La espalda, el hombro y el intestino de Fernando Alonso justifican su "necesito un parón"

El intestino en México. La espalda en Brasil. Y el hombro en Abu Dabi. A Fernando Alonso se le han ido acumulando molestias físicas en las últimas semanas. De todos los colores. Lo que le faltaba mientras el monoplaza, semana tras semana, ha seguido dándole dolores de cabeza. De hecho, ha sido precisamente el diseño del Aston Martin el culpable de la mayoría de sus males.

"Si tienes nuestro coche de Brasil, te lesionas el hombro y haces seis carreras lesionado", reconoció el asturiano después del Gran Premio de Abu Dabi. Procedió, por cierto, a enseñar su lastimado hombro derecho a la cámara. Si tiene un mensaje, lo transmite con descaro. Echando cuentas, Alonso pilotó en Austin, México, Brasil, Las Vegas, Catar y Abu Dabi con molestias.

"Tomas una pastilla para quitar el dolor y ya está, y no tiene nada que ver con la edad, porque la gente rápidamente, si estoy mal físicamente, piensa en que tengo 43 años", comentó en DAZN. Alonso ya demostró en Catar, cuando la humedad pudo con la mayoría de pilotos, que la edad, en su caso, es solo un número. Lleva tiempo desafiando al tiempo.

"El otro día, en el parque cerrado, parecía The Walking Dead, estaban todos en el suelo, y yo estoy bastante bien, bastante más entero que ellos, así que es un poco las pequeñas lesiones que vayas teniendo", recordó. Aun así y pese a todos los males físicos, sacó puntos de Abu Dabi. El final de año del español ha sido sobresaliente en lo deportivo y agotador en lo mental y psicológico.

Tan exhausto ha sido el final de año que Alonso, un enfermo de la competición, decidió no correr en los tests postemporada. Voluntariamente. El asturiano dejó su asiento al joven Jak Crawford y empezó sus vacaciones antes de hora, nada más bajarse el telón del curso en Abu Dabi, más allá de compromisos publicitarios y demás eventos. Necesitaba descansar.

"Ahora, con ganas de tener un poco de parón, hacer un reset, todas las dificultades que hemos pasado este año ojalá nos hayan servido como lecciones para aplicar en el coche del año que viene". Desde entonces, 98 días para recuperar hombro y espalda para coger fuerzas de cara a una temporada que será, como mínimo, tan exigente como la recién terminada. Otras 24 carreras.

Un triplete mata. Tengas 20 años o 43. Pasar un mes seguido fuera de casa, entre largos viajes rondando destinos exóticos acaba con cualquiera. Con ingenieros, pilotos y mecánicos. No distingue. Y mucho menos a los pilotos, sometidos a una enorme presión durante un Gran Premio. Alonso promete "pequeños ajustes", desconocidos por ahora, para seguir rindiendo a un alto nivel en 2025.

"Cómo viajar, por ejemplo, este triplete, Las Vegas, Qatar, Abu Dhabi, yo lo he hecho seguido de un sitio a otro porque tenía algún evento también entre carrera y carrera, que tuve que ir a Arabia Saudí. El año que viene intentaré volver a casa, aunque sean 48 horas o 72 horas, y más pequeños ajustes que iremos haciendo en el calendario para llegar más enteros el curso que viene".