Aleix Espargaró confiesa qué es lo que más le ha costado en su primera semana como ciclista: "Me estaba mirando todo el mundo"
El ex piloto de MotoGP ha ofrecido su primera rueda de prensa como ciclista del Lidl-Trek, equipo por el que ha fichado hasta finales de 2025.
Jueves 19 de noviembre de 2024. Pasadas las cuatro de la tarde, Aleix Espargaró da su primera rueda de prensa como ciclista del Lidl-Trek desde Andorra. Si alguien lee estas dos primeras líneas hace poco más de un mes, ya no digo hace un año, hubiera reído a carcajadas, probablemente tachando a este medio como un distribuidor de bulos e inocentadas.
Lo cierto es que a sus 35 años, y tal y como avanzó Relevo el pasado 12 de diciembre, Espargaró ha fichado por el conjunto norteamericano, cuarta mejor estructura del ranking UCI solo por detrás del UAE Team Emirates de Tadej Pogacar, el Visma-Lease a Bike de Jonas Vingegaard y el Soudal Quick-Step de Remco Evenepoel.
Superado el revuelo y la incredulidad inicial, Espargaró aterrizó en Denia, lugar elegido por el Lidl-Trek para la concentración de pretemporada, y vivió una adaptación a marchas forzadas. "Lo que más me costó fue entrar al comedor y que hubiera 170 personas mirándome, como preguntándose ¿y éste qué hace aquí?, ¿Este tío no era piloto de motos?", ha explicado el de Granollers a Relevo en un encuentro virtual con otros medios de comunicación.
"Me ha costado un poco eso, coger el hilo", ha añadido Espargaró. "Al final, el Lidl-Trek es un equipo enorme, es exagerado. Hemos tenido un montón de reuniones con Trek, con SRAM, con Santini. He hecho muchísimas horas de entrenamiento, cinco o seis cada día, pero he recuperado muy bien, porque al final he descansado mucho y he comido muchísimo, más de lo que estaba acostumbrado hasta ahora".
"Aun así, tenía un poco de miedo, porque éste es un equipo con muchas estrellas y lo último que quería yo era ser el centro de atención", ha continuado el catalán con una sonrisa que delata su estado de ánimo. "Al final, he pasado muchas horas con ellos, muchas de ellas en carretera y otras tantas en el hotel, y me han tratado de maravilla. A muchos les gustan las motos y me han preguntado casi más ellos a mí que yo a ellos. La verdad es que he vuelto a casa con una sonrisa de oreja a oreja".