El vestuario del Real Madrid cierra filas con Vinicius ante críticas y dudas que no esperaba
Las palabras de Carvajal resumen el sentir de la caseta: están con 'Vini' y apoyan mayoritariamente sus reivindicaciones. Dentro del club ha perdido adeptos.
Vinicius ya dejó atrás hace tiempo sus semanas más difíciles con el Real Madrid, las primeras, pero el último mes le ha retrotraído en parte a esos momentos en los que sólo pareció tener el respaldo de su entrenador, sus compañeros y el presidente. O al menos así lo ha sentido él desde que estalló la polémica con sus palabras sobre el Mundial 2030, Arabia llamó a su puerta y el ambiente pareció enturbiarse. El periodista Antón Meana resumió la situación el lunes en la Cadena SER: "En algunos estamentos del club no gusta que esté tan centrado en otros temas y no en el fútbol, a pesar de que marcase contra la Real. Vini cree que su único apoyo es Ancelotti".
Aunque el vestuario le proteja y Florentino Pérez le garantizase que conservaría su estatus de estrella pese a la llegada de Mbappé, a oídos del brasileño han llegado algunas críticas internas que le han sorprendido y disgustado desde que arrancó la pretemporada. En la entidad, en la que algunos directivos tienen mando y sus opiniones cuentan, no se recibió bien que su crack sostuviese que "habría que cambiar" la sede del Mundial de España "si las cosas no evolucionan", en referencia al racismo, y tampoco agradan sus gestos (mandó callar a la grada del Reale Arena), su carácter incendiario con árbitros y rivales y su supuesto descenso de nivel desde que los saudíes tocaron a su puerta con 1.000 millones netos a percibir en cinco años. Vinicius sabe que han surgido dudas que no esperaba y la situación le tiene con el morro torcido.
El mensaje de Carvajal, segundo capitán y voz autorizadísima en la caseta, antes de debutar esta noche en la Champions tampoco fue casualidad. Si bien Ancelotti no defendió a Vini de primeras después de que se llevase el dedo a la boca en Anoeta ("prefiero no opinar"), el lateral y el técnico sí salieron ayer en su defensa después de recabar los motivos. "Cuando a uno lo pinchan, sangra. No se le deja tranquilo. Desde dentro oímos los insultos. Todos lo tenemos claro: hay que frenar los insultos racistas. Si hay que crear protocolos más duros para que se erradiquen, bienvenidos sean", dijo el de Leganés, que ya se había posicionado del lado del delantero en la concentración de la Selección ("sé lo que sufre").
Ancelotti siguió la misma línea: "Su gesto en San Sebastián es la reacción a una acción muy mala, muy fea y que se repite: insultos desde el principio. Nadie podría aguantar lo que aguanta él. Yo tampoco. Lo que le ha pasado desde que llegó a España es algo insoportable. Puedo entender el pito a un rival, pero no los insultos desde el calentamiento. No se pueden aguantar. No es normal. Menos fijarse en la figura de este joven (Vinicius) y más en lo que pasa en los estadios. Hacen esto con Vini porque creen que es un peligro a nivel deportivo e intentan descolocarle".
Sus compañeros
El vestuario tampoco aplaude, ni mucho menos, todas las protestas deportivas del carioca. Sus actitudes con los colegiados y continuas reclamaciones (16 amarillas en la temporada 22-23; 11 en la última) llegaron a cansar, pero han vivido de cerca su evolución, el ambiente infernal que ha aguantado en Barcelona ("muérete", "mono" o "macaco" en el Camp Nou), el Metropolitano (insultos racistas en los aledaños; unos ultras colgaron un muñeco de la M-11 movidos por el odio) o Mestalla (allí estalló) y las burlas de aficionados y le seguirán con paso firme en su cruzada contra el racismo, un factor que une a todos.
El cuerpo técnico, con Carlo y su hijo Davide a la cabeza, también le ha mostrado su total confianza. Y Vini, que les guarda un aprecio especial, lo agradece. Ancelotti siempre ha salido al paso de las críticas hacia el extremo y cree más que nadie en él en lo futbolístico: ha respetado su sitio (la banda izquierda) pese al fichaje de Mbappé y le ha dado galones de capitán general. Kylian ("nos llevamos genial; es un superjugador"), su amigo Bellingham e íntimos como Rodrygo, Militao o Camavinga se mantienen a su lado sin titubeos.
La mejor manera de acallar el runrún, entiende Vinicius, es volver a demostrar el poderío que evidenció el curso pasado, recuperar el tono y culminar su espectacular desarrollo desde que pisó Valdebebas con el Balón de Oro que se entrega el próximo 28 de octubre en París. El galardón le encumbraría sin discusión entre los mejores futbolistas del planeta y premiaría también a Solari (director de fútbol) y Carletto, los que creyeron en él. El debut en Champions de este martes contra el Stuttgart (21:00) es su primera oportunidad para acallar a los que dudan y dejar atrás el mosqueo.