Un triple de Tatum sobre la bocina de la prórroga evita la debacle del campeón ante el peor equipo de la NBA
Falló el tiro para ganar en el cuarto periodo, pero se recuperó en el tiempo extra. Y Boston ya espera a los Cavaliers.
Llegaban los Raptors a Boston con la etiqueta de posible víctima. El equipo canadiense aterrizaba en segunda noche de back-to-back tras perder con Detroit en casa 24 horas antes, confirmando el peor récord de la NBA con solo dos triunfos. Lo hacía, además, sin Scottie Barnes, su All Star, Immanuel Quickley, el base titular, y otros tantos jugadores de rotación. En un lado el campeón, con dos días de descanso, y al otro un equipo cuyo objetivo se llama Cooper Flagg y juega en Duke. Y los Celtics necesitaron un triple de Jayson Tatum sobre la bocina de la prórroga para llevarse el partido. Y si no pudieron hacerlo antes fue porque el propio Tatum falló el tiro para ganar.
Metió 24 puntos, cinco triples y se quedó a un pase de canasta del triple-doble Tatum, que si no lo logró fue porque los Celtics lanzaron un poco habitual 34.4% en el triple. Metieron 21, pero porque tiraron más de 60 para contrarrestar el destrozo que Jakob Poeltl hizo en la pintura verde. El pívot de los Raptors metió 35 tantos, el máximo de su carrera, con 12 rebotes, la mitad en ataque. Y sin Porzingis, Poeltl hizo lo que quiso contra Neemias Queta o Luke Kornet. A su lado, RJ Barrett firmó uno de los mejores partidos de su carrera. Con tanta baja, Darko Rajakovic no tuvo otra opción que poner el balón en sus manos y el canadiense respondió con un triple-doble: 25 puntos, 15 asistencias (máximo de carrera) y 10 rebotes.
De nada sirve cuando Tatum demuestra por qué es uno de los mejores jugadores del planeta con un triple de más de ocho metros para ganar. Es el segundo tiro ganador de Jayson sobre la bocina en su carrera, tras el logrado ante los Nets. Pero es su duodécimo tiro para empatar o poner a los Celtics por delante en los últimos cinco segundos de partido desde que llegó a la NBA, el que más en toda la NBA empatado con DeMar DeRozan. Nadie más ha superado los nueve de Steph Curry y Nikola Jokic. Y anoche no le importó fallar el primero, en el cuarto periodo, y respondió cinco minutos después. Aunque la jugada estuviera diseñada para Jaylen Brown que acabó en el suelo. "Había fallado muchos tiros en la segunda parte, uno tenía que entrar", dijo Tatum segundos después del triunfo.
Uno que sufrieron más de la cuenta. El año pasado Boston atropelló a casi todos sus rivales inferiores. Solo Charlotte les supo dar la sorpresa, y necesitando tiempo extra, antes de que sentenciaran el seed #1 del Este y se dejaran ir, cuando perdieron dos veces ante Atlanta. En lo que va de temporada ya han vuelto a perder con los Hawks y han necesitado una prórroga ante los Nets de Jordi Fernández y anoche contra Toronto Raptors. El récord es el mismo que el año pasado a estas alturas (11-3) pero la sensación es distinta. Y sí, falta Kristaps Porzingis, Jaylen Brown se ha perdido tiempo y no jugó Jrue Holiday; pero el campeón tiene talento y profundidad suficiente para no tener que estar ganando partidos sobre la bocina. Sobre todo porque el siguiente reto será mucho más complicado.
El martes, quien visita el TD Garden son los todavía invictos Cleveland Cavaliers del 'español' Kenny Atkinson. Con un 14-0 y el partido ante los Hornets pendiente, que juegan esta noche, los dos cocos de la conferencia Este se enfrentan en un duelo de gigantes. Y en esos Boston se ha visto más fuerte, habiendo ganado dos veces a Milwaukee, aplastado a los Knicks y solo habiendo caído ante los Warriors. Los Cavs serán la verdadera prueba de estos Celtics, y el campeón el gran escollo de Cleveland en este inicio perfecto.
Resultados de la noche
- Milwaukee Bucks 114-115 Charlotte Hornets
- Toronto Raptors 123-126 Boston Celtics (OT)
- LA Lakers 104-99 New Orleans Pelicans
- San Antonio Spurs 93-110 Dallas Mavericks
- Utah Jazz 117-121 Sacramento Kings
EL RESTO DE LA JORNADA
¿Quién frena a De'Aaron Fox?
En la NBA existe un concepto denominado victorias feas. Son aquellas que llegan con el equipo jugando lejos de su mejor nivel, sufriendo más de la cuenta y casi a la desesperada, pero que cuentan igual en la clasificación. La de Boston es un ejemplo, y tanto Lakers como Mavericks lograron esta madrugada una cada uno: por el rival, por el resultado y por el nivel de juego exhibido, sobre todo el equipo de Los Angeles.
Porque llegaron a New Orleans y se encontraron unos Pelicans con cuatro titulares lesionados y sus dos mejores suplentes apartados, en segunda noche de back-to-back tras jugar ante Denver 24 horas antes, y aun así necesitaron a Batman y Robin. Anthony Davis siguió su carrera hacia el MVP con 31 puntos y 14 rebotes, imparable y diferencial en la zona ante el novato Yves Missi. A su lado, LeBron James, que si buen no firmó un triple-doble tras conseguir cuatro consecutivos, sí metió dos triples en los últimos dos minutos que garantizaron el triunfo. El primero para poner a los Lakers por delante; el segundo, para abrir la diferencia a dos posesiones. Aunque fue el rookie Dalton Knecht el que cerró la victoria desde el tiro libre. Metió 27 otra vez como titular y con el premio tan barato, ¿candidato a Rookie del Año?
Los Mavericks se vieron con los Spurs, también en segunda noche de back-to-back, y también con una baja importante: no estaba Victor Wembanyama. El gigante francés fue ausencia por unas molestias en la rodilla, algo que aprovechó Daniel Gafford. Metió 22 desde el banquillo, el máximo anotador para Dallas que pudo dosificar a Luka Doncic (16 puntos) y Kyrie Irving (22 puntos, 8 rebotes), ambos en 28 minutos. Sin Wemby, solo Zach Collins pudo superar los 14 puntos en una noche para el olvido en ataque. Fallaron 60 tiros y no llegaron al 28% en el triple en un partido que sirvió para dar minutos y rodaje a los más jóvenes. Dallas sigue fuera de playoff, pero se queda a solo dos partidos de los puestos directos donde duerme Denver.
Otro que no está en playoff, y no se le espera a corto plazo, son los Bucks. Volvieron a perder con otra decisión arbitral polémica, con otro partidazo de Giannis y con otro equipo de la parte baja. En Charlotte, Antetokounmpo acabó con 22 puntos, 15 rebotes y 12 asistencias. Pero el griego falló el tiro para ganar, se conformó con una media distancia y los Hornets se quedaron la victoria de la mano de LaMelo Ball. Metió 26 el base con un perfecto 11/11 desde la línea de tiros libres para hundir a Milwaukee un poquito más. Y son cuatro victorias en 13 partidos, el sexto peor récord de toda la NBA. Rezando están en Wisconsin para que Lillard se recupere rápido y los tobillos de Khris Middleton sanen milagrosamente.
La noche la cerró, como el viernes, el show de De'Aaron Fox. El base, que metió 60 la madrugada anterior, se fue a 49 en el triunfo ante los Jazz. Y esta vez sí que sirvió para la victoria pese a las bajas de Domantas Sabonis, DeMar DeRozan y Malik Monk, los otros tres anotadores de Sacramento. Los 109 puntos que metió Fox en partidos consecutivos son la 55 mejor marca de la historia, 40 de las cuales le corresponden a Wilt Chamberlain. Superó los 25 puntos de Markkanen y lo sentenció desde la línea de tiros libres. Sonríe Sacramento, aunque Fox espera no tener que promediar 55 puntos la próxima semana.