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Lo que esconde el misterioso esparadrapo de Iga Swiatek, el método alternativo que sorprende al mundo del tenis

La tenista polaca, líder del ranking WTA desde abril del pasado año, ha entrenado estos días en Montreal con una cinta adhesiva sobre la boca.

Iga Swiatek entrena con esparadrapo sobre la boca./Omnium Banque Nationale Montreal
Iga Swiatek entrena con esparadrapo sobre la boca. Omnium Banque Nationale Montreal
Daniel Arribas

Daniel Arribas

En Montreal, pistoletazo de salida de la gira norteamericana que cierra el curso tenístico, Iga Swiatek ha sorprendido a todos antes incluso de que arranque la competición. La polaca, número uno del ranking mundial y campeona de Roland Garros este curso, ha entrenado estos días sobre las pistas de la ciudad canadiense con una cinta de esparadrapo en la boca. Excentricidad, pensaron algunos al ver las imágenes en las redes sociales. Protesta buscada, sugirieron otros, convencidos del carácter extradeportivo del gesto. Nada de eso. Detrás de la imagen hay un innovador método de entrenamiento, como reconoció la propia tenista ante los medios.

Swiatek habla ante los medios de su innovador método de entrenamiento.Tennis Canada

"Cuando solo respiras por la nariz es más difícil rendir en la pista", declaró en rueda de prensa. "Llevo haciéndolo un tiempo y ahora me resulta más fácil, pero cuando empiezas a practicarlo, todo se hace más complicado. Es una forma de trabajar la resistencia de modo que, cuando te quites la cinta, puedas correr más rápido y hacer cosas más extremas en la pista".

La instructora Sol De la Torre, especialista en el entrenamiento de la respiración y con miles de seguidores en redes sociales, se emocionó al ver que la deportista polaca, conocida en todo el mundo, promulgaba una técnica que ella, a cientos de kilómetros de distancia, trata de difundir desde hace años. "Me hizo una ilusión enorme, a nivel respiratorio todavía tenemos un margen de mejora increíble", cuenta, entusiasta, al otro lado del teléfono. "Respirar por la boca no es bueno, hace que hiperventilemos, disminuyendo el dióxido de carbono en la sangre y aumentando el pH hasta niveles alcalinos, más aún si lo hacemos mientras practicamos deporte. Respirar por la nariz, en cambio, oxigena mejor nuestros tejidos y nuestras células".

"Muchas veces ni yo misma entiendo las técnicas que me hacen probar en los entrenamientos"

Iga Swiatek Número 1 del ranking WTA

Así lo corrobora Octavio Pérez, preparador físico y técnico de atletismo que, como tantos otros colegas de profesión, nunca había oído hablar del método de entrenamiento impulsado por Swiatek en Canadá. "Me recuerda mucho a las máscaras que se pusieron de moda o a otras técnicas para limitar la entrada de oxígeno en el cuerpo. Esto del esparadrapo al final produce un efecto parecido. Si solo respiramos por la nariz en un momento de máxima exigencia, lo que hacemos es reducir la entrada de oxígeno", apunta por teléfono. "Yo creo que Swiatek y su equipo lo hacen para mejorar la capacidad aeróbica o incluso para entrenar la musculatura respiratoria y, de paso, la capacidad pulmonar".

"Al final, aquellas máscaras no tuvieron mayor trascendencia en la élite porque no había suficientes estudios científicos que las avalaran...", señala, aún sorprendido y algo escéptico ante el método de la polaca. "Lo que está claro es que, todavía hoy, lo único que aumenta el hematocrito y la hemoglobina [la proteína de los glóbulos rojos que transporta oxígeno a los pulmones] es el entrenamiento en altitud. Esa presión atmosférica es la que puede potenciar de verdad tu hemoglobina y, por tanto, mejorar tu oxigenación. Por el momento, todo lo demás no está lo suficientemente probado a nivel científico y no sé si realmente puede beneficiar a los deportistas de alto nivel".

Aun así, Pérez sí cree que, como sucedió en su día con las tiras nasales que tanto se popularizaron en los noventa, el esparadrapo sí puede ayudar a los deportistas por puro placebo. "Está claro que es un método que ejercita y perfecciona la resistencia mental, porque tiene que ser muy, muy exigente entrenar durante un tiempo prolongado con la boca tapada y con esa falta de oxígeno en el cuerpo".

"También hay que tener en cuenta que lo que puedes ganar por un lado, puedes perderlo por otro", advierte el técnico. "Tú con la boca tapada puedes aguantar, no sé, cuarenta minutos, pero seguramente no hora y media o dos horas al máximo. Es decir, los beneficios y las adaptaciones fisiológicas que puedes adquirir por un lado al ponerte la cinta y forzarte a respirar por la nariz, los estás perdiendo por el otro al perder tiempo de calidad en tus entrenamientos".

La propia Swiatek, monarca suprema del circuito WTA y vencedora de cuatro Grand Slams a sus 22 años, reconocía ante los medios, siempre tímida, lo mucho que le cuesta descifrar el porqué de sus entrenamientos. "Muchas veces ni yo misma entiendo las técnicas que me hacen probar". En la otra orilla del Atlántico, Pérez, al igual que otros tantos entrenadores, técnicos y preparadores físicos preguntados para la ocasión, asegura que, pese a tratarse de una técnica innovadora, le despierta genuina curiosidad. "Me interesa mucho ver el recorrido que tiene este método de entrenamiento", señala. "Es la primera vez que lo vemos, pero vamos a estar muy atentos".