Facu Campazzo dinamita el Palau en un partido de locura

Un Clásico siempre tiene su aquel. Más que cualquier partido. Lo saben los aficionados. Lo saben los jugadores, los equipos y también la Euroliga. Porque si además de la rivalidad y el buen baloncesto que se vio sobre el parqué, a este se le sumaba el debut de Raulzinho Neto, la presencia en el Palau de Mario Hezonja (el fichaje que pudo ser y no fue) y todo se aliñó con un final de partido loquísimo con una lucha dudosa, que pudo ser falta para unos y otros, que derivó en unos 25 segundos finales de infarto... poco más se puede añadir salvo no una prórroga... sino DOS que finalmente acabaron tiñendo el duelo de blanco (90-97).

La realidad es que el protagonista del partido fue el rebote. El equipo que dominó el rebote, se llevó el cuarto. Y al final esto hizo que la igualdad reinase de forma absoluta. La calidad individualidad de Jan Vesely y de Kevin Punter fueron protagonistas del lado culé. El primero durante los 40 minutos reglamentarios, el segundo en los momentos calientes de la prórroga para forzar la segunda tras empatar a 84. Mientras que por el lado blanco, Edy Tavares y Mario Hezonja en un principio y un Facu Campazzo descomunal, forzando la primera prórroga del partido y que pudo tener dos tiros libres claves en esta, pero los colegiados entendieron que finalmente no hubo falta.

Calidad a raudales, partido de idas y venidas, intensidad, físico, igualdad... que acabó finalmente saliéndole cara a quienes todavía no sabían qué era ganar a domicilio en la Euroliga. Un Real Madrid que saca petróleo, pese al desgaste, consiguió hacer un buen juego colectivo para lograr una victoria que, por sensaciones, le sabe a mucho más.

Se hace repetitivo, pero es que es imposible no mencionarle jornada tras jornada. Facu Campazzo sigue haciendo que parezca fácil lo difícil. Destacando sin hacer a veces ni siquiera mucho ruido hasta el punto de que uno ve el partido, parece que esta vez ha estado más comedido, pero entonces miras las estadísticas y te das cuenta de lo contrario. Es el líder del Real Madrid, el cerebro de los de Chus Mateo y, además, es capaz de emplearse a fondo en defensa como se vio en el Palau. Ese triple para forzar la prórroga es de los que dejan huella. Pero su actuación durante las dos que hubo fueron absolutamente diferenciales. Doble-doble con 18 puntos, 5 rebotes, 10 asistencias, 2 robos y un 32 de valoración.

Jan Vesely es el alma del Barça. El pívot es el eje principal del juego de los de Joan Peñarroya, tanto en defensa como en ataque. Durante el primer cuarto, fue el que mantuvo al cuadro culé cuando el Real Madrid estaba por delante. En el segundo, fue quien logró subir el nivel defensivo de los suyos para darle la vuelta al marcador. Y en el último, exactamente lo mismo, porque fue el que logró aprovechar un mal balance defensivo del Real Madrid para poner el 56-54 en el marcador, después de que los blancos hubieran arrancado por delante los últimos diez minutos de juego. Además, fue capaz de aguantar con dureza todo el partido y cometer su primera falta… a cinco minutos y medio del final. Pero es que si le faltaba algo a su enorme partido… también lo logró. Porque se llevó el aplauso del Palau tras anotar un triplazo que puso el empate a 61 en el marcador a menos de cinco minutos para el final. Partido brillante el suyo con 20 puntos, 8 rebotes, 2 asistencias y 26 de valoración.

