LA VUELTA

Mikel Landa pierde las opciones de podio en 'casa' y su equipo no se corta: "Si hubiera tenido las piernas de otros días, habría estado con los mejores"

Iljo Keisse, director del Soudal Quick-Step, atiende a Relevo después de que el ciclista alavés se haya dejado 3:20 con el grupo de los favoritos.

Mikel Landa, en La Vuelta 2024./Matteo Roose
Mikel Landa, en La Vuelta 2024. Matteo Roose
Daniel Arribas

Daniel Arribas

Maetzu.- El autocar del Soudal Quick-Step es un funeral. Las caras largas acompañan un silencio que solo rompen los aficionados, que se acercan curiosos buscando al ídolo local; pero no, Mikel Landa no está. No al menos para atender a nadie. El alavés, quinto en la clasificación general al arrancar la etapa de este jueves en Vitoria, su casa, ha perdido más de tres minutos en Maetzu, meta de la 18ª jornada de La Vuelta, tras no poder seguir el ritmo de los mejores en el Puerto de Herrera.

"Ha sido un mal día", resume en exclusiva a Relevo un cariacontecido Iljo Keisse, director deportivo del Soudal Quick-Step. "Todos los equipos de la general estaban adelante y en un momento dado ha habido una aceleración importante del Education First, algo que ya habíamos hablado en el autobús que podía pasar".

"Al final, si Mikel hubiera tenido las piernas de otros días, habría estado con los Carapaz, Rodríguez, O'Connor y compañía, pero no ha podido", ha añadido Keisse, serio en todo momento. "Ha tenido un mal día, ha estado solo y en el grupo de favoritos todo ha ido a la perfección".

"Cuando hemos hecho que el resto esperaran a Mikel, ya era demasiado tarde", añade la mente pensante del conjunto belga, ahora T-Rex. "Había un grupo liderando con diez minutos de renta y todo esto son decisiones que se toman en décimas de segundo. Al final, no es posible correr hacia atrás".

El resultado no puede ser peor para el ciclista de Murguía (Álava). Quinto esta mañana en la clasificación general, a tan solo 53 segundos del tercer cajón del podio, Landa es ahora décimo, a 4:13 del tercer clasificado, Enric Mas, y a 5:38 del líder, Ben O'Connor.

"Está en el autobús, totalmente callado", explica Keisse después de que el alavés no atendiera a los medios de comunicación, como de costumbre, tras la línea de meta. "Ha sido un día muy malo para nosotros, así que creo que es normal que Mikel no quiera hablar con nadie. A mí tampoco me apetece mucho y me gustaría que hubiera salido todo de otra forma, pero es lo que hay".