FC BARCELONA

Cómo Paulinho se convirtió en un jugador necesario para el Barça de Messi y Valverde: "Se ganó el respeto del vestuario"

Robert Fernández, impulsor del fichaje del brasileño, atiende a Relevo para recordar el paso del centrocampista por el Camp Nou.

Paulinho celebra uno de los goles que anotó con el Barça./AFP
Paulinho celebra uno de los goles que anotó con el Barça. AFP
Jordi Cardero

Jordi Cardero

Cuando el pasado domingo Paulinho anunció en sus redes sociales que colgaba las botas, al barcelonismo se le apareció de nuevo su corto pero recordado paso por el Camp Nou. El brasileño llegó desde China y ahí regresó, tan solo un año después. El que pareció ser un fichaje antónimo al molde de centrocampista que se busca en Can Barça acabó convirtiéndose en un comodín. "Fue un gran fichaje", confesa Robert Fernández a Relevo, entonces secretario técnico blaugrana.

Robert fue el impulsor del fichaje de Paulinho. Escuchó la recomendación de un viejo conocido del club, André Cury, que por entonces buscaba talento en Brasil para los catalanes. La relación sigue viva, pues es quien llevó a Barcelona a Vitor Roque. El de Paulinho fue un fichaje que, en un primer momento, sonó extraño. Su prematura marcha a China pareció el prolegómeno de un primer paso hacia la retirada, movimiento que ya había iniciado Oscar, ex del Chelsea.

Para Robert, no obstante, no fue un inconveniente. "No nos afectó que viniera de China. Estaba jugando con Brasil, era titular indiscutible, estaba bien, no había tenido lesiones, el rendimiento era óptimo, le conocíamos del Tottenham… sabíamos qué tipo de jugador fichábamos", recuerda. Aterrizó en Catalunya el verano de 2017, a los 29 años y a cambio de 40 millones de euros.

Keita, Paulinho y Arturo Vidal

El brasileño engrosó un centro del campo que ya contaba con Sergio Busquets, Andrés Iniesta -en su última temporada-, Ivan Rakitic, Raphinha o Denis Suárez. Paulinho parecía un rara avis, pero no para Robert. "Antes de él estuvo Keita y después Arturo Vidal. El Barcelona necesita ese tipo de perfil. Otra cosa es que no lo termines de ver, pero lo necesita: un futbolista de ida y vuelta. Para momentos clave, cuando el rival es más duro y necesitas músculo. En partidos difíciles de Liga o en Champions", explica.

La secretaría técnica pensó primero en el perfil y luego en Paulinho. No había más nombres en una lista en la que antes había estado escrito el nombre de Marco Verratti, pero que aquel verano "fue imposible traer". "Tuvimos claro desde el primer momento que queríamos a Paulinho. Hacía falta un jugador de estas características", insiste el exsecretario técnico.

"Tenía un perfil de muy buen profesional, fue un gran fichaje"

"Paulinho nos aportó muchísimas cosas: trabajo, músculo, fútbol y goles. Tuvo un comportamiento tremendo y un rendimiento muy alto. Encima marcó goles. Tenía un perfil de muy buen profesional, no creaba problemas… se adaptó enseguida. Fue un gran fichaje", asegura Robert.

"Nada más llegar se ganó el respeto de todo el vestuario. Tuvo muy buena adaptación. Fue muy profesional tanto en su llegado con en su salida", relata Robert. Paulinho cayó de pie en Can Barça. Se destapó como un compensador en el esquema de Ernesto Valverde, un futbolista capaz de elevar el nivel de intensidad y que, sin la necesidad de intervenir demasiado en el juego, tenía facilidad para llegar a zonas de remate. Cerró el curso como blaugrana con nueve goles y tres asistencias en 49 partidos.

Paulinho era distinto a sus compañeros. "Encontrar un jugador así no es fácil. Pero es necesario. Otra historia es que pueda jugar más o menos, pero era un jugador necesario para nuestro equipo por el tipo de jugador que teníamos", explica Robert, que destaca lo bien que encajó en el sistema de Valverde. Paulinho abandonó el Camp Nou dejando buenos recuerdos, con una Liga y una Copa bajo el brazo. Y con la dolorosa derrota de Roma, que de no haber sucedido podría haber abierto la puerta a un nuevo triplete.