Un equipo de Tailandia evidencia que el Dortmund no ha superado el trauma de la Champions: "Fue claramente demasiado"

El pasado 1 de junio el Dortmund llegó a Wembley con la ilusión de hacer historia y derrocar al Real Madrid en la gran final de la Champions. No anduvo lejos de lograrlo, incluso mereció más de lo que reflejó el 0-2 del marcador. Pero cayó. Un duro golpe a las aspiraciones de la entidad, un antes y un después en la historia. Un mes y pico después, regresaron a los entrenamientos como si nada hubiera pasado y sin los internacionales más destacados. Todo era igual pero no era igual. En su cabeza seguía el traspiés y el capitán del barco había cambiado: llegó Sahin y se marchó Terzic.

De momento, el exfutbolista precisamente del Real Madrid no ha logrado devolver el aliento a sus pupilos. Y un grotesco resultado en el segundo amistoso de la pretemporada ha hecho saltar todas las alarmas. El subcampeón de la Champions League ha perdido por cuatro goles a cero ante el Pathum United de Tailandia. Es un amistoso, sí, pero un marcador de esta magnitud no deja indiferente a nadie y más cuando hay una profunda brecha de nivel entre ambos conjuntos.

El Pathum de Tailandia probablemente no lograría la permanencia en la Bundesliga. Además, tampoco llega rodado, tan solo con un amistoso de pretemporada, como su adversario. La siguiente excusa en la lista para tratar de encontrar una explicación al sorprendente descalabro del Dortmund es recurrir al habitual comodín de los canteranos, si bien ya ellos deberían gozar de un nivel superior al de un equipo tailandés o, cuanto menos, no caer goleado de esta forma.

Pero tampoco es un argumento válido dada la circunstancia. Nuri Sahin alineó a jugadores habituales como Ryerson, Julian Brandt o Adeyemi y su once titular era del máximo nivel. Lo completaron Meyer, Sule, Luhrs, Rothe, Azhil, Nmecha, Moukoko y Brunner. Al descanso, el que fuera centrocampista revolucionó el equipo ya dando entrada a futbolistas menos habituales. Que hasta podría servir de alternativa si no fuera porque ya perdía 2-0 al descanso y porque el Pathum United también cambió a los once jugadores del tirón.

Es más, el Dortmund hasta incluyó algún jugador por todos conocido como Haller. El Pathum United completó la goleada con los tantos de Wonggorn, en un partido que dominaron y merecieron ganar. Una epopeya, un día que no olvidarán jamás. Y quizás el gigante alemán tampoco, aunque intentarán pasar página lo antes posible y poner fin a una pesadilla que ya tiene casi dos meses de vigencia.

Queda por ver si al Dortmund se le atraganta el baile de la pretemporada o se repone con celeridad. De momento, en dos partidos, un empate y una derrota en dos partidos contra rivales claramente inferiores. Ahora, se marchará a Japón, donde volverá a contar con grandes oportunidades de romper esta inesperada racha.

Se dice que todo gran entrenador debe encontrar el equilibrio entre la gestión mental del vestuario y la gestión táctica. Nuri Sahin tiene ante sí el gran reto de su carrera deportiva. El Dortmund, de momento, le resta importancia en su crónica web: "El 0-4 fue claramente demasiado alto desde el punto de vista del club, pero mostró claramente en qué áreas el Dortmund todavía tiene margen de mejora en las semanas restantes de preparación". El próximo miércoles, ante el Cerezo Osaka japonés, ya no valdrá caer. Y menos así.