ATLETISMO

La montaña rusa de Ana Peleteiro en 12 meses vale por toda una vida de sus rivales

La saltadora gallega ha vivido algunos de los mejores y peores momentos de su carrera deportiva en este 2024, dentro y fuera del tartán.

Ana Peleteiro rompe a llorar al anunciar su cambio de entrenador./AFP
Ana Peleteiro rompe a llorar al anunciar su cambio de entrenador. AFP
José M. Amorós

José M. Amorós

Un año tiene 12 meses y 'solo' 365 días, pero si repasas todo lo que le ha pasado a Ana Peleteiro en este 2024 parece que estás analizando una vida completa de cualquier atleta. Protagonista de éxitos y decepciones, empoderamiento y persecuciones públicas y un cambio de vida radical.

En lo más puramente deportivo, disfrutó de las mieles del éxito proclamándose campeona de Europa y logrando su primera medalla mundial tras ser madre, aunque poco después vivió un mal día en los Juegos Olímpicos que solo le permitió ser sexta en la final de Saint-Denis. Del todo a la nada en apenas unas semanas. Un duro golpe que terminó con el final de su etapa con el entrenador cubano Iván Pedroso, para muchos el mejor entrenador del mundo en los saltos, dejando también Guadalajara para marcharse a vivir a su pueblo donde se crió, a ser entrenada por su marido Benjamin Compaoré. Y lo último: un cambio en el pie de batida y en la dinámica de su salto. En lo social, aumenta su cartera de negocias al ritmo que crecen sus seguidores en redes sociales, donde ha llegado a publicar una denuncia por abuso sexual a una expareja.

Ana Peleteiro afrontaba 2024 motivada e ilusionada como una niña con zapatillas nuevas, pero atravesando un mundo de incógnitas tras convertirse en madre por primera vez solo un año antes y tras disputar una temporada en la que buscó reencontrarse con las sensaciones que la llevaron a ser una de las mejores del mundo. Lo que ni ella, ni nadie a su alrededor podía precedir era lo que iba a terminar ocurriendo en los siguientes 365 días.

Tras no lograr la mínima de rendimiento de la Real Federación Española de Atletismo para acudir al Mundial al aire libre de Budapest en 2023, la siguiente gran cita del calendario se fijaba en Glasgow, en el Mundial de pista cubierta — o short track, como lo ha rebautizado World Athletics — y en un Emirates Arena que le traía muy buenos recuerdos, ya que allí se había proclamado campeona de Europa en 2019.

Y la Ana de la mirada fija en el pasillo de saltos, esa que transmite que algo bueno está por venir, volvió a aparecer. Cuando su pequeña Lúa todavía no tenía ni 15 meses, ya celebró sobre el tartán el primer logró de su mamá con una medalla de bronce que sabía a oro, que le devolvía a la élite con un gran salto de 14,75m. y que le abría las puertas a soñar en el año olímpico.

Una medalla, una lesión grave y un sueño de oro olímpico

"Me atrevo a decir que estoy en mi mejor momento", señalaba en una entrevista con Relevo a mediados de mayo. Una circunstancia que terminó confirmando solo un mes después en el Stadio Olimpico de Roma logrando su primera medalla de oro en un Europeo al aire libre y convirtiéndose en una de las grandes favoritas para los Juegos tras la grave lesión sufrida por su entonces compañera y amiga Yulimar Rojas.

Precisamente el día de la rotura del tendón de Aquiles de la venezolana en el CAR de Sant Cugat en una concentración, Peleteiro se encontraba a apenas unos metros y desveló que terminaron "abrazadas y llorando". En un yin-yang, aquella baja de larga duración le permitía soñar con ser la mejor del planeta y por ello había "dejado de entrenar para ser segunda".

El título de la capital italiana en junio tuvo todavía más mérito por lo que había ocurrido solo unas horas antes del éxito. "Desde que empecé a crear contenido con la ropa de mi país, ESPAÑA, estoy recibiendo innumerables comentarios racistas en las redes sociales", escribía en sus redes sociales ya en el hotel de la delegación española. Y es que un sinfín de mensajes de odio por su color de piel llegaron a sus notificaciones obligándole a 'abandonar' sus cuentas durante los días de competición. Pero no se calló con el oro al cuello en una entrevista exclusiva con Relevo: "Antes decía que España no era un país racista sino clasista, pero ahora no puedo decir lo mismo". Evidentemente, estas palabras se convirtieron en nuevas hordas de odio contra su figura.