"Estar en la diana te sienta bien". Ese sería mi mensaje para Mario Hezonja. Tenía todos los focos sobre él. Es lo que tiene visitar, por primera vez esta temporada, la que fue y pudo volver haber sido de nuevo su casa este verano. Pero la realidad es que no le importó. A Hezonja no le tembló la muñeca para coliderar la anotación de un Real Madrid que, gracias a él, logró darle la vuelta al marcador tras el descanso. El tercer cuarto tomó las riendas del equipo de Chus Mateo con 15 puntos que fueron protagonistas en el parcial del 10-0 con el que arrancó el Real Madrid tras el receso y muy importantes para ese 52-54 con el que se fue el duelo a los últimos diez minutos. Además, cuando volvió a salir a falta de tres minutos del tiempo regular, se le veía organizando a sus compañeros sobre el parqué, lo que muestra que ha dado ese paso al frente como lo que es: referente del Real Madrid. 23 puntos, 7 rebotes, 1 asistencia y 23 de valoración fueron sus números. La calidad del croata quedó más que evidente… al igual que el porqué el Barça quiso ficharle el pasado mes de junio.

La llegada de Netoa la Ciudad Condal ha sido agua de mayo para el Barça. La necesidad de incorporar un nuevo efectivo era imperiosa, tras la baja de larga duración de Nico Laprovittola, y ahora también de Chimezie Metu en el juego interior, algo que merma aún más la rotación. Costó desbloquear la llegada del brasileño, pero hace unos días se hizo tras comprobar que la rotura del tendón rotuliano que lo dejó meses en el dique seco estaría más que superada. Y la realidad es que lo que demostró en su debut con el Barça apunta a que así es. Salió al parqué a 6:39 del descanso. Primera bola que tocó: triple. Segunda: canasta. Y aportó intensidad y chispa tanto en defensa como en ataque. Aún es pronto para ver realmente cómo se adapta y qué puede aportar, pero, desde luego, que su carta de presentación no ha estado nada mal. Y, además, en un Clásico, ante el eterno rival.

El bosnio es uno de los jugadores clave del Real Madrid (de hecho, fue clave para insuflar más ritmo al Madrid en el segundo cuarto). Aunque más allá de por su juego, destacó tras el descanso... ¡por su camiseta! La historia está en que Dzanan Musa hasta hace sólo unos meses llevaba el dorsal 31. ¿El motivo? Que hasta este verano el 13 tenía dueño y señor: el Chacho. En la Supercopa se le vio por primera vez con el dorsal 13, convirtiéndose así en el heredero del número de Sergio Rodríguez. Y desde entonces ha seguido jugando con este número... hasta la segunda parte del Clásico. Durante el paso por vestuarios, Musa se cambió la camiseta. ¿Qué ocurrió? Un error: la serigrafía llevaba el número a la inversa: otra vez el 31. Y ante ello, los árbitros le dijeron que tenía que abandonar el parqué porque en la convocatoria estaba con el 13 (que es con el que salió antes del descanso, de hecho). Total, que se cambió la camiseta y en la siguiente jugada puso volver a pista, pero bueno, ahí quedó la anécdota del Clásico.

No mejora la situación de Willy Hernangómez en el Barça. Y la realidad es que la gran versión de Jan Vensely tampoco es que ayude a que el madrileño pueda gozar de más minutos. 3:21 fue lo que estuvo en pista durante el Clásico en los que tan sólo aportó un rebote... y acabó con -1 de valoración. Y esta poca participación empieza a dejar de ser extraña... que es lo que genera todavía más runrún en torno al que el que es uno de los mejores pagados de la plantilla.

¿Se puede decir que un gigante se ha crecido aún más? Porque eso es lo que hizo Edy Tavares en el Palau: crecerse. El gigante caboverdiano fue el dueño y señor de la zona en un duelo protagonizado por los pívots -su homólogo culé (Vesely) también firmo un partido descomunal- y aportó en todos los sentidos, pero de forma descomunal. Estuvo fino en ataque, imponente en la defensa y fue el seguro absoluto de los de Chus Mateo cuando alguna jugada defensiva fallaba porque ahí aparecía él siempre. 24 puntos, 18 rebotes, 1 asistencia, 1 robo y un descomunal 39 de valoración para él.