta goleadora. La pasada campaña, tanto Gonçalo Ramos como Kolo Muani estuvieron muy por debajo de lo esperado, y la Champions demanda futbolistas con timing para aparecer en los momentos calientes, y esto es lo que tendrá que resolver el PSG. Plantilla joven y, en muchos casos, con el asterisco de demostrar su nivel en Champions League, pero con un talento y personalidad arrolladores.

Tras años tratando de encontrar su voz, y sobre todo después de una temporada sin Bundesliga, el Bayern ha decidido renovar su proyecto. Desde Ancelotti en 2017 que el Bayern no tenía a un entrenador extranjero (Kovac, Heynckes, Flick, Nagelsmann y Tuchel) hasta la llegada del novato Vincent Kompany, que como currículum tiene el haber entrenado a Anderlecht y Burnley y la misma edad que Manuel Neuer. El belga, eso sí, cuenta con la experiencia de quien ha sido entrenado por Guardiola, siendo uno de sus alumnos aventajados, y un gran fútbol en Championship con el equipo inglés. El reto, claro está, será el de trasladar la prueba en realidad.

No solo está renovado en el banquillo, sino que Kompany aspira a darle el equipo a Musiala y Olise, el fichaje de relumbrón. Ambos tienen química y un talento brutal para combinar y acelerar las jugadas, además de poder hacer muchas cifras. Con Pavlovic ya consolidado en el centro del campo, se trata de recuperar las mejores versiones de jugadores como Kimmich, Davies o Upamecano y poder acercar a Harry Kane a su primer título. El Bayern buscará mantener su sello mejorando defensivamente, algo que por lo pronto ha hecho en Bundesliga, y teniendo un punto más de valentía que con Tuchel. ¿El debut soñado para Kompany?

No hay equipo en Europa que haya arrancado al nivel del FC Barcelona. Y aunque comenzar bien no sea sinónimo de acabar bien, sí da una pista acerca de qué poder esperar de este equipo en Champions, por muchas incógnitas que haya alrededor. El Barça tiene el hándicap de su pasado reciente (y no tan reciente) en una competición que usa tu pasado como escudo o como fantasma, y Flick deberá trabajar para que la impotencia en Europa quede en el olvido, que la confianza que reviste al proyecto en estas primeras jornadas se traslade allí donde solo ha habido miedo.

¿Cuántas plantillas tienen más talento que este Barça? No muchas. La explosión de Lamine Yamal (en 2024 suma más goles y asistencias que Vinícius) confiere otro status al equipo, y si a eso le sumas la llegada de Olmo, el subidón de Raphinha, el arranque de Pedri o la jerarquía de Koundé te queda una plantilla hambrienta, talentosa y con el estómago vacío. Faltan por sumar al carro a jugadores como Gavi, De Jong o Araújo, sedientos de grandes noches en Champions, a los que si Flick logra sacar su máximo dan un salto enorme a la plantilla. El Barça es una hoja en blanco y quien traza las líneas alguien que ya sabe lo que es ganar. El techo lo marca Lamine.