Anthony Davis, un MVP para soñar con el quinto anillo de LeBron James
Ha empezado la temporada a un nivel diferencial y JJ Redick le ha dado las llaves del equipo.
En la escala de la NBA, el talento individual se mide en cuán lejos estás de Nikola Jokic. El serbio es, de manera unánime y acertada, el mejor jugador del planeta y el resto vienen detrás. Luka Doncic, Giannis Antetokounmpo o Shai Gilgeous-Alexander, todos finalistas al MVP en los últimos años, son candidatos a estar justo detrás. Joel Embiid, cuando por fin recupere su mejor nivel o las leyendas que están más cerca de la retirada, Steph Curry, Kevin Durant y LeBron James se asoman. Pero ninguno de ellos está siendo tan eficiente y efectivo para su equipo como Anthony Davis, tan diferencial de un año a otro, tan claro como referente. Y además, con LeBron James al lado.
La última vez que el Rey le prestó su equipo a un compañero fue en 2011. Por aquel entonces, James acababa de firmar por los Heat y entendió que los galones todavía le correspondían a Dwyane Wade. El final de la película es conocido por todos, Miami perdió las finales ante Dallas y LeBron se convirtió el siguiente trienio en el jugador más dominador que se ha visto este milenio. Pero ahora la diferencia no son galones, sino el momento de cada uno. James cumplirá 40 años en apenas 40 días, está en su temporada 22 y tiene en Anthony Davis uno de los mejores jugadores del planeta en ambos lados de la pista. Poner el peso de la defensa en Anthony Davis era obvio; apostar por él en ataque ha sido una decisión de JJ Redick, y beneficia a todos.
Al que más, al propio Davis. Está promediando 31.1 puntos, segundo en la NBA tras Giannis Antetokounmpo y máximo de su carrera con diferencia, y 11.2 rebotes, octavo tras siete jugadores internacionales. Es el séptimo jugador con más tapones, dos por noche, lejos de los 3.7 de Wemby y aportando 2.6 asistencias. Pero mucho más allá de los números, es el peso que tiene en estos Lakers. Su ratio de uso, posesiones que finalizan en sus manos, es el más alto del equipo por encima de LeBron James (31.8 por 25.9). JJ Redick avisó que estos Lakers buscarían al pívot en ataque y ha respondido con creces, metiendo un 42.9% de sus triples incluso.
Todas las estadísticas avanzadas le tienen como el mejor jugador de la plantilla, siendo el jugador total para unos Lakers que están cuartos en el Oeste. Y esa será, al final de la temporada, la métrica que mejor regulará si puede luchar por el MVP o no. Nikola Jokic vive al margen de la ley, promediando un triple-doble con un 62% de tiro efectivo y liderando la NBA en rebotes y asistencias, pero el resto de candidatos necesitan ganar. Los Celtics de Tatum, segundo en el MVP Ladder de la propia NBA, o los Thunder de Shai Gilgeous-Alexander, favorito en verano, están arriba. Y ahí necesitan acabar los Lakers si Davis quiere recibir votos por el MVP, algo que no sucede desde 2020.
El otro gran beneficiado está siendo LeBron. Primero porque las defensas tienen un problema más importante, cerrándose en la pintura. Y segundo, por el premio de poder dosificar mientras juega sin balón, reservándose para los finales. Ante New Orleans, anoche, metió dos triples abiertos para remontar y abrir la brecha en el último minuto y medio. Los Lakers han ganado una mejor versión de Davis, y un LeBron con menos peso y más descanso pensando en los playoffs. Por ahora el plan de Redick está saliendo a la perfección, y todavía falta que conviertan a D'Angelo Russell en una pieza del gusto del entrenador. Aunque eso será en febrero.