Fernando Alonso se encuentra con una encrucijada tras la llegada de Adrian Newey a Aston Martin

"Hoy Alonso está especialmente contento". No era para menos. Los afortunados que pudieron presenciar en directo la presentación de Adrian Newey en la fábrica de Aston Martin no lo esconden. El asturiano, según ha detallado algún presente a este medio, no podía borrar su sonrisa en Silverstone durante el día "más emocionante" de la historia del equipo, según el máximo accionista Lawrence Stroll.

Toda una vida esperando al mejor diseñador de coches de carreras de la historia. Ahora, ya es una realidad pero, ¿por cuánto tiempo? No todo es oro lo que reluce: para empezar, Newey no tendrá un efecto inmediato en el rendimiento del equipo porque empezará a trabajar en marzo. Por tanto, no participará en la creación del próximo Aston Martin y llegará un par de meses tarde al proyecto de monoplaza de 2026.

La mano del gurú tardará en notarse. Además, dentro de toda la euforia de su fichaje, hay que poner algo de cautela y calma porque Alonso se acaba de encontrar con una encrucijada. Su actual contrato termina en 2026, inclusive, cuando tenga 45 años. El dilema es sencillo: seguir o no seguir en Fórmula 1. Su voluntad contra su cuerpo y su mente.

En dos años, cuando expire el contrato, Alonso trabajará con Adrian Newey, el nuevo túnel de viento, la nueva fábrica, los motores Honda, el combustible Aramco y otros tantos directivos con Mundiales a sus espaldas. Lawrence Stroll ha logrado aunar todos los ingredientes para ser campeones del mundo.

No es descabellado pensar que el coche de 2027 pueda ser, ya 100% Newey, extremadamente competitivo. Más incluso que el de 2026 pero es irse lejos. El asturiano tendría un arma para pelear por podios y victorias tras tanto tiempo esperando y tanto sufriendo al británico en contra. Lo de seguir pilotando es un problema del Alonso de dentro de dos años: solo él sabrá cómo está de reflejos, cansancio y demás.

Ya desveló que 24 carreras son demasiadas y que los tripletes desgastan y matan. La exigencia del calendario puede ser un factor determinante que juegue un papel fundamental para que el español siga en Fórmula 1. Su forma física a día de hoy es impecable pero en dos años puede ser diferente. Por lo pronto, sus reflejos en septiembre de 2024 son felinos.

La decisión será muy delicada. ¿Qué pesa más en la balanza de la edad, los viajes y el cansancio o la posibilidad de una (o varias) victorias y otro Mundial? Hay quien le conoce bien, como Fisichella o Button, que predicen que correrá hasta los 50... si tiene un coche que pelee por cosas grandes. Otros compañeros y amigos como Pedro De la Rosa creen que Newey "no llega demasiado tarde, todavía tenemos tiempo para que esta dupla marque un futuro en la F1". El tiempo dirá cuando tocará decir basta.