Paulinho explica la presión del Barça en su regreso a la ciudad: "Jugué un año, pero parece que fueron diez"

El fútbol, como todo en esta vida, tiene fecha de caducidad. El jugador más pronto o más tarde decide colgar las botas y desviar su mirada hacia otros quehaceres. Paulinho dio el paso en septiembre de este año. El que fuera jugador del Barcelona se despidió de su pasión a través de un mensaje en sus redes sociales: "Mi nombres es José Paulo Bezerra Maciel Júnior, tengo 36 años y ahora soy un ex jugador de fútbol".

El exfutbolista brasileño se encontraba sin equipo desde que había finalizado su contrato con Cortinthians el pasado 30 de junio. Él mismo sintió en su último partido ante Racing de Avellaneda rodeado de 45.000 aficionados que ya no iba a haber una vez más. Un trotamundos más del fútbol profesional decía adiós. Lituania, Polonia, Brasil, Inglaterra, España y hasta China disfrutaron de sus tackles y sus goles, que fueron únicos.

Además, su trayectoria también atesora triunfos de gran escala. Una Copa Libertadores o el Mundial de Clubes, venciendo a un campeón de Europa como el Chelsea, con el cuadro paulista y una Copa Confederaciones con la selección carioca adornan su vitrina con el oro del campeón. Pero, jugar en el Barcelona y ganar con el Barcelona hace más placentera la victoria.

Y exento de responsabilidades dentro de un terreno de juego ha visitado Montjuic en una nueva noche de Champions League para disfrutar de la goleada del equipo de Hansi Flick y visibilizar en Movistar + el desgaste de vestir la zamarra blaugrana, aunque fuera sólo durante una temporada. EL enfrentamiento entre el club culé y el Young Boys ha sido la ocasión perfecta para resumir su experiencia en la Ciudad Condal con tan sólo una oración.

"Jugué un año en el FC Barcelona, pero me parece que fueron diez", le comentaba el carioca a los micrófonos de Mónica Marchante. Sólo con una buenas noches, ¿Cómo estás?, fue suficiente para transmitir su pensamiento sobre recalar en la entidad catalana. Un sentir apoyado por entrenadores y jugadores que traspasaron las puertas de la Ciudad Deportiva Joan Gamper.

El jugador antónimo al centrocampista fetiche para la afición blaugrana aterrizó desde China sin expectativas, ni confianza en muchos casos. Pero, su esfuerzo, músculo, trabajo, despliegue físico y sorprendente olfato goleador cautivó a los más críticos y se convirtió en un gran fichaje. Abandonó Barcelona con una Liga y una Copa del Rey bajo el brazo.