CICLISMO

Roger Adrià, sobre el virus intestinal que casi le cuesta La Vuelta a Roglic: "Me enteré porque me lo contó Contador"

El ciclista catalán superó el Covid durante la gran ronda española: "Lloré en mi habitación. Me había ganado un sitio en la alineación y no estaba dando la razón a quienes habían apostado por mí".

Roger Adrià celebra su victoria en el Gran Premio de Valonia. /@RBH_ProCycling / SPRINT CYCLING
Roger Adrià celebra su victoria en el Gran Premio de Valonia. @RBH_ProCycling / SPRINT CYCLING
Fran Reyes

Fran Reyes

Él sabía que estaba preparado, y lo ha dejado patente. En la primavera de 2023, Roger Adrià (1998, Barcelona) tomó la decisión de cerrar un ciclo de siete temporadas formándose en el seno de Juanjo Oroz y Manolo Azcona (tres años en el Equipo Lizarte, erigiéndose en uno de los ciclistas más prometedores del pelotón español; cuatro en el Equipo Kern Pharma, confirmando su talento entre profesionales) para dar el salto al UCI World Tour.

Sus actuaciones con el conjunto farmacéutico no habían pasado desapercibidas para los conjuntos de primera división. Acabar entre los 200 primeros del mundo formando parte de un ProTeam y sin correr una gran vuelta no es para nada sencillo (de hecho, aquel año sólo lo consiguieron otros tres hombres). Ser 12º en la Flecha Valona, una clásica trampa que se decide cuesta arriba y se define en las nerviosas aproximaciones a las sucesivas subidas, donde contar con un equipo poderoso y unos galones intimidantes es capital, indica motor y la capacidad de hacer del hambre virtud.

Adrià pudo elegir entre un buen número de ofertas y muestras de interés. Sin mirar lo económico, optó por el Bora-Hansgrohe de Primoz Roglic que posteriormente se convertiría en el tremendo Red Bull. "Pero no sabía que iba a llegar Red Bull", aclara, "ni todo el cambio que eso iba a suponer a todos los niveles para convertirnos en un equipo de referencia". La suerte suele ponerse de parte de los bienintencionados.

La temporada del ciclista catalán, uno que este domingo por la tarde tendrá el corazón dividido entre el equipo de fútbol en el cual creció (coincidió en las categorías inferiores del Espanyol con Marc Cucurella o Javi Puado) y el que ha apoyado desde pequeño (es barcelonista de cuna), ha correspondido con sus sueños. Tras demostrar sus cualidades de ciclista versátil, potente y abnegado en los primeros meses del año, gozó en la segunda mitad de campaña de la oportunidad de acompañar a Primoz Roglic en su Vuelta victoriosa Covid mediante, anotar un triunfo en el prestigioso Gran Premio de Valonia y ser el segundo mejor español en el Mundial de Zúrich: 11º, "y llevaba piernas para estar en el grupo de las medallas".

Cuando hablamos con él por teléfono, se encuentra a las afueras de Salzburgo. Es la primera concentración de Red Bull-Bora-Hansgrohe de cara a 2025 y nos atiende en un interludio entre las típicas pruebas biomecánicas y los típicos compromisos de creación de contenido de estas citas que sirven tanto para cumplir trámites y afinar materiales como para hacer piña. Inmediatamente arranca sus vacaciones disputando el critérium organizado por el Tour de Francia en Saitama junto al mismo Roglic para después quedarse una semana en Japón junto a su pareja. Luego vendrá el momento de pensar en una nueva temporada que promete tanto como la precedente.

Roger Adrià, junto a Primoz Roglic y Emil Herzog en Saitama.  ASO / THOMAS MAHEUX
Roger Adrià, junto a Primoz Roglic y Emil Herzog en Saitama. ASO / THOMAS MAHEUX

Vayámonos dos meses atrás en el tiempo, a La Vuelta. ¿Tú cómo te enteras de que tienes Covid-19, y cómo lo vives?

Llevaba unos cuantos días en los que no andaba nada, encontrándome muy mal, y sin ninguna razón porque no había síntomas de enfermedad más allá de una pequeña congestión. En la etapa de Córdoba (7ª) sí tenía bastantes mocos, y el doctor me practicó un test Covid, por si acaso. Di positivo; y, aunque hicimos diez tests más, todos seguían dando positivo. (ríe) Temí que me mandaran para casa como me ocurrió en La Vuelta de 2022, con Kern Pharma: que mi segunda Vuelta se iba a acabar como la primera, antes de tiempo, por Covid. Lloré en mi habitación. Por suerte, el médico decidió que, si no tenía fiebre y los pulmones estaban bien, me permitirían correr. Lo pasé fatal en la etapa de Jaén (8ª), y eso me hizo pensar que sería imposible acabar en la jornada de Sierra Nevada (9ª). Sin embargo, lo conseguí. Y, aunque en el día de descanso seguía dando positivo, en Galicia ya notaba otro cuerpo y me fui encontrando mejor día a día.

Sigamos con los virus. ¿Qué pasó en Red Bull con aquel virus intestinal en la penúltima etapa?

La verdad es que yo no sabía casi nada. Supongo que los técnicos del equipo lo hacen a posta, para que las dudas no afecten a nuestro rendimiento. Recuerdo llegar a meta y que me entrevistara Alberto Contador, preguntándome por cosas de las que yo no tenía ni idea. A mí me lo explicaron todo los periodistas en meta, y luego ya el equipo en el autobús. Lo único que había visto antes de la etapa era que había gente con mala cara, pero no tenía la sensación de que fuera algo tan importante, ni tan grave. Cuando me vi solo en el grupo principal con Primoz y 'Lipo' [Florian Lipowitz], sólo creía que el resto de compañeros habían pasado un mal día; no sabía que varios se habían retirado.

Los espectadores solemos creer que los deportistas lo sabéis todo, y rara vez es así.

¡Qué va! En la tele saben más que nosotros, siempre. Las cosas no están tan controladas como la gente piensa; a veces, de hecho, todo se improvisa sobre la marcha. En las carreras, debes estar muy espabilado y muy atento para que no se te marche el caballo. Fíjate en el Mundial, cuando se fue el grupo con Jan Tratnik y demás al cual se unió luego Tadej Pogačar. Yo no sabía nada de quiénes estaban ahí, porque si con pinganillo no sabemos toda la historia… sin pinganillo, ¡aún menos!

Luego hablamos del Mundial. Antes, cerremos La Vuelta. ¿Te sientes orgulloso de tu actuación en ella?

Mucho. Yo siempre he pensado que tenía nivel para estar en este equipo y para estar en una gran vuelta, algo que no es sencillo porque en Red Bull es difícil hasta meterse en la alineación. No obstante, necesitaba demostrarlo y el Covid resultaba demoledor, porque no me permitía hacerlo: me había ganado el sitio y no estaba dando la razón a quienes habían apostado por mí. Recuperarme para poder estar con Primoz en las etapas importantes fue un gran alivio y un plus de confianza.

¿Cómo hubiera cambiado el signo de tu temporada el haberte retirado de La Vuelta?

Lo hubiera cambiado totalmente. Por un lado, por la decepción. Por otra, porque las piernas y la confianza con las que terminé eran enormes. Piensa que, sin ser escalador ni haber terminado nunca una 'grande', estuve con los mejores en penúltima etapa, que tenía 5000 metros de desnivel acumulado.

Roger Adrià, tras su victoria en el Gran Premio de Valonia.  @RBH_ProCycling / SPRINT CYCLING
Roger Adrià, tras su victoria en el Gran Premio de Valonia. @RBH_ProCycling / SPRINT CYCLING

De ahí sales y anotas nada menos que 720 puntos en 6 días de competición, incluyendo tu victoria en el Gran Premio de Valonia. ¿Será ése tu perfil deportivo? ¿Anotador?

Sí, pienso que sí. Siempre ha sido mi perfil, aunque ahora sea más regular y consistente en todas las carreras. Soy un ciclista para carreras de un día, que además es útil en las vueltas en calidad de gregario o cazaetapas.

Te formaste en Kern Pharma, el equipo que fue la sensación de la pasada edición de La Vuelta. Desde la distancia, ¿te ha sorprendido?

No me ha sorprendido el rendimiento; sí los resultados… Pero es que el rendimiento lo han tenido siempre. La gente no es consciente de cuánto andan Urko Berrade, Pablo Castrillo o Pau Miquel porque no les ven en las mejores carreras, pero quienes rodamos en el pelotón sí sabemos que son ciclistas de muchísimo motor. Los resultados, en cambio, no siempre acompañan; y en La Vuelta se sumó todo para que pudieran conseguir tres victorias de etapa.

¿Cuál es tu siguiente paso como ciclista?

Mi siguiente paso es seguir la evolución de estos últimos meses. Voy creciendo en solidez; progreso, y no a base de destellos. Por suerte, esa evolución se está plasmando en resultados. Que, además, los puestos de Mundial (11º) y Lombardía (11º) podrían haber sido mejores…

Es verdad: no hemos hablado del Mundial. ¿Cómo crees que podría haber sido mejor tu resultado en Zúrich?

Yo podría haber llegado en el grupo de las medallas: lo tenía en las piernas. Lo que me faltó para estar ahí fue que, cuando se formó el grupo con Remco [Evenepoel] y Enric [Mas] a falta de dos vueltas y media para el final, yo no salté al corte porque, al estar Enric, el grupo nos valía tácticamente. No obstante, llevaba muy buenas piernas y sentí que se me estaba escapando la carrera… Así que salté desde atrás junto a Romain Bardet cuando estaban a 30", y empalmamos. Ahí gasté todas las balas que eché de menos al final. Bardet lo dijo en una entrevista: que ambos habíamos quemado mucha energía en ese momento, pero teníamos piernas para estar en el grupo de las medallas. Me queda un pasito de nada para llegar a ese nivel. Mi reto futuro es afianzarme ahí.

¿Hay alguna carrera en la que te gustaría participar en 2025?

Me gustaría probar en las clásicas flamencas; por ejemplo, en el Opening Weekend de Omloop Het Nieuwsblad y Kuurne-Bruselas-Kuurne. También me gustaría participar en la Strade Bianche.

¿Hay alguna carrera que te marques para ganar?

Mi primer gran objetivo serán las clásicas de las Ardenas. Sobre todo, la Amstel. Este año la corrí por primera vez (14º) y pienso que se ajusta muy bien a mi estilo de corredor.