Cuando Mike Tyson mordió la oreja a Holyfield: qué pasó en aquel combate

El boxeo es el epítome del deporte popular. Una disciplina cuyos orígenes se pueden retrotraer al inicio de la humanidad y que, a lo largo de la historia, ha generado multitud de leyendas a su alrededor. Muchas de ellas nacidas de las calles, del pueblo para el pueblo. Por ello, varios son los boxeadores que han trascendido la esfera del deporte para convertirse en auténticos iconos pop. Una lista de ídolos entre las que se encuentra, sin duda, Mike Tyson.

El chico dinamita fue el boxeador sobre el que giró la industria en la segunda parte de la década de los 80 e inicios de los 90. Para muchos, el último peso pesado legendario de la historia. Al menos, el último que consiguió un estrellato global desde el cuadrilátero. Permaneció como campeón indiscutible de los pesos pesados desde 1987 a 1990 al unificar los títulos de la Federación Internacional de Boxeo, el Consejo Mundial de Boxeo y la Asociación Mundial de Boxeo. Además, se hizo especialmente notable tanto por lo contundente de su puñetazos, por ejemplo ESPN le nombró como el mejor pegador en los pesos pesados de la historia.

No obstante, Tyson también fue siempre un boxeador muy polémico. Tanto por su personalidad como por sus problemas con la justicia, que le llevaron a ingresar en prisión en 1992 condenado por violación. Una acusación que él siempre negó. Aunque recibió una pena de seis años, finalmente estuvo internado tres años y ocho meses por buen comportamiento. Cuando salió en libertad, Tyson tenía 29 años. Inmediatamente retomó su carrera y fue entonces cuando sucedió uno de los episodios más infamemente célebres de su trayectoria: el mordisco en la oreja a Evander Holyfield.

Para entender por qué Mike Tyson mordió a Evander Holyfield en la oreja es necesario comprender el contexto único en el que se desarrolló la rivalidad entre ambos colosos. Sobre todo, porque tardaron muchísimo en verse las caras sobre un cuadrilátero. Es importante tener en cuenta que, durante una época, Holyfield fue el rey absoluto del peso crucero, al mismo tiempo que Tyson reinaba con puño de hierro en los pesados. De hecho, el poder enfrentarse a Iron Mike fue el motivo por el que The Real Deal subió de categoría en 1988.

En 1990 los dos púgiles acordaron por fin una pelea entre ambos, aunque nunca se celebró. Tyson perdió el título mundial en su defensa previa ante Buster Douglas, quien fue finalmente el que se midió a Holyfield en la fecha acordada. Holyfield se proclamó campeón y, como consecuencia, volvió a acordar una nueva pelea contra Tyson para 1991. Sin embargo, una lesión primero y la entrada a prisión de neoyorquino después imposibilitaron el ansiado careo hasta el 9 de noviembre de 1996.

Como decíamos, Tyson salió de la cárcel en 1995 y, rápidamente, se volcó en retomar su carrera deportiva. Ganó el título del Consejo Mundial de Boxeo, aunque le sería retirado por negarse a defenderlo frente a Lenox Lewis, y también el de la Asociación Mundial de Boxeo. Este sería el cinturón que puso en liza en su primer combate contra Holyfield. Aunque el de Georgia había sido ya campeón del mundo de los pesos pesados en dos ocasiones, fue considerado la Cenicienta del combate. Tyson era el campeón, favorito y el principal reclamo, como lo demuestran los 30 millones de dólares que se embolsó por los 12 millones que se llevó su oponente. Sin embargo, Holyfield ganó el combate por KO técnico en el undécimo asalto.

La primera pelea entre Tyson y Holyfield fue un éxito absoluto, por lo que rápidamente se programó una revancha. Finalmente, Tyson - Holyfield II fue programado para el 28 de junio de 1997 en el MGM de Las Vegas. Desde el principio, el combate fue planteado como un evento planetario. La pelea batió todos los récords de venta en PPV. Holyfield, ahora campeón, cobró una bolsa récord de 35 millones de dólares, una cantidad que no fue superada hasta 2007 por Óscar de la Hoya. Por su parte, Tyson volvió a percibir 30 millones.

Aunque de cara a la galería Tyson se tomó con deportividad su derrota en 1996, llegó a decirle a su rival "muchas gracias, tengo mucho respeto por ti" en la conferencia posterior al evento, en realidad estaba sediento de venganza. No hay que olvidar que aquella había sido su segunda derrota únicamente, además de que se encontraba inmerso en una carrera por recuperar el tiempo que había perdido durante su encarcelamiento.

Sin embargo, una vez que los dos titanes se volvieron a ver frente a frente, Holyfield volvió a dominar. Los dos primeros asaltos cayeron del lado del campeón, lo que probablemente puso nervioso a Tyson. En el tercer round, Tyson mordió la oreja derecha de Holyfield. Le arrancó un trozo pequeño de cartílago, que escupió sobre la lona. Pese a que aquello fue un escándalo, los árbitros no pararon la pelea pues había demasiados intereses en liza. Cuando se reanudó el combate, Tyson se lanzó en esta ocasión a morder la oreja izquierda. Ahora sí, la pelea se detuvo.

Una vez se suspendió el combate, se montó un lío tremendo en el ring. Tyson fue descalificado por morder a su rival, lo que implicaba que Holyfield mantuvo el cinturón de campeón. Según su versión tras el combate, Tyson mordió a Holyfield como respuesta a los cabezazos que este le estaba propinando durante el combate.

Como consecuencia a su comportamiento, Mike fue multado con tres millones de dólares, que le fueron retirados de la bolsa que debía cobrar por la pelea. Además, el estado de Nevada le retiró la licencia de boxeo por algo más de un año.

Una vez que ambos púgiles se retiraron, los dos protagonizaron varias apariciones públicas demostrando que, pese a la tensión vivida, se encontraban en buenos términos. Holyfield perdonó públicamente a Tyson y ambos rentabilizaron el incidente. Por ejemplo, Iron Mike sacó una línea de snacks inspirados en aquel episodio, que se llamaron Mike Bites (mordiscos de Mike). Por su parte, Holyfield protagonizó algunos anuncios en los que se hacían referencia a aquel ya histórico mordisco.