STURM GRAZ 1 - GIRONA 0

Un fallo incomprensible de Iván Martín prolonga la pesadilla en la Champions de un Girona incapaz

Los de Míchel perdieron ante un Sturm Graz que todavía no había sumado.

Biereth anotó el único gol del encuentro. /EFE
Biereth anotó el único gol del encuentro. EFE
Marc Mosull

Marc Mosull

No hay manera que el Girona despegue esta temporada. Cuando había recuperado a prácticamente todos sus efectivos y recordaba al del curso pasado, tras tres triunfos consecutivos en Liga y una exhibición futbolístico ante el Espanyol, volvió a caer, nada menos que en el campo de uno de los colistas de la Champions, un Sturm Graz que hasta el día de hoy lo había perdido todo en la competición continental.

Distinto guion que en Eindhoven, pero mismo signo. Y la derrota, ahora sí, complica muchísimo la clasificación para la siguiente fase, pues los gerundenses necesitarían dos triunfos más y de los tres partidos que le restan uno es contra el Liverpool, otro ante el Arsenal y otro en San Siro contra el Milan. Lo peor de todo es que lo que en gran medida condenó al Girona es un error incomprensible y a puerta vacía de Iván Martín que habría significado el 0-1 cuando apenas corrían los primeros minutos de juego. Y hasta entonces, había bañado a su rival, empequeñecido por Bryan Gil.

Y es que el extremo de Barbate es un abuso. Se asocia, encara, desborda, asiste y marca. Lo hace todo bien. Está empecinado en demostrar que su obsesión por abandonar Londres y recalar en Girona estaba justificada. Y Míchel se aprovecha de ello. También la selección, pues en su última aparición con el combinado nacional apenas necesitó un puñado de minutos para ver puerta. Ante el Espanyol, el de Barbate reventó el partido y puso contra las cuerdas a su entrenador en apenas 22 minutos.

Contra el Sturm Graz, en un inicio brillante, no lo logró porque sus compañeros estuvieron desacertados de cara a portería. Especialmente Iván Martín, al que le regaló un gol cantado, pues, tras un pase de fantasía de Bryan Gil, que solo vio él, solo tenía que enfocar la pierna y empujarla a la red. Pero incompresiblemente su remate se fue por encima del larguero y el Girona se perdió el 0-1 cuando apenas arrancaba el encuentro. Y con el paso de los minutos, fue perdiendo el control de un partido que tenía en la mano.

Afortunadamente para Gazzaniga, los disparos del Sturm Graz eran de fogueo; como mínimo en la Champions League, donde apenas había marcado un gol y fue de un rival en propia. Eso sí, en su liga anotó siete tantos el pasado fin de semana contra el Klagenfurt, el equipo que le presta el campo para jugar competición europea porque el suyo no cumple las exigencias UEFA.

Si bien Bowin y Lavalée trataron de poner en apuros al meta argentino y romper la sequía de los austriacos, a sendos disparos les faltó malicia. En todo caso, estos acercamientos evidenciaron que los gironins estaban jugando con fuego y que el conjunto centroeuropeo, que hasta la fecha no había sumado ningún punto en Champions, no es tan cenicienta como se podía esperar. Y si fue así, en gran medida es porque al Girona le faltó finura en el pase, toda la que tuvo ante el Espanyol, y permitió que su rival, muy ordenado, se viniera arriba.

Tras el descanso, se mantuvo la fórmula de Míchel para derribar el muro de Jürgen Säumel: circular rápido para dársela con ventaja a los más desequilibrantes para que ellos se la jugaran en zonas decisorias. Es decir, habilitar y jugar con Bryan Gil, Tsygankov... y Asprilla, que entró en el lugar de Iván Martín, titular a última hora por una gastroenteritis de Van de Beek, para otorgarle todavía más mordiente al atacante visitante.

Pero la inquietud en los gironins por no generar suficiente se tornó en pavor cuando Biereth marcó el primer gol de un futbolista del Sturm Graz en la presente Champions League. Ante la pasividad defensiva de los rojiblancos, Jatta recibió entre líneas y disparó contra Gazzaniga, que escupió el disparo y permitió el remate a bocajarro del goleador danés.

A media hora del final, a los de Míchel se les complicaba sobremanera un encuentro trascendental de cara al objetivo de pasar de fase y el técnico vallecano redobló su apuesta, poniendo en liza a Stuani y Danjuma. Un poco más tarde, también dio carrete a Abel Ruiz, recuperado tras varias semanas en el dique seco.

No funcionó el invento y el equipo catalán se ahogó en Klagenfurt. Apenas Stuani, con un cabezazo escorado, estuvo cerca de lograr un encuentro que tampoco le habría valido de mucho. Como en Eindhoven, la Champions también una pesadilla para el Girona en Klagenfurt.

Ficha técnica:

1 - Sturm Graz: Daniil Khudyakov; Dimitri Lavalée, Niklas Geyrhofer, Emanuel Aiwu, Jusuf Gazibegovic; Tochi Chukwuani, William Bøving (Hierlander, min. 90), Malick Yalcouyé (Horvat, min. 65), Otar Kiteishvili; Seedy Jatta (Yardimci, min. 65), Mika Biereth (Stankovic, min. 76)

0 - Girona: Gazzaniga; Francés (Solis, min. 73), Krejci, Juanpe, Blind (Danjuma, min. 67), Miguel Gutiérrez; Oriol Romeu, Iván Martín (Asprilla, min. 52); Tsygankov (Abel Ruiz, min. 73), Miovski (Stuani, min. 67) y Bryan Gil.

Gol: 1-0, min. 58: Biereth.

Árbitro: Rohit Saggi (Noruega). Amonestó a los locales Gazibegovic. Y a los visitantes Bryan Gil.

Incidencias: Partido de la 5ª jornada de Liga disputado en Wörthersee Stadium.