La sonrisa perdida de Fernando Alonso a pesar de su mejor resultado en más de año: "No era un coche para ser quinto"
Al asturiano le invadió la cautela a pesar de su brillante quinto puesto en clasificación.
Imola (Italia).- Abril del año pasado. Gran Premio de China. Es decir, hace más de un año. Fernando Alonso no clasificaba tan arriba en Fórmula 1 desde hace mucho tiempo, trece meses concretamente, gracias a las prestaciones de su Aston Martin, doblado por el líder en la última carrera. A pesar del brillante quinto puesto en la clasificación del Gran Premio de Imola, el bicampeón apenas sonrió. No celebró demasiado, al menos de puertas hacia fuera.
Solo regaló una mueca cómplice cuando se acercó a la cámara de DAZN para encarar las últimas preguntas del corralito protocolario. La única sonrisa, media sonrisa a decir verdad, llegó en el típico video a modo de resumen de la sesión que se graba para la escudería. En la mayor parte, se muestra serio, satisfecho con el resultado, eso sí. Suelta un "la chispa sigue viva" que ilusiona a más de uno.
Debriefing Qualifying with Fernando. 🎤#ImolaGP pic.twitter.com/aK35EoCEXm
— Aston Martin Aramco F1 Team (@AstonMartinF1) May 17, 2025
¿Por qué Alonso no sonríe a pesar de haber logrado el mejor resultado en más de un año? Es un cúmulo. El jueves, nada más llegar al circuito, dedicó unas palabras a su querido 'Fabri', inseparable desde el año 2001, la época de Minardi. Se le vio visiblemente afectado por la pérdida, ya que era una persona importante para él. Todas esas emociones viven en su cabeza mientras pilota un Fórmula 1 a más de trescientos kilómetros por hora.
Un coche de carreras que le ha dado muchos dolores de cabeza en los últimos meses pero que ya no figura entre los últimos de la parrilla. Su compañero Lance Stroll, siempre varias décimas detrás del español, suele ser un buen termómetro de dónde está el coche. El canadiense fue octavo y Aston Martin coló a sus dos monoplazas entre los diez más rápidos por primera vez este año. Aun así, Alonso fue muy cauto.
Es la palabra que mejor define la actitud con la que compareció ante Relevo y otros medios tras su mejor resultado clasificación en más de un año. Estaba concentrado, sin festejos en la cabeza y extremadamente cauto. Contrasta con la sonrisa en el muro de su jefe Andy Cowell o de la euforia de ciertos trabajadores en el paddock de Imola tras la sesión. Algunos, incluso, se fundieron en un abrazo para celebrar el resultado de sus pilotos.
A well-executed Qualifying sees our duo lining up P5 and P8 for tomorrow's race. 👊#ImolaGP pic.twitter.com/8qovracgE0
— Aston Martin Aramco F1 Team (@AstonMartinF1) May 17, 2025
"Seguramente no seamos los quintos más rápidos, mañana hay que estar preparados a perder alguna posición, pero esperemos que no sean demasiadas", expresó el asturiano. Aston Martin brilló con esos neumáticos medios con los que voló. "Parecía que tenían ilimitados", llegó a bromear Alex Albon. Alonso es cauto porque sabe que mañana perderá posiciones por ritmo de carrera, con los Ferrari o el Mercedes de Kimi Antonelli, que parten detrás de él.
En el equipo no se lo creen
"Igual es que Imola es también un circuito favorable a nosotros", insistió el ovetense, echando balones fuera a su sobresaliente quinto puesto. El bicampeón busca en carrera sus primeros puntos de 2025: "Intentar mañana sumar puntos si se puede mantener el top diez, aunque hay coches por detrás muy rápidos, vendrán también los Ferrari, están fuera de la Q3, Antonelli, así que no hay que dar por garantizado que los puntos van a estar fáciles".
La sonrisa del piloto no llegó ni en su comparecencia con la prensa británica ni con la que se improvisó con la española en una esquina del corralito. Las mejoras han ayudado pero no convencen todavía a Alonso, tal vez porque han tardado demasiado en llegar, a la séptima prueba: "No creo que el coche haya cambiado drásticamente su comportamiento, sigue siendo un coche un poco frágil a la hora de empujarlo al límite, siempre tiene alguna sorpresa desagradable, no es un coche fácil de conducir y no lo ha sido hoy".
Su vuelta tampoco le impresionó. Sí al equipo, que no comprende lo que hizo el ovetense: "No era un coche para quedar quinto". Él dice, de hecho, que lleva haciendo "vueltas mejores todo el año". El problema es que no lucían a pesar de extraer todo el potencial del coche verde, y más. Es lo que tenía pilotar el peor coche de la parrilla. Ahora parece que la historia ha cambiado tras las mejoras de Imola aunque Alonso no se fíe. Habrá que confirmar el paso adelante en otros trazados para que vuelva a sonreír.