BOXEO

Qué fue de Holyfield, boxeador a quien Tyson le mordió la oreja

Más allá del infame mordisco, Evander Holyfield fue uno de los pesos pesados más exitosos de la historia.

Holyfield con su oreja mordida./Reuters
Holyfield con su oreja mordida. Reuters
Javier Mercadal

Javier Mercadal

Evander Holyfield es uno de los mejores pesos pesados en la historia del boxeo. Lo cual tiene mérito, pues no siempre perteneció a la división heavyweight ni mucho menos. De hecho, comenzó compitiendo en peso semipesado para después hacerse un nombre en la división crucero. En realidad, cabría matizar que se convirtió en una leyenda de los cruceros, pues fue el primer boxeador en unificar los títulos mundiales del peso crucero de la Asociación Mundial de Boxeo (AMC), el Consejo Mundial de Boxeo (CMB) y la Federación Internacional de Boxeo (FIB).

Sin embargo, la carrera de Holyfield no se puede entender en toda su dimensión sin contar su rivalidad con Mike Tyson. Incluyendo, claro, aquel infame combate en el que Iron Mike le mordió la oreja, y que ha logrado trascender la esfera del boxeo para convertirse en parte de la cultura popular del siglo XX. Sobre todo, porque enfrentarse a Tyson fue la principal razón por la que Holyfield subió a la categoría de los pesos pesados. Al fin y al cabo el chico dinamita era el boxeador más famoso del planeta, por lo que medirse contra él implicaba dinero y fama aseguradas.

La rivalidad entre Holyfield y Tyson

Sin embargo, el esperado choque tardó mucho en producirse. En 1990, Tyson aceptó un combate contra Holyfield, sin embargo perdió el título en una pelea previa por lo que The Real Deal terminó peleando contra James Douglas, quien era el campeón. Holyfield ganó aquel combate por KO y se convirtió en campeón mundial de los pesados por primera vez. Entonces, la idea pasó a ser que el careo se produjese en 1991, pero una lesión de Tyson primero y su entrada en prisión después, hicieron imposible la ansiada pelea.

En total, Tyson y Holyfield se enfrentaron en tres ocasiones a lo largo de su carrera; una en categoría amateur y dos veces como profesionales. En el primer combate profesional entre ambos finalmente sucedió el 9 de noviembre de 1996 en Las Vegas. Tyson llegó a la pelea como campeón de la AMC. En realidad, también era el campeón del CMB, aunque perdió el título por negarse a defenderlo frente a Lennox Lewis. Holyfield, quien había sido dos veces campeón del Mundo, llegó a la disputa como la teórica Cenicienta. Quizá por eso, sorprendió a Iron Mike con un KO técnico tras 11 asaltos.

La revancha llegó el 28 de junio de 1997 con el ya célebre Tyson - Holyfield II, el ruido y la furia. Una pelea que batió todos los récords de venta por PPV y que terminó con el ya célebre incidente del mordisco. Fue la última vez que los dos colosos cruzaron sus caminos en un cuadrilátero. Aunque no fue el final de la carrera de Holyfield como boxeador, ni mucho menos.

Qué pasó con Holyfield tras el mordisco de Tyson

Evander Holyfield se retiró del boxeo de manera oficial en octubre de 2012, cuando tenía 50 años. En total, a lo largo de su carrera, acumuló un récord de 44 victorias (29 de ellas por KO), 10 derrotas (2 por KO), 2 empates y 1 combate anulado. Fue campeón unificado del peso crucero y cuatro veces campeón Mundial de los pesos pesados. Además, se convirtió en uno de los boxeadores más populares de su generación, con apariciones en películas, series de televisión, videojuegos, anuncios, etc.

Se calcula, que a lo largo de su carrera profesional, Evander Holyfield ganó unos 250 millones de dólares entre pagos por pelear y otros ingresos económicos. Por ejemplo, su bolsa por aceptar la revancha contra Tyson en 1997 fue de 35 millones de dólares, que permaneció hasta 2007 como el mayor pago de la historia a un boxeador por un combate. Sin embargo, según publicó The Independent, pese a todas sus ganancias, Holyfield se arruinó tras colgar los guantes y en 2012 se declaró oficialmente en bancarrota.

Cómo se arruinó Evander Holyfield

Aunque parezca mentira, la suya es una historia bastante común entre las estrellas del deporte. Sobre todo en Estados Unidos. Tanto que la cadena de televisión norteamericana CBS fue capaz de armar un programa llamado Back in the Game cuya premisa era ayudar a deportistas que lo habían perdido todo una vez se habían retirado. Precisamente, fue en este espacio donde Holyfield detalló como había llegado a la bancarrota.

Fundamentalmente, Evander Holyfield se arruinó por una concatenación de decisiones e inversiones económicas equivocadas. Sin duda alguna, su mayor error fue la compra de una mansión gigantesca en Georgia. En 1994, durante los días de vino y rosas, The Real Deal decidió adquirir una casa a la altura de su estatus en el mundo del boxeo. Así, se hizo con una propiedad de 16.000 metros cuadrados, en la que construyó una mansión de 109 habitaciones, que incluía una piscina gigantesca de 1,3 millones de litros o un salón capaz de albergar a más de 100 invitados sentados.

El coste total de la obra se desconoce. Sí se sabe que, según declaró Holyfield a The Atlanta Journal Constitution, la mansión necesitaba al menos una inversión de 1 millón de dólares anual para mantenerse operativa. Finalmente, según publicó de The Sun, el boxeador tuvo que deshacerse de la casa tras no poder afrontar una hipoteca de 11 millones de dólares. El rapero Rick Ross adquirió la propiedad en 2014 por un precio desconocido, pero se cree que pudo rondar los 7,5 millones de dólares. Una ganga respecto a todo lo invertido por Holyfield.

Además de su nefasta inversión en ladrillo, Holyfield tuvo varios negocios que salieron mal. Por ejemplo, se calcula que perdió unos 10,5 millones de dólares con una cadena de restaurantes fallida o unos 2,9 millones en su discográfica Real Deal Records.

Más allá de sus inversiones, el estilo de vida despreocupado que Holyfield vivió durante sus años de éxito en el ring también le pasó factura después. Por ejemplo, el púgil tuvo un total de 11 hijos con seis mujeres diferentes, lo que implicó múltiples pensiones de manutención. Además, se ha insinuado en más de una ocasión que varias de las compañías de las que se rodeó durante su etapa en activo, en realidad, se aprovecharon de su situación económica privilegiada. "No tuvo un equipo para proteger su dinero mientras ganaba millones, y hoy no hay nadie de su lado que lo ayude a establecer su marca de primera línea", resumió Álex Rodríguez, presentador de Back in the Game y uno de los jugadores de béisbol más famosos del mundo, durante el programa.