CHAMPIONS | ARSENAL 1 - BARCELONA 0

La final de la Champions en la que todo falló en el Barça y la pesadilla de Turín revivió: "No nos hemos encontrado"

Varias futbolistas hicieron alusión a aquella final del 2022 en la que las azulgranas perdieron 1-3 ante el Olympique de Lyon.

Las jugadoras del Barça aplauden a su afición tras perder contra el Arsenal. /FCB Femení
Las jugadoras del Barça aplauden a su afición tras perder contra el Arsenal. FCB Femení
Sandra Riquelme

Sandra Riquelme

En Lisboa, el Barça se acordó de Turín. La final de la Champions más odiada por las jugadoras y por la afición azulgrana. El 21 de mayo de 2022, el conjunto azulgrana perdió contra el Olympique de Lyon por 1-3. En el minuto 33, las francesas ya les ganaban por 0-3. "Se me ha parecido mucho a esa final. Un poco la misma imagen", confesaba Aitana Bonmatí, a punto de romperse, en la zona mixta posterior al partido.

Lo decía porque, a pesar de todas las alegrías que le dan a su afición, sentía que la derrota ante el Arsenal les dejaba en deuda con ella. Lo que en Turín fue la novedad, el primer desplazamiento masivo de la hinchada azulgrana para un partido de fútbol femenino —15.000 aficionados coparon las gradas del estadio de la Juventus—, se fue normalizando en Eindhoven, Bilbao y Lisboa. "Se lo debemos todo a ellos", acertaba a decir la dos veces Balón de Oro en DAZN tras el encuentro. Mientras miraba a la grada desolada.

“Lo achaco más a que nosotras no hemos estado a nuestro nivel”

Y les dejaba en deuda y recordaba tanto a Turín porque no lograron ser ellas. Y yo diría, si me permitís hacer un apunte personal, que peor. Porque en Italia el Barça se enfrentaba al Olympique de Lyon, que todavía no había mostrado síntomas de debilidad, y con un poso mucho menor que el de ahora, con tres Champions y cinco finales europeas a su espalda. 

Contra el Arsenal, al Barça no le salió nada y a las inglesas, todo. Todos lo supimos desde el minuto uno del partido. El Barça, que presumía, en el buen sentido de la palabra, de haber llegado al duelo en el mejor momento del curso, parecía un novato en su primera final. Pronto, las imprecisiones en los pases, la falta de ideas, de profundidad y, por momentos, de actitud, allanó el camino al Arsenal. Las de Renée Slegers fueron todo lo contrario al Barça y copiaron la fórmula del Manchester City, el único equipo que había ganado a las azulgranas en esta edición de la Champions. Presionaron arriba, obligaron al Barça a jugar por las bandas (especialmente, por la izquierda) y cuando tenían el balón, centros laterales desde el lado derecho de su ataque para que rematasen en la otra banda (detectaron que era el lado débil, en defensa, del Barça) o pelotas a la espalda de las centrales. Además, todas, sin mirarse su status, se pusieron el mono de trabajo, salieron con el cuchillo entre los dientes.

"Es fútbol, no siempre se gana. Yo creo que mucha gente pensaba que el partido ya estaba ganado antes de empezarlo. Es cierto que hoy, la primera parte, me gustaría decir, no hemos estado a nuestro nivel. Esto nos ha penalizado porque se ha ido haciendo largo el partido", añadía Aitana en DAZN. "Sí, a ver, ellas han hecho un buen planteamiento, pero lo achaco más a que nosotras no hemos estado a nuestro nivel y no nos hemos encontrado. De los pases, de cómo veníamos jugando. Creo que hoy no lo hemos podido o no lo hemos sabido hacer. Y, bueno, nos han ganado", señalaba Alexia Putellas, bastante seria, en ESPORT3.

Pero la segunda parte tampoco fue mucho mejor. A pesar de que el Barça parecía que se encontraba, tras el gol del Arsenal (74'), no fueron capaces de tirar a portería. Pere Romeu, brillante en las semifinales ante el Chelsea, fue todo lo contrario en la final. Movió el avispero en el 69', sacando a Claudia Pina del campo —cuando parecía que se estaba entonando y Graham Hansen, obtusa, no acababa de entrar en el partido—, por Salma Paralluelo. La salida de la campeona del mundo pedía a gritos balones en largo, pero el Barça siguió dándoselos todos al pie. No hubo más cambios hasta después del gol del Arsenal y no uno de ellos fue obligado: Mapi León se resintió de una lesión que parece llevar arrastrando tiempo e Ingrid Engen la sustituyó.

Siendo honestos, daba la sensación de que si el partido, a estas horas, se siguiera jugando, las inglesas seguirían ganando. El Barça, que lideraba todas las estadísticas habidas y por haber en ataque de la Champions, acabó el partido con cinco tiros a portería. No fue el día del Barça y nadie supo reaccionar al Arsenal.