A Flavio Briatore no le tiembla el pulso con 300 empleados y deja un recado a Aston Martin: "Llegué cuando éramos 1.150 y ahora somos 850"

El doble podio de Alpine en Brasil ha despertado a Flavio Briatore. Que sus pilotos Esteban Ocon y Pierre Gasly acompañaran a Max Verstappen en lo más alto fue rocambolesco y estuvo muy adornado por el azar y la lluvia. No se repetiría en cien carreras. Sin embargo, al asesor del equipo francés le ha venido de perlas para 'poner orden' en casa y dejar un recado a Aston Martin sobre el desarrollo de su coche.

El magnate avisó cuando llegó en junio como asesor de cómo se las iba a gastar en Alpine. No iba de broma. "La Fórmula 1 no es para hacer turismo", afirmó, consciente del caos deportivo y social que había en el equipo de Enstone. "No estoy aquí parar ser un turista que viaja 24 veces por el mundo. El equipo tiene que ser competitivo, eso es lo que queremos". Su mano dura se ha visto ahora, con el despido de 300 empleados de la estructura.

Dejando a un lado el pobre rendimiento en pista de la escudería, lo que ha marcado a Alpine este año ha sido el abandono de sus propios motores para pasar a ser equipo cliente. Es decir, tras toda una vida siendo motorista oficial, desde 2026, ya no fabricará sus propias unidades de potencia. Las huelgas se sucedieron en la fábrica, donde ha reinado la inestabilidad en los últimos meses.

La autoridad total que le dio Luca de Meo, CEO del Grupo Renault, se dibuja en esta frase de Briatore tras la última carrera: "Llegamos cuando éramos 1150 personas, ahora somos 850". Cerca de 300 trabajadores, a la calle. No le ha temblado el pulso. "Necesitamos volver a tener gente que trabaje para un equipo de carreras y no para uno corporativo, por eso hemos vuelto a poner las cosas como deberían estar. El equipo con sede en Enstone es completamente independiente, por lo que volvemos a los tiempos de lo que era Renault antes".

El italiano lo define como una "limpieza de la casa". "Estamos limpiando todo y hemos avanzado en cuanto a actualizaciones, simplemente para no entorpecer al coche de 2025. Yo autoricé esto y salió bien, porque a diferencia de muchos equipos, que cuando dan un paso retroceden en lugar de avanzar, hemos mejorado. Bien hecho, ingenieros y bien hecho a todos".

El recado a Aston Martin es evidente: el equipo británico es el que más actualizaciones ha implantado en su coche y el que más ha retrocedido en pista. Alpine, todo lo contrario. Empezaron en la cola de la parrilla y ahora pelean en la media tabla con Ocon y Gasly. No es que el equipo de Alonso deba despedir así como así. Simplemente, hace falta mano dura a lo Briatore para cambiar las cosas en un equipo que tiene potencial y que, este año, no ha demostrado nada.

La ambición del magnate se demostró desde el primer día. Puso fin a la mala relación entre sus pilotos no renovando a Ocon. Intentó fichar a Carlos Sainz de todas las formas posibles. Designó a Oliver Oakes como nuevo director de Alpine por Bruno Famin. Sus 74 años no le impiden mantener la fuerte determinación con la que siempre ha contado. Decisiones más o menos cuestionables, lo que está claro es que quiere ganar sea como sea.