La lluvia de París, un adiós a Pedroso entre lágrimas y un cambio de pie

Con dos de dos en los podios internacionales de la temporada y con 28 años, parecían los Juegos Olímpicos ideales para asaltar el gran sueño de Ana: el oro olímpico. Pero ni el día le acompañó ni los milagros a los que tienen acostumbrados llegaron el pasado 3 de agosto. "La lluvia me ha desconecntrado y no he sabido encontrarme", confesaba en zona mixta tras terminar en el sexto puesto. La lluvia llegó tras su mal segundo salto, impidiendo que su mejor momento en las competiciones, en la parte final cuando los nervios atenazan a sus rivales, no pudo llegar en su plenitud en una tabla más que resbaladiza y que despertó el miedo a una lesión grave.

La críticas a su — para sus haters, insuficiente — diploma olímpico le llevaron a refugiarse con los suyos en su rincón más íntimo, en su pueblo de Ribeira (A Coruña). "Renuncié a muchas cosas con mi hija y no conseguir el objetivo me hizo que me viniera todo de golpe, lo encajé peor de lo que lo suelo encajar", llegó a desvelar en una larga entrevista en el podcast de Vicky Martín Berrocal. Y le hizo tomar decisiones y en lugar en el que las tomaba cogió el gran protagonismo.

A su vuelta, un mensaje a Iván Pedroso requiriéndole una quedada que terminaría con su relación profesional que se alargaba desde 2016. "Mi relación con Iván está en perfecto estado", expresó en una rueda de prensa mientras se rompía entre lágrimas al explicar la decisión: "Es una razón personal, yo soñaba con ver a mi hija crecer en un ambiente parecido al que yo tuve cuando era pequeña y aquí [en Guadalajara] no lo estaba teniendo". La inauguración de un moderno módulo cubierto en Ribeira hizo el resto, porque la alfombra roja a su vuelta se tornó evidente e irrevocable.

Pero despertó un fuerte debate sobre la elección de quien dirigiría desde ese momento el futuro profesional: su marido, el también atleta de élite francés Benjamin Compaoré. "Creo mucho en su poder de planificación y creo que va a saber hacerlo porque también me ha visto entrenar", expresaba ante los medios unas semanas antes de una noticia todavía más llamativa: el cambio en el pie de batida a partir de la próxima temporada, a pesar de estar en una fase de madurez y formación completa.

«Una muller de negocios»

En su año de locura, también muchas aventuras fuera de la pista y, como ella misma ha anunciado, preparando su futuro después del atletismo. En primer lugar, con la inauguración de un gimnasio en plena zona noble de A Coruña en sociedad con Crys Díaz, la entrenadora de los famosos y que le ayudó durante su embarazo, y el futbolista del Real Madrid Lucas Vázquez. Y hace unos días, anunciaba la apertura de Area Café, su nueva aventura empresarial de establecimientos hosteleros que espera abrir en el primer semestre de 2025 y que, junto a Benjamin, afirman que será "el bebé del nuevo año". Más allá de la atleta, Peleteiro también se siente "una muller de negocios"

El último año de la gallega también ha sido el de su explosión definitiva en redes sociales tras ponerse, durante varios meses, en las manos de Gabriela Martínez de Vierna, especialista en comunicación y relaciones públicas con experiencia con otras influencers como Violeta Mangriñán. "Con el cambio de imagen que estamos dando, cada vez el porcentaje de ingresos por las redes es mayor respecto al deporte", confesaba en la alfombra roja de un evento de Yves Saint Laurent ya estando por encima del medio millón de seguidores en Instagram y otro tanto en TikTok contando su lifestyle.

En esta nueva faceta, es habitual ver a Ana Peleteiro en eventos de marcas como Multiópticas, donde llegó a presentar una colección de la que era imagen junto a su marido Benjamin Compaoré, o como protagonista en algunos de los photocall más mediáticos como los Premios Ídolo, organizados por la influencer Dulceida.

"Me despertaba por las noches teniendo relaciones sexuales sin consentimiento"

Ana Peleteiro

Seguramente, el momento con más interacciones en sus cuentas se produjo a inicios de diciembre con la denuncia pública contra una de esos parejas. "Me despertaba por las noches teniendo relaciones sexuales sin consentimiento", señalaba como una de las partes de un infierno en el seno de su relación. Muchas muestras apoyo, pero también de una sombra de duda de los que siempre están esperando cualquiera de sus movimientos.

En el nuevo año, continuará el 'Fenómeno Peleteiro'. En lo deportivo tiene el insólito doblete de competiciones en pista cubierta, con Europeo y Mundial, donde se pondrá a prueba su nuevo método de entrenamientos con la mira puesta en el Mundial de verano, que esta vez se celebrará en Tokio en septiembre. En lo demás, no cabe dudas que se seguirá provocando un terremoto con cada una de sus palabras porque, al final y al cabo, la Ana a la que nadie consigue callar a la hora de decir lo que le place también forma parte de la atleta más reconocida a nivel nacional.