PSG - REAL SOCIEDAD

A mí me entrenó Luis Enrique: "Iba a ser titular, llegué tarde al entreno, abrí la puerta y me dijo 'quédate fuera'. No fui ni convocado"

Varios jugadores que fueron dirigidos por el asturiano analizan al entrenador en la previa del duelo de Champions ante la Real Sociedad.

Varios jugadores definen en Relevo la figura de Luis Enrique. /AFP
Varios jugadores definen en Relevo la figura de Luis Enrique. AFP
Diego Otero Fontán

Diego Otero Fontán

Luis Enrique (53 años) es una persona especial. Uno de esos entrenadores que nunca deja indiferente a nadie. Su explosiva relación con la prensa, que perdura desde que era jugador profesional, ha provocado que sea un personaje amado y odiado por igual. "Luis Enrique es bastante diferente a lo que vemos ante las cámaras", explica Jonathan Soriano, delantero del Barça B durante la etapa de 'Lucho' en el filial azulgrana. Ese fue el inicio de la carrera de Luis Enrique como entrenador, pasando por Roma, Celta, Barcelona, Selección Española y, ahora, el PSG, con quien se enfrentará a la Real Sociedad en octavos de final de Champions League.

Lo que comparten los futbolistas que pasaron por sus manos en el Barça B es la familiaridad del asturiano hacia los miembros del vestuario. "En el trato cercano es muy agradable y simpático. Sabe gestionar muy bien el grupo", señala Abraham González a Relevo. Otro aspecto primordial es su sinceridad. "Te dice las cosas como son y lo que espera de ti. Siempre va con la verdad por delante", indica Cristian Tello, jugador del Al-Fateh.

Una honestidad que le ha valido para ganarse a muchos futbolistas, como es el caso de Jonathan Soriano. "Jugábamos en el Benito Villamarín, que era el partido más especial del año por el rival, el estadio… Era el no va más. Esa semana me dijo: 'No vas a jugar'. Lo hizo de tal manera que fue de las ocasiones que más me ganó Luis Enrique porque no tenía ninguna obligación de decírmelo. Me ganó porque me confesó que yo sabía lo que era jugar en el estadio del Betis. Fue una situación que manejó y donde me demostró la mano que tenía para ganarme a mí y a mis compañeros".

"Pillaba las bromas y el cabrón se descojonaba de ti si quería"

Rubén Miño

Aparte de la cercanía, el sentido del humor nunca le ha faltado a Luis Enrique, un entrenador incluso con retranca. "Es un cachondo", dice Abraham González. "Le gusta interactuar con los jugadores y es muy hábil mentalmente. Pillaba las bromas y el cabrón se descojonaba de ti si quería. Siempre tenía salidas y cuando alguno contestaba, él fácilmente quedaba por encima", recuerda Rubén Miño, actual portero de la UE Cornellá.

Eso sí, la exigencia es una marca de identidad en su periplo por los banquillos. "Una vez pillé un atasco muy grande y llegué tarde al entrenamiento. Entré cuando se estaba haciendo la charla y ese partido iba a ser titular. Y fue abrir la puerta y me dijo 'Quédate fuera'. Pasé de ser titular a no ir ni convocado. Son cosas de disciplina que no puedes saltarte las normas", confiesa Tello.

Luis Enrique demostró ser capaz de ser firme con futbolistas como Lionel Messi.  AFP
Luis Enrique demostró ser capaz de ser firme con futbolistas como Lionel Messi. AFP

También rememora Rubén Miño una anécdota que despertó el enfado de Luis. "Una semana era casi seguro que se iba a suspender un partido y se daba por hecho. Algún jugador salió de fiesta y se le hizo tarde y al día siguiente se enteró. Ahí, se puso muy serio. Lo daba todo como jugador y como entrenador también. Para ello hay que ser firme y de hecho es fácil ser firme e inflexible con jugadores jóvenes, pero más adelante demostró que si lo tenía que hacer con Totti o Messi lo hacía también. Tenía la empatía para convencer a jugadores de gran jerarquía".

A pesar de ello, cuando las cosas van mal, Luis Enrique es un entrenador comprensivo con el jugador. "Te echaba bronca cuando habías ganado. En cambio, cuando perdías te trataba muy bien y no te decía absolutamente nada. Sabía cuándo hacerlo", confiesa Soriano. "Mimaba mucho más al jugador en los momentos malos. Sabía sacar a los futbolistas de esos momentos", corrobora Abraham.

"Luis Enrique es un cabezota en dar confianza al jugador"

Jonathan Soriano

El preparador asturiano también se ha caracterizado por ser un motivador nato, sobre todo a través de vídeos previos a los partidos. "En momentos importantes, como cuando jugábamos el ascenso a Segunda División, utilizaba muchos vídeos motivacionales. El que siempre recuerdo es un vídeo de un padre con su hijo haciendo triatlón. Te llegaba y te motivaba", descubre Abraham. "Su punto fuerte es hacer creer al equipo y jugadores. Saca el máximo de todos los miembros de la plantilla", espeta Tello sobre su entrenador en el filial blaugrana. Esto provocaba que todo el equipo estuviera enchufado. "Tenía a los jugadores muy metidos, desde el primero hasta el último. Cuando te tocaba jugar estabas preparado porque tenía una puesta a punto al detalle", indica Carles Planas.

Luis Enrique durante su etapa en el Barça.  EFE
Luis Enrique durante su etapa en el Barça. EFE

Por otro lado, Luis Enrique siempre ha mostrado una profunda adaptación a las circunstancias durante su carrera deportiva, hasta el punto de tener fijaciones grandes por aspectos concretos. Rubén Miño comenta que el asturiano pasó de estar "obsesionado" con la preparación física a centrarse exclusivamente en la táctica. A pesar de esos cambios, Soriano explica que el jugador confiaba más en el plan a medida que pasaba la semana. "El lunes se veía cómo le temblaban las piernas de asumir un pase con riesgo y llegabas al jueves con un jugador que llegaba con otra mentalidad. Luis Enrique es cabezota en dar confianza al jugador".

Lo más duro para su plantilla, como indica Carles Planas, eran las pretemporadas que preparaba el asturiano. "Eran posiblemente de las más duras que he tenido en mi carrera. Recuerdo levantarnos a las 7:30 para tomarnos un zumo y, como mucho, te dejaban picar una galleta. Te ibas a correr prácticamente en ayunas durante un buen rato a un campo de golf. Después, la primera sesión de campo, volvías a descansar un poco y tocaba la segunda sesión con carrera por la montaña".

"Llegaba en bici al entrenamiento. Estaba más fino que muchos jugadores"

Abraham González

Unos entrenamientos muy físicos diseñados por un "loco" del deporte. "Nosotros llegamos a las 9:00/9:30 a la Ciudad Deportiva y Luis Enrique llegaba en bici después de una hora y media montado. Se levantaba a las 7 de la mañana para ir en bici. Estaba más fino que muchos jugadores", dice Abraham del que fuera su entrenador. "Muchos días venía a entrenar en bici y el campo estaba bastante lejos de donde vivía", también reconoce Planas.

En su etapa en la primera plantilla del Barcelona la rotación entre los porteros, Ter Stegen y Claudio Bravo, fue una constante. El alemán disputaba Champions y Copa del Rey, mientras que el chileno tenía asignada la competición doméstica. Una manera de interpretar el puesto de portero que había adoptado en su estancia en el filial blaugrana. "A los porteros nos tenía locos. Empezó a rotarnos, dos partidos cada uno, con Oier. El año de Segunda División cambiaba cuando le salía de las narices y puso esa temporada a los tres porteros. Participamos bastante. Alguna vez he oído su razonamiento de por qué lo hacía. Él entendía que no era nadie para privarle a un jugador de no poder disputar ningún partido. No le veía sentido", rubrica Rubén Miño, uno de los guardametas en su primera etapa en los banquillos.

"Durante una pretemporada en Ibiza nos dijo, 'Si ganáis el partido, vamos a tomar algo todos e invito'. Marcamos en el 92' y lo celebramos a lo grande"

Abraham González

Para finalizar, varios futbolistas recuerdan con una sonrisa varios momentos con Luis Enrique y la fiesta de por medio. El primero de ellos fue en Ibiza, durante una pretemporada. "Nos llevó a cenar y nos dijo, 'Si ganáis el partido vamos a tomar algo todos e invito'. Marcamos el gol de la victoria en el 92' y celebramos a lo grande. Nos llevó a tomar algo por Ibiza", revela Abraham. Por su parte, Miño rememora cómo se festejó aquel gol en el descuento: "Lo celebramos como si de una Champions se tratara".

Carles Planas, aún en edad juvenil aquel año, no formó de aquella salida por Ibiza, pero tendría la oportunidad de formar parte de unos carnavales improvisados. "Jugamos en Tenerife durante los carnavales y nos permitió llevarnos un disfraz. La condición era que teníamos que ganar el partido. Si lo hacíamos nos dijo que podíamos salir y hacer lo que quisiéramos esa noche, si no iríamos todos para el hotel. Ganamos 1-4 y bajamos todos a la cena directamente disfrazados. Luis Enrique incluido".

El Celta permitió a Luis Enrique dar el salto al Barcelona.  EFE
El Celta permitió a Luis Enrique dar el salto al Barcelona. EFE

En definitiva, como confiesan varios de los jugadores que tuvieron la oportunidad de ser entrenados por él, Luis Enrique es un entrenador especial. Una persona muy cercana, a la vez que seria y exigente, que se ha labrado una gran carrera como entrenador gracias a su carácter y tacto con el jugador. Ahora, en su vuelta a los banquillos de clubes, tiene la oportunidad de lograr un hito nunca visto con el PSG. Ganar la primera Champions League de su historia.