Mario García Romo y el sueño americano para ser el mejor: "Somos como un equipo de Fórmula 1"

Si hay una prueba especial para el atletismo español, es el 1500. El oro de Fermín Cacho en los Juegos Olímpicos de Barcelona sigue siendo una imagen imborrable más de 30 años después. Desde entonces, la búsqueda de un nuevo Cacho en nuestro atletismo ha tenido un sinfín de castings y, en los últimos meses, los expertos y aficionados del atletismo empiezan a señalar de manera firme a un nuevo nombre: Mario García Romo.

El joven salmantino, afincado en Estados Unidos tras su período universitario, ha mostrado un perfil de competidor insaciable en sus primeras grandes competiciones. En 2022, su primer año como profesional, sumó a su palmarés una medalla europea, rozando una Mundial y logrando su primer título nacional. "Corro para ser campeón olímpico", fue una de las primeras declaraciones después de esas carreras, ante la admiración de los presentes que habían acudido a darle la enhorabuena por unos resultados que otros pasan buscando toda su carrera. A sus 23 años, atiende a Relevo antes de afrontar el verano de la confirmación y, para él, una temporada con grandes sueños internacionales.

Habla desde el prestigioso equipo de entrenamiento creado por la marca suiza On Running, dirigido por Dathan Ritzenhein en Boulder (Colorado, Estados Unidos). Allí, el español entrena en un grupo de primer nivel internacional con grandes nombres como el estadounidense Yared Nuguse o la campeona del maratón de Londres hace solo unos días Hellen Obiri. Además, junto a técnicos especialistas, los atletas evolucionan las zapatillas de la firma en un entorno que definen "como un equipo de Fórmula".

Hay muchos de los que nos leen que quizás aún no te conozcan. ¿Quién es Mario García Romo?

Un chaval de un pueblecito de Salamanca (Villar de Gallimazo, con 201 habitantes en 2018) que le encanta el atletismo, que en su día decidió irse a estudiar y competir en Estados Unidos. Ahora, se dedica profesionalmente al atletismo e intenta ser el más rápido en su prueba.

En 2022, primer año como profesional después de la etapa universitaria, has sido cuarto en el 1500 del Mundial, bronce en el Europa en Múnich y campeón de España. Te has convertido en el chico de oro del atletismo español.

Bueno... El chico de bronce y el chico del cuarto puesto, de momento. Sí que tengo grandes expectativas. El 2022 fue muy bueno y creó mucha motivación para los años siguientes. Son buenos resultados, pero con lo que me quedo es que me he quedado a un pelín de conseguir los sueños que siempre he tenido: ser campeón del mundo, ser campeón olímpico y ser el mejor del mundo. Ahora mismo, vamos por un buen camino.

Lo que más llamó la atención a la gente del atletismo y del deporte español, fueron tus declaraciones después de ese cuarto puesto mundial y el bronce europeo. Señalabas que tú estabas aquí para ser campeón olímpico y mundial.

No es que no esté contento con los resultados que consigo, también los valoro mucho. Pero me gusta pensar siempre en grande y creo que me intento centrar más en el proceso. Trabajar para intentar convertirme en un atleta que se merece un oro olímpico. Yo creo que, esas cosas, vienen cuando te centras en el proceso y por eso también no se me ve tan eufórico cuando consigo algún resultado. En realidad, es un resultado que me he creído durante mucho tiempo.

¿Qué crees que tienes de especial para ser un atleta que todos señalan para el futuro?

Creo que es una pregunta un poco más para la gente que me conoce, pero diría que estar un poco insatisfecho siempre a pesar de conseguir grandes resultados. Me caracteriza eso. No sé si eso es una cualidad. Me hace intentar siempre buscar lo siguiente. Es lo que te permite seguir hacia adelante.

Llama la atención a muchos que, en el segundo año como profesional, alguien decida no ir a un Europeo indoor y pensar en conseguir el oro en un Mundial al aire libre. ¿Cómo se lo explicas? 

Es difícil de explicar. De hecho, es una decisión más de mi entrenador. Es el que me conoce mejor, el que intenta diseñar los entrenamientos y mi camino. Él cree que lo que tenemos que hacer es centrarnos en el Campeonato del Mundo y en las Diamond League. Los atletas somos también humanos, no podemos estar compitiendo, viajando y haciendo todo. Esa ha sido la principal razón.

¿Te hubiese gustado ir?

A mí me hubiese encantado estar en el Europeo. Intentaría estar en todas las competiciones en las que pudiera. Pero ser atleta también es intentar también tener unos objetivos bastante claros e intentar maximizar esos resultados. Después del cuartos puesto en el Mundial del año pasado, no me conformaría con menos que un tercero en este. Siempre hay que intentar seguir mejorando y eso requiere centrarse muy bien. La gente con la que estoy compitiendo ahora mismo son de los mejores de la historia y no van a perdonar nada.

¿A qué aspiras en el futuro?

Esta respuesta ha cambiado un poco. Antes decía "quiero ser campeón olímpico", "quiero ser campeón del mundo". Quiero seguir siendo campeón olímpico o campeón del mundo pero, sobre todo, quiero ser la persona que está trabajando lo suficiente como para ganar ese oro. Quiero ir a la final sabiendo que he hecho todo lo posible para ganarlo y luego si ocurre, ocurre y si no, pues a la siguiente. Yo creo que eso me va a mantener hambriento también, me va a mantener centrado en mi proceso y en seguir mejorando día a día.

A muchos nos hizo pensar que te estabas poniendo demasiado peso en tu espalda.

Si tienes miedo a decir tus objetivos, es que no te los crees. Que tienes miedo a fracasar y claro que tengo miedo a fracasar, pero no tengo miedo a ser juzgado por no alcanzar los objetivos que tengo. Hay que estar muy cómodo con tus objetivos y con el camino que quieres realizar. Por eso, no tenía ningún miedo a decir que no iba al Europeo de pista cubierta y que quería centrarme en el aire libre este año. A pesar de que mucha gente pudiera decir que "bueno, puedes ir al Europeo de pista cubierta e intentar conseguir un oro europeo". Hay que intentar aceptar tus objetivos y no tenerle miedo al fracaso. Todos los grandes deportistas de la historia han fracasado. De Rafa Nadal siempre se ven los títulos, pero también ha perdido muchos. Hay que aprender de eso y es una parte más del deporte.

La gente está deseando encontrar el nuevo Fermín Cacho y, con tus declaraciones, te señalan a ti.

Tenemos muchos más. En el atletismo, tenemos muchos candidatos y también por eso lo digo todo en voz alta. Hay que inspirar un poco a esos atletas que vienen detrás. Hay que demostrarles que hay que tener confianza y que, una vez tienes confianza, los resultados vienen solos. Si eres capaz de trabajar creyéndote esos objetivos, es cuando las cosas mágicas pasan.

 ¿De dónde sacas esa seguridad?

Creo que es algo que siempre he tenido. He sido competitivo desde pequeño. Tener un hermano mayor también te hace más competitivo y he intentado siempre ser optimista. Es muy importante. La seguridad se consigue trabajando. Si estudias para un examen, sabes que te va a salir bien. Yo entreno para una carrera y creo que me va a salir bien.

¿Qué hay en Estados Unidos para que cada vez más atletas españolas quieran marcharse allí?

Las instalaciones y también el ambiente. La NCAA, por ejemplo, me parece que es una competición muy interesante para gente tan joven. Te permite participar de un equipo en un deporte tan individual y también salir un poco de tu zona de confort. Es una oportunidad para crecer en muchos ámbitos, no solamente el atlético.

También en el campo académico...

Académicamente, también. Conocer a muchísima gente de países diferentes, tener una experiencia totalmente diferente que no podrías tener en la ciudad en la que has crecido. Creo que ahora que la gente está obteniendo muy buenos resultados, otros tienen más predisposición a irse. Me hace mucha ilusión que cada vez veo más atletas españoles en la NCAA, consiguiendo buenos resultados. Algunos de ellos se quedan y algunos de ellos vuelven, pero yo creo que todos los que han ido han tenido una experiencia muy buena.

¿Qué carrera has estudiado?

Yo estudié química y también hice un énfasis en bioquímica. No sé si es lo que me dedicaré una vez que me retire del atletismo, pero sí que me gusta la ciencia y aprender cosas nuevas.

Cabe la posibilidad de que puedas ganar más dinero en la bioquímica que en el atletismo. ¿Te lo planteas?

Sí, puede ser. No sé ahora mismo en cuanto está el sueldo de un bioquímico, pero tampoco es cuestión de dinero. Mientras sea capaz de seguir el estilo de vida que me gusta, yo creo que salgo satisfecho.

Aunque la vida de atleta sea más sufrida.

Sí, sí. No es sufriendo, sino más quiero retirarme del atletismo cuando tenga la sensación de que he dado mi 100%. Cuando tenga esa sensación, creo que pasaré página y pasaré a la siguiente etapa de mi vida. Me gustaría estar relacionado al atletismo toda mi vida, yo creo. Como entrenador, mentor o como fuese. Como entrenador asistente o segundo entrenador...No sé cuándo será ese momento, pero cuando ocurra, yo creo que voy a estar seguro de ello.

Estudiaste en Estados Unidos, pero lo normal de todos los atletas españoles es terminar su época universitaria y volver a España. ¿Por qué te quedas en Estados Unidos?

Tuve la oportunidad de correr por la marca suiza On Running y ser parte del mejor grupo en mi opinión de fondo y medio fondo del mundo era una oportunidad que no podía dejar pasar. Es en Boulder, en Colorado, que es un sitio magnífico. Es un paraíso al pie de las montañas, que para un corredor es perfecto. Muchísimos caminos donde correr, tienes la altitud que también nos viene muy bien para entrenar, tengo compañeros que ahora mismo están siendo los mejores del mundo y que me van a ayudar a mejorar.

¿Qué te ofrecieron o qué te dijeron cuando te llamaron?

Me llamaron, pero yo les tenía en mente. Ya sabía que era el sitio al que quería ir dentro de las opciones que tenía. Lo que me ofrecieron, es lo que vi. Una vez fui y vi el ambiente, la inspiración y la mentalidad que tenía el equipo, tuve claro que era el sitio donde quería estar.

Ahora, que ya llevas muchos meses, ¿qué es lo que hay?

Es la mentalidad. El ser parte de un equipo en el que la excelencia es lo que se busca. Es el seguir mejorando, el seguir siendo los mejores y, si no eres el mejor, intentar convertirte en el mejor. Todo los que viene a nuestro equipo, van con esa mentalidad y eso se contagia. Creo que si te rodeas de gente que tiene esas ideas, al final acabas adoptando esas ideas.

Te leí en una publicación en Instagram una frase que me llamó la atención: "Hay que hacer del alto rendimiento un hábito".

Es una frase de mi entrenador Dathan Ritzenhein. Dice que la vida tiene que convertirse en alto rendimiento. Hay que adoptarlo y hacerlo normal. Que el alto rendimiento sea parte de todo, de tus hábitos de alimenticios, dormir, entrenar, tu vida social... y una vez consigues hacer eso, todo se hace mucho más fácil.

Lo que viene siendo convertir el atletismo en tu vida.

Básicamente. Es el estilo de vida que quiero llevar. Me gusta mucho entrenar. La persona que le gusta caminar, siempre camina más lejos que a la persona que solo le gusta el objetivo. Esa es mi idea y, si pudiera entrenar más, entrenaría más. Pero el cuerpo sólo puede entrenar una cierta cantidad. Tengo mucha envidia de los triatletas, porque entrenan tres veces al día, y los atletas lo podemos entrenar una o dos veces.

Es como vivir en una concentración continua. Aquí, en España, los atletas se van a Sierra Nevada, pero tú vives ya en altura.

Hay que ser capaz de disfrutar ese estilo de vida. Te puedes divertir haciendo muchas cosas diferentes, no simplemente estando de fiesta y cosas así que hace la gente de nuestra edad. También hay que ser capaz de conseguir disfrutar entrenando con gente de tu edad, como hacemos nosotros. También me pasa cuando he estado con los atletas españoles, en el mismo hotel, cenando, comiendo juntos teniendo charlas, la sobremesa... Eso también es parte de nuestro deporte y lo disfruto mucho. Aunque haya que sacrificar muchos otros aspectos, como el tiempo con la familia o con los amigos, también eso nos permite disfrutar del deporte.

El atletismo 2.0 de los últimos años se ha creado a través de la evolución de las zapatillas y vosotros habéis añadido la evolución en el entrenamiento.

Y en las zapatillas. Uno de los principales fuertes de nuestra marca, es el desarrollo de producto y del que somos partícipes también. Somos la mente pensante. Damos nuestras ideas, que a veces son un poco locas, y la marca es capaz de hacer esas ideas posibles. Luego, el entrenamiento es tener un entrenador como de Dathan, que ha estado en todos los ámbitos. Ha trabajado con muchísima gente y creo que esa experiencia también conlleva que tengamos grandes resultados.

¿Cómo son esos entrenamientos?

Son bastante intensos. Puedes imaginar qué ocurre cuando juntas a tres de los mejores atletas de 1.500 del mundo en el mismo entrenamiento. Hay veces que hay un poco de descontrol y hay que bajar un poco la intensidad. Es parte del autorregularse, hay que ser muy inteligente e intentar buscar en el beneficio colectivo, tu beneficio individual.

¿Los entrenamientos se convierten en competiciones?

Hay veces que sí. A mí no me gusta mucho eso, me gusta más ser conservador. Intento buscar esa calma en el caos. Eso también es lo que me encuentro en las competiciones.

¿Cuál es el secreto de ese entrenamiento?

La consistencia. Desde septiembre, he estado haciendo 140 kilómetros a la semana con rodajes diarios de 24 kilómetros o más. Dos días de series a la semana, sesiones de gimnasio, sesiones de recuperación... Es crear tu rutina, con la que te sientes cómodo y en la que tu cuerpo es capaz de mejorar. Tú puedes entrenar muchísimo pero, si tu cuerpo no se adapta a ese entrenamiento, no tienes ningún resultado. Mis semanas se estructuran como la mayoría de gente. Tenemos un rodaje largo, que suelen ser entre 24 y 28 kilómetros. Además, dos días de series y, entre medias, hacemos rodajes de recuperación de entre 13 y 15 kilómetros.

Vaya día de recuperación con 15 kilómetros...

Y más. Hago doble sesión. El primer rodaje serían 14 kilómetros y luego, por la tarde, tengo que correr otros 8 kilómetros.

¿Se entrena los 7 días de la semana?

Sí. Hay días que son un poco más bajos, en el que hacemos 8 kilómetros, pero el resto de días son 20 kilómetros aproximadamente.

Y, en un grupo de tanto nivel, ¿tenéis tecnología para buscar lo mejor de cada uno de vosotros?

Sí, ahora hay tecnología disponible. Pero mi entrenador siempre se ha dejado llevar por las sensaciones que tenemos. Hay que aprender a escuchar a tu cuerpo porque, cuando estás en una competición, no tienes cronómetro ni tienes nada. Son las sensaciones que tienes y, a veces como mucho, tienes el cronómetro que ves en la pista. No hay nada más. No tenemos como en el ciclismo, donde tienes un medidor de potencia. Intentamos entrenar mucho por sensaciones, porque eso también te permite hacer cosas mejores de las que esperabas. Por ejemplo, el verano pasado yo no esperaba hacer 3:30 y me sorprendí a mí mismo. Fui capaz de correr 1 o 2 segundos más rápido que en el mejor de los casos que pensaba.

¿Aún estás en ese proceso de adaptación a este salto a la élite máxima con el mejor grupo de entrenamiento?

Sí, de hecho, todavía me estoy adaptando al entrenamiento. Llevaba cuatro años con mi entrenador en la universidad y es un cambio que requiere adaptación. Me estoy adaptando bastante bien y hay que darle tiempo. Es parte del proceso y espero estar en el atletismo unos cuantos años más. Esto, solamente es el principio.

En otras pruebas de atletismo, se miden los pasos en los saltos. En este atletismo 2.0, ¿se puede hacer algo parecido en el medio fondo? Por ejemplo, el 1.500 perfecto son 1.000 zancadas...

Se está haciendo, pero es un poco detrás de los atletas. Cuando eres un atleta, tienes que centrarte más en las cosas sencillas, en la marca, y dejarle todo eso a tu entrenador. No tenemos los conocimientos de ingeniería o de fisiología para saber qué es lo que mejor funciona y confiamos en nuestro entrenador en ese sentido. Sabemos que lo que nos hace mejores es seguir lo que él diseña. Él es el responsable de los entrenamientos, nosotros simplemente estamos de acuerdo con lo que nos dice e intentamos hacer lo mejor posible

Tú has podido hablar con un grupo de atletas españoles que entrenan en España. ¿Cuál es la gran diferencia de los entrenamientos que se hacen allí y aquí?

No hay una gran diferencia. En Estados Unidos, se suele hacer más volumen simplemente. Rodajes más largos, sesiones de entrenamiento un poco más largas. En España, a lo mejor, es un poco menos volumen y más intensidad. Es la escuela europea. Pero se puede llegar al mismo objetivo por muchos caminos diferentes, no hay una receta mágica. Ahora, de hecho, todo el mundo está haciendo los mismos entrenamientos del noruego Jakob Ingebrigtsen y creo que eso no funciona para todo el mundo. Hay que buscar lo que funciona para ti mismo e intentar ser un poco fiel a ese proceso.

¿Cómo se vive que todo el mundo hable y mire a vuestro grupo de entrenamiento? ¿cómo se vive en ese protagonismo?

Sí, es algo que hay que absorber también. Intento mantenerme un poco al margen de las redes sociales. Intento estar activo porque creo es importante también ser parte de la comunidad del atletismo, promover el atletismo y dar mis pensamientos en alguna ocasión después de competiciones. O si hay alguna polémica, como hubo con el Europeo. Pero intento también estar un poco centrado en el día a día, porque tampoco puedes estar pendiente de lo que dice todo el mundo. Hay que saber filtrar un poco todas las opiniones. Es un grupo bastante mediático y yo creo que lo estamos llevando bastante bien, nos encanta relacionarnos con nuestros fans. Cada vez que alguien me pide una foto o quiere hablar conmigo por redes sociales o en persona, siempre digo que sí porque me parece que también es una parte muy bonita del deporte. Puedes ser capaz de relacionarte con tus fans e intentar inspirar un poco.

Esto de vivir en un pueblo a 1.600 metros de altitud y con varios cracks juntos, puede hacer pensar en algo oscuro. Hay gente que siempre piensa mal cuando conoce este tipo de proyecto por los estigmas del atletismo o el ciclismo. ¿Qué opinión tienes?

Las redes sociales nos permiten mostrar el entrenamiento a todo el mundo, pueden ver lo que hago todos los días. Hay que ser fiel al proceso de tests antidopaje y todo el mundo en mi grupo estamos al día con la WADA (agencia mundial de antidopaje) y las agencias nacionales de cada país. Ha sido una parte de la historia del atletismo, pero creo que ahora está cambiando un poco esa mentalidad y la gente está entrenando mucho mejor. Hay mucho más conocimiento en cuanto a entrenamiento y estamos haciendo las cosas bien.

Quizás, hay que invitarlos a entrenar con vosotros.

Sí, sí. Hay que entrenar muchísimo e, independientemente, del tiempo. En Boulder, hemos tenido el peor invierno en los últimos 30 años con muchísimo frío y nieve. No hemos faltado a entrenar ningún día. Ha habido días, incluso, que con 12 centímetros de nieve en el suelo íbamos en las carreteras y hemos hecho 24 kilómetros con -25 grados. Es algo que hay que hacer y requiere muchísimo esfuerzo y sacrificio. En altitud, es donde realmente te vuelves un atleta fuerte. Si eres capaz de correr en altitud, cuando bajas a nivel del mar eres mucho más rápido. Hay que sacrificar mucho para conseguirlo.

Es llamativo cuando compartís fotos de todo el grupo corriendo por las carreteras, fuera de la pista.

Allí es habitual que nieve y, cuando pasa, en las carreteras sí quitan la nieve. Las pistas o los caminos están un poco inutilizables. Hay que buscar alternativas y las carreteras es la mejor opción que tenemos.

Me ha llamado la atención lo que comentabas de las zapatillas. ¿Cómo es esa comunicación de técnicos de creación de zapatillas y los atletas?

A mi hermano (que trabaja también en el equipo de diseño de On Running) le escribo a cualquier hora del día. El grupo de diseño son nuestros amigos. Hacemos muchísimas cosas juntos. Estuvimos en Nueva York probando prototipos, estuvieron allí dos días antes, salíamos a comer y a cenar juntos, o fuimos a ver un musical. Es un grupo de amigos que tiene un objetivo común y eso hace que este proceso sea tan bonito. Sus éxitos son nuestros éxitos y nuestros éxitos son sus éxitos. Es una relación muy sana y muy cordial.

Vosotros sois como el experimento que lleváis a la práctica lo que ellos consiguen.

Sí, somos como un equipo de Formula 1. Unos diseñan los coches y nosotros somos los pilotos. Aquí, ellos diseñan las zapatillas y nosotros somos los atletas. Por eso, también decidí elegir esta marca. Nos permite ser parte de ese proceso. Otras son un poco más grandes y no permiten que seas parte de este proceso. Te dan las zapatillas, te las envían a casa y te dicen que te las pongas. No te preguntan ni cómo te sientes, ni qué mejor harías, ni qué a lo mejor te molesta. Aquí es todo lo contrario. Aquí tenemos