BOXEO

El pasado oscuro de Tyson no ha sido freno para seguir siendo un héroe nacional: "Te amamos, Mike"

Mike Tyson ha recibido el cariño del público durante toda la semana de su pelea ante Jake Paul. Sus fans confiaron siempre en la victoria de la leyenda.

Mike Tyson subiendo al ring para su pelea con Jake Paul. /AFP
Mike Tyson subiendo al ring para su pelea con Jake Paul. AFP
Álvaro Carrera

Álvaro Carrera

Arlington (Texas) - Sentarse en las puertas del AT&T Stadium de Arlington (ciudad metropolitana de Dallas) era como pasear por el pasado. Cientos de fans aparecían ataviados con el merchandashing oficial del duelo entre Mike Tyson y Jake Paul, pero otros tantos lucían con orgullo camisetas del pasado de la leyenda. Había de sus combates más legendarios y de los últimos. Mike ganó su último campeonato mundial del peso pesado en 1996, pero eso no importaba para sus acérrimos. "No tiene fans, tiene hooligans", comentaba un veterano fotógrafo a Relevo.

"No importa lo que pase esta noche, te amamos Mike", apuntaba un aficionado vestido con una camiseta de su pelea contra Frank Bruno. "Estuve aquella noche en Las Vegas y he querido acompañarle hoy. Le cerrará la boca a Paul", añadía el fan. Tyson es un deportista que ha transcendido su deporte. Con 58 años sigue siendo conocido mundialmente. Había gente que vivió el esplendor de Iron, pero también otros que no habían visto muy poco de él. "Mi padre me aficionó al boxeo con sus vídeos. Poder ver esa energía en directo no se puede pagar con dinero", comentaba otra persona que no superaba los treinta años.

"Es un combate generacional", apuntaba un directo de Netflix a Relevo. Totalmente. Las caras de los presentes reflejaban esa disparidad de edad. Mike gusta a sus fans de toda la vida, pero también a toda una generación que le ha conocido como podcaster, actor, dueño de una empresa de marihuana… todo lo extradeportivo no importaba a ninguna de las personas que iban allí para apoyarle. "Va a ganar. No tengo ninguna duda", repetían casi como un mantra todos al ser cuestionados.

Mike mostró también el cariño hacia el público en la previa. Durante la conferencia de prensa le gritaron un "I love you" antes de su primera intervención. "I love you too", le respondió la leyenda antes de empezar a hablar. Su versión 'zen' no incluyó un gran discurso, pero siempre tuvo a los aficionados presentes. Era consciente que por primera vez boxearía ante tanta gente (más de 80.000 personas) y eso es gracias, en parte, a que sus incondicionales siempre le han apoyado.

No ha sido sencillo, ya que muchos de sus actos han sido difíciles de justiciar. Estuvo en prisión por una violación, algo que es pasado para los estadounidenses. "Eso fue hace muchos años y ya pagó su pena. Su figura como deportista está por encima de todo", defendía un matrimonio de Oklahoma que viajó a verle boxear. Esa es la visión americana. Lo malo sucedido tienden a olvidarlo. Tampoco querían hablar del mordisco en la oreja de Holyfield o cualquiera de sus múltiples escándalos. "Hoy está aquí y eso es lo que importa", zanjaban.

Es cierto que todo pasa en Estados Unidos. El propio Holyfield estuvo presente en la pelea. También algunos de sus otros rivales como Roy Jones o Lennox Lewis (todos estuvieron en la retransmisión televisiva). Nadie quería perderse su regreso. Es un héroe nacional, pese a todo, y se demostró durante toda la previa. Ninguna persona dudaba de su derrota y era favorito si hablabas con el público. Los abucheos a Paul dejaban clara la posición de los presentes, aunque las apuestas decían otra cosa.

La derrota no importó. Los mismos que entraban ilusionados con sus camisetas salían con una sonrisa del AT&T Stadium. Durante unos minutos volvieron a momentos pasado y disfrutaron como antaño. Su ídolo les volvió a emocionar.