NBA

El peor LeBron desde 2006: fatiga, 19 triples seguidos fallados y por primera vez, la edad empieza a pesar

Los Lakers han perdido cinco de los últimos siete y James está, ahora mismo, en su peor versión. ¿Hay solución?

LeBron James atraviesa un momento delicado. /AFP
LeBron James atraviesa un momento delicado. AFP
Alejandro Gaitán

Alejandro Gaitán

El 27 de octubre, tras ganar sus primeros tres partidos, los Lakers eran líderes de la conferencia Oeste. Anthony Davis había empezado el año como candidato al MVP, JJ Redick servía como revolución en el vestuario y LeBron James, fiel a su constancia, firmaba su primer triple-doble de la temporada. Una semana más tarde, el equipo angelino caía al séptimo lugar tras un balance de 1-4 y tocaban fondo con la cuarta derrota en cinco partidos. Volvía la Copa y aparecía el mejor LeBron: cuatro triples-dobles seguidos y seis triunfos devolvían a los Lakers al tercer lugar, por delante de Denver, Dallas, Phoenix o Minnesota. Y del cielo al infierno absoluto, del que todavía no han podido salir.

Y lo peor de la racha que acumulan es que LeBron James, el principal argumento de estos Lakers, parece humano por primera vez en su carrera. El equipo ha perdido cinco de los últimos siete desde que Franz Wagner asaltaba el Crypto Arena con un triple a falta de tres segundos. Desde entonces, los Lakers se apagaron en el segundo tiempo ante Denver (70-39) y Phoenix (65-40), se quedaron en 93 puntos ante la mejor defensa de la NBA, salvaron la debacle en la pista de los Jazz y vieron como los Timberwolves les daban un correctivo importante. Y anotaban 80 esta vez, la peor marca de la franquicia desde 2017 y el registro más bajo de un equipo en la NBA esta temporada. El concepto que usaba Redick para describir la ofensiva de su equipo era "aberración".

Y los ojos están puestos sobre su estrella, LeBron James. Porque el nivel mostrado, especialmente en las últimas noches, está lejos de su mejor versión o incluso de una que sirve para mantener a los Lakers a flote. Errático en el tiro, tomando decisiones precipitadas con en balón en las manos, tarde en defensa y su físico, herramienta diferencial por dos décadas, ha mostrado signos de debilidad. En parte porque LeBron es, ahora mismo, el décimo jugador con más minutos disputados (734) y vigésimo sexto en minutos por partido. La fatiga acumulada de querer jugar los 82 partidos empieza a pasar factura, y eso se nota en el rendimiento de James, que desde el partido ante Orlando, ha mostrado una de sus peores versiones en toda su carrera. 

Faltaban 7:12 para el final del partido en Phoenix, con los Lakers 25 puntos abajo, cuando LeBron James se levantó para el triple. Era el segundo que convertía en la noche, autor de 18 puntos, pero poco pudo hacer para evitar la paliza de los Suns (127-100) y la eliminación de la Copa NBA. El triple servía para empatar a su excompañero Kyle Korver como séptimo máximo anotador desde la larga distancia, con 2450 aciertos. Desde entonces, LeBron ha fallado 19 consecutivos: dos ante los Spurs, cuatro contra Oklahoma, los nueve que intentó en Utah y anoche, cuatro más en la derrota ante los Timberwolves, 0/19. No solo desde el triple, en los seis últimos partidos no ha superado el 45% en tiros de campo y un promedio de 39.8%. 

Se trata de la segunda peor marca de LeBron en su historia en una serie de seis partidos. Solo en febrero de 2006, cuando enlazó seis partidos y un combinado 38.9% en el tiro de campo, vio el aro más pequeño. Hace casi 20 años que no se veía un Lebron James tan humano, combinado con 30 pérdidas y apenas 101 puntos, el peor registro también en un periodo de seis partidos consecutivos. Y cuando entramos en diciembre, mes en el que LeBron James cumplirá los 40 años, es momento de plantearse si por fin, tras 22 temporadas en la NBA y 25 en el epicentro mediático, al elegido le está empezando a pesar la edad. Si ya no es el superhéroe que vimos por televisión por más de dos décadas, y solo un jugador NBA. 

Uno, por cierto, que no está teniendo un impacto positivo en los Lakers. El equipo ha atacado 8.1 puntos mejor por cada 100 posesiones con James en el banquillo, y la defensa es 7.7 puntos más efectiva sin LeBron. El diferencial, entre tener a LeBron en pista o no, son 15.9 mejor cuando está sentado. Si añadimos el factor Anthony Davis, los números preocupan todavía más: -7 con las dos estrellas, -6.7 con solo LeBron y +10.4 cuando está únicamente Davis en pista, sin James. "Nuestra ofensiva es desagradable ahora mismo" decía el 23 tras la derrota en Minneapolis. ¿Es LeBron el motivo de que la ofensiva sea tan mala las últimas semanas? No, no el único, pero sí el que mayor impacto tiene. Porque el plan de Redick pasaba por él.

Que LeBron fuera capaz de jugar sin balón y de tirar más triples, según explicaba el propio Redick en pretemporada. Empezó la temporada con un 43% lanzando casi seis por noche, lo que habría sido su cifra más alta en porcentaje. Pero con la minutada en las piernas y el 0/19, James ha bajado a un 34.5% y por primera vez desde 2018, no llega a los dos convertidos por partido. El nivel de Anthony Davis, los problemas físicos de Austin Reaves y la irregularidad de Dalton Knecht son también factores que influyen, por activa o pasiva, en la producción de LeBron al que le han cortado las canastas fáciles: está en mínimo desde 2021 en puntos en transición y 2015 en bloqueo directo. Vías de anotación que el LeBron de antaño dominaba y que hoy ya no tanto. 

A punto de cumplir los 40 años, la de LeBron es la decimocuarta temporada de un jugador en esa edad o más. Nunca nadie había jugado más de 28.9 minutos, y James está en 35. Nunca nadie un jugador había anotado 15 puntos por partido, y LeBron promedia 22. Será el tercer All Star, junto con Kareem en 1988 y 1989. Pero si los Lakers quieren optar a algo, o fantasear con la mejor versión de LeBron, necesitan amortizar sus esfuerzos. De poco sirve jugar en la derrota ante los Pistons o casi 38 contra los Spurs y Pelicans si luego el equipo no puede responder contra Cleveland, Minnesota o los Thunder. Porque el anillo, o los playoff, serán contra ellos. Y sin LeBron es impensable imaginar un triunfo de los Lakers.