Max Verstappen no se baja del Mundial y a Fernando Alonso lo tortura su equipo; gran octavo de Carlos Sainz

Imola (Italia).-Fernando Alonso lo tenía todo antes de empezar la carrera para sumar sus primeros puntos del año. Su monoplaza, tal y como empezó a demostrar en clasificación y confirmó en las primeras vueltas, por fin corre. Tenía todo menos una buena estrategia en el muro de Aston Martin. Pararon al español demasiado pronto y no lo hicieron cuando salió el coche de seguridad virtual. El resultado, perder y perder puestos hasta alejarse de los puntos en una carrera que ganó Max Verstappen.

El neerlandés saca el cuchillo cada semana para protegerse de los McLaren y no siempre se sale con la suya porque no siempre se pueden obrar milagros. En Imola le salió todo, desde la pasada marca de la casa a Oscar Piastri por el liderato. Pura agresividad metiendo el coche donde no cabía. Carlos Sainz, a pesar de volver a ser perjudicado con la estrategia de Williams, volvió a brillar con un gran octavo puesto.

Hacía mucho tiempo que no se veía a los dos españoles luchar en pista. No en un roce casual sino durante varios giros. No hubo altercados en la salida a pesar de salir quinto Alonso y sexto Sainz. El duelo entre Norris y Russell justo delante de ellos les favoreció e incluso les invitó a soñar con algo más. Fue un espejismo pues terminaron octavo el madrileño y undécimo el asturiano.

El fuego en el coche del piloto de Aston Martin pudo condicionar su carrera. Ocurrió tras la parada, justo antes de perder posición con Sainz, que había parado una vuelta antes y le pasó con gomas más frescas. Alonso fue perdiendo tiempo, décima a décima, tal vez por un problema en sus frenos, y tuvo que aflojar cuando sí tenía ritmo. Por primera vez este año.

Albon le ganó la posición yendo más rápido mientras se mantenía en pista y, con el coche de seguridad virtual, el ovetense decidió quedarse en pista mientras Sainz entró y fue a dos paradas. El asturiano concluyó entonces su prueba por la radio: "Nuestra carrera se acabó". Empezó a caer posiciones como su compañero Stroll mientras Sainz las tenía con Yuki Tsunoda, que le golpeó ligeramente cuando el español le estaba adelantando.

En la vuelta 41, el madrileño terminó adelantando a Alonso por la undécima plaza y este estalló: "Soy el piloto con más puta mala suerte del mundo, somos muy desafortunados, no sale nada este año". La estrategia desde el muro de Aston Martin lo desquició a pesar de la velocidad que mostró remontando en las últimas vueltas después del coche de seguridad por el KO de Kimi Antonelli: remontó pasando por ritmo a Lawson, Gasly, Hulkenberg... y solo le faltó Tsunoda. Rozó los puntos persiguiendo al nipón durante las últimas vueltas y se quedó a muy pocas décimas.

Victoria de campeón de Verstappen, que empezó a cocinarla desde que se apagaron los semáforos. El neerlandés, sin el monoplaza más veloz, se agarra cada semana al campeonato y no lo suelta en su particular lucha con los McLaren. Ganó el primer y decisivo envite en la salida, donde cuajó un adelantamiento desde la segunda posición que le dio más de media victoria. El australiano, que nunca deja espacio a Verstappen pues le paga con la misma moneda, se amilanó y pecó de blando.

Y el campeón no te deja pasar ni media. Le metió un hachazo tremendo en Tamburello y le arrebató el liderato. Maniobra clave en un circuito estrecho donde resulta muy difícil adelantar. Todo le salió bordado al piloto de Red Bull: el virtual safety car le vino de perlas después de que Ocon se quedase parado en la hierba y tuviera que retirarse. Perdujicó a Piastri, eso sí, que ya había parado. Verstappen llegó a dormir en un colchón de casi veinte segundos que le permitió cuidar sus gomas y no despeinarse. Ya está más cerca del liderato del Mundial.

No era su primer día de colegio pero como si lo fuera. Nunca es fácil debutar o, en su caso, redebutar en Fórmula 1. Franco Colapinto demostró que se está tomando con calma su adaptación al Gran Circo en su segunda etapa tras el susto que sufrió en forma de accidente en clasificación. Agradeció por radio antes de arrancar la prueba el encomiable trabajo de sus mecánicos para reparar el coche. El argentino terminó donde empezó y acumuló rodaje.

A pesar de tantas horas de simulador, se le vio incómodo con su Alpine y todavía le falta confianza para sacar todo el potencial del coche. Lo demostró con el susto que tuvo cuando se fue ligeramente por la grava en los primeros giros. Quiere darlo todo pero le faltan vueltas. Lo dicho, carrera con poca historia para el argentino, que partía 16, paró en la vuelta 23 para ir largo en la estrategia pero no ganó posiciones. La parada lo mandó al fondo de la parrilla, en última posición, pero terminó recuperando cuatro plazas.