Mikel Landa será gregario de Remco Evenepoel en una 'manada' sin españoles

Un mes ha pasado desde que Mikel Landa confirmara que, por primera vez, su futuro parecía incierto. "No lo tengo cerrado", reconoció a Relevo en la segunda jornada de descanso del Tour de Francia, justo después de que el pelotón pasara por los Alpes. "Es una situación que no me ha tocado vivir nunca, pero nunca me han faltado pretendientes", sentenció el alavés, convencido de que la oportunidad llegaría. Y llegó.

A sus 33 años —serán 34 antes de que termine el año—, Landa ha firmado con el Soudal Quick-Step para las dos próximas temporadas. Así, el Landismo, fenómeno de masas hasta ahora en el Bahrain Victorious, aterriza en uno de los equipos de mayor peso en el pelotón internacional. Sobre todo, claro, por la presencia de su líder, Remco Evenepoel.

El belga, pequeño caníbal de 23 años, ya ha ganado una Vuelta a España —intentará apuntarse la segunda a partir del 26 de agosto—, dos monumentos, tres Clásicas de San Sebastián y dos Campeonatos del Mundo, uno en ruta —el pasado año— y otro en contrarreloj —hace solo unos días, en Glasgow—.

"Estoy muy motivado por este nuevo reto, quiero ayudar a Remco a lograr sus objetivos", ha asegurado Landa a su llegada al cuadro belga, quinto en el ranking UCI. "Estoy convencido de que puedo ayudarle mucho. Tengo experiencia para ello, especialmente en las grandes vueltas, donde he estado luchando por el podio o he ayudado a otros a hacer lo propio en el pasado".

Landa será el tercer ciclista vasco a las órdenes de Patrick Lefevere, uno de los jefes de equipo más reconocidos del pelotón internacional. "Conocemos a Mikel desde hace mucho tiempo, es un ciclista acostumbrado a estar delante en las grandes vueltas", ha declarado. "Creemos que es el hombre adecuado para fortalecer el equipo a medida que miramos cada vez más a la clasificación general".

Así, será la primera vez desde 2019 que La Manada de lobos, como se autodenomina el Soudal Quick-Step, contará con un ciclista español en sus filas. Entonces fue Enric Mas, que al año siguiente fichó por el conjunto Movistar.

Antes, solo unos pocos escaladores nacidos en nuestro país corrieron para Lefevere: Juanmi Mercado, José Antonio Pecharromán, José Antonio Garrido, Juanma Gárate, Carlos Verona y David de la Cruz. También David Cañada, tristemente fallecido en 2016, Pedro Horrillo e Iván García Cortina, rodadores que no centraban sus aptitudes en la montaña.

Para anunciar el fichaje de Landa, el Soudal Quick-Step ha publicado este miércoles un vídeo en sus redes sociales en el que dos mecánicos brindan con la cerveza sin alcohol que patrocina al equipo belga. "Sería un magnífico fichaje", dicen de Landa, perfectamente ajustados al guion. La pieza audiovisual, eso sí, concluye en un silencio extraño con el nombre del ciclista alavés en pantalla.

Quién sabe si el motivo, más allá de la mera anécdota, esconde otras razones de peso. El fichaje de Landa, 19º en el último Tour de Francia, lejos de los favoritos en todo momento —a más de una hora de Vingegaard y Pogacar en París—, parece algo descontextualizado en ciertos rincones del pelotón. Más aún si el futuro de Evenepoel, como apuntan algunos, no está del todo claro.

"Hay un fichaje [para la próxima temporada] que se da por hecho. Y es el de Remco [por Ineos-Grenadiers]", aseguró Alberto Contador durante la retransmisión de Eurosport en los pasados Mundiales de Glasgow. "Además, parece ser que se llevaría a un grupo de corredores bastante potente a su alrededor".

El secreto, cada vez más en boca de todos, ha llegado también a los protagonistas, que no parecen del todo contentos con el rumor. "Se habla mucha mierda", lamentó el campeón belga hace solo dos semanas. "No voy a perder más tiempo en esta historia", sentenció Lefevere. El futuro del equipo y, por tanto, el de Mikel Landa, depende de ello.