REAL MADRID

El Real Madrid no ha entendido el nuevo formato de la Champions

Dos goles más, o sumar al menos un punto en el descalabro de Lille, hubiesen bastado para cambiar un camino de espinas por otro de rosas.

Fede Valverde, con gesto serio durante el partido ante el Brest. /REUTERS
Fede Valverde, con gesto serio durante el partido ante el Brest. REUTERS
Manuel Amor

Manuel Amor

Con 0-3, y a dos goles de cambiar un camino de espinas por otro de rosas, Ancelotti aprovechó los últimos minutos de la visita al Brest para foguear a Alaba, cambiar a un lateral ofensivo (Lucas) por un central reconvertido (Asencio) y dar dos minutos a Endrick. A ojos de los expertos de la nueva Champions, pareció un tiro en el pie y la última muestra de que este Real Madrid no ha acabado de entender nunca el formato: con un 0-5 se hubiera cruzado en la repesca con Sporting de Portugal o Brujas y en octavos con Aston Villa o Lille. Ahora hay un 50% de posibilidades de verse las caras con el City de primeras y otro 50% de medirse al Atlético en la siguiente eliminatoria.

"Si nos toca el City será más complicado para los dos. Habrá que esperar", dijo luego Ancelotti, que lamentó no haber despertado "un poco antes" en la competición para entrar directamente en octavos y evitar el engorro del play-in. Preguntado directamente por si prefiere a los de Guardiola al Celtic, tiró de pase al pie y no de regate: "El City, en teoría, tiene más posibilidades de ganar la Champions que el Celtic. Es bastante sencillo contestar a esta cuestión. No nos gusta jugar contra ellos, pero si tenemos que hacerlo, lo haremos".

Ancelotti: “No nos gusta jugar contra el City”. EFE

Los blancos han seguido un recorrido tortuoso por este nuevo formato, con dos partidos más y la sensación al principio, engañosa, de que habría tiempo para revertir un mal inicio. En el debut se ganó al Stuttgart (3-1) y en la segunda jornada llegó el primer resbalón: derrota en Lille (1-0). Ese día el Madrid, con Lunin y Endrick en el once, se dejó la clasificación; salió apático, acabó con solo cinco tiros a portería y sufrió un golpe justo ante un rival que navega a 15 puntos del PSG y a cinco del Marsella en la Ligue 1. En el siguiente compromiso también hubo sesteo (0-2 al descanso contra el Dortmund, luego remontado) y a la cuarta se produjo el descalabro mayor frente al Milan (1-3).

Si a nadie se le escapa la grandeza de los rossoneri, los datos indican que tiene la 17ª plantilla más valorada de Europa y que en la Serie A marcha séptimo, a 19 puntos del líder. Al Madrid le pintó la cara en el Bernabéu y dejó a Ancelotti al borde del principio (se avisó a Solari en las horas posteriores de que era el elegido para que estuviese prevenido). En Liverpool (2-0) tampoco hubo reacción. Aun así, y pese a dejar de sumar en tres de cinco choques, los merengues encararon la recta final de la fase liga con opciones de acceder al top-8 o terminar noveno o décimo. Y tampoco comprendieron el asunto.

Salzburgo, otra de las claves

En Bérgamo se venció con sufrimiento (2-3) y muchos se acordaron ayer de la cita del pasado miércoles ante el Salzburgo (5-1). A los austriacos, tremendamente débiles, les cayó una 'manita'... pero pudieron llevarse siete u ocho. Con un 6-0 o un 7-1, el Madrid habría superado al Dortmund en la tabla y finalizado décimo, con lo que hubiese evitado al City y luego a Atleti o Leverkusen. Ese día remataron 20 veces y también aflojaron al final; los de Red Bull recortaron diferencias en el 85' y antes Carletto había retirado de manera consecutiva a Bellingham, Rodrygo y Mbappé. Ahí se frenó el vendaval. Enrique Ortego, sabio colaborador de este medio, sintetizó a la perfección la escena con el duelo todavía caliente: "En el ambiente quedó la sensación de que el equipo no se exprimió al máximo en busca de una goleada que le pudiera colocar en una mejor situación con todos aquellos rivales que lleguen a los 15 puntos en la última jornada, que son los máximos que puede alcanzar".

Y la escena se repitió en Guingamp. Con el mundo entero pendiente de 18 televisiones, los ajustes instantáneos en la clasificación y los posibles cruces, la remontada del City (3-1) colocó rápido a los skyblues en el sendero del Madrid. Cuando Rodrygo marcó el 0-3 en el 78', el 0-5 no se vislumbraba como un imposible y, sin embargo, los blancos levantaron el pie del acelerador.

Un aprendizaje

Un gol más al Brest y otro al Salzburgo, o simplemente haber sumado un punto en Lille, hubieran librado al Madrid del cansancio y el riesgo que provoca pasar por el play-in. La eliminatoria se disputará justo después de la visita del Atlético (08/02) y antes de viajar al infierno de El Sadar (15/02). Y, por supuesto, un enfrentamiento ante un equipo con Haaland, Foden, Rúben Dias o Bernardo Silva siempre comporta el peligro de quedarte fuera a las primeras de cambio. Relevo ya alertó de que esa posibilidad pondría en entredicho otra vez al entrenador italiano… La receta para evitarla la tuvo en su mano, pero el Madrid no cumplió.

Las previsiones iniciales de la UEFA hablaban de que 15 puntos resultarían suficientes para pasar a octavos, una predicción que se ha demostrado como imprecisa. Relevo habló de 17. Y al final han sido 16. Nadie conocía de antemano cuántas victorias se necesitarían para sortear la repesca y esta Champions, hasta para Liverpool o Barcelona, supondrá un aprendizaje de cara a las siguientes… hasta que Florentino, si es que algún día lo consigue, dé forma a su Liga Unify. Ancelotti toma nota mientras cruza los dedos para volver a Glasgow y no pisar de nuevo el Etihad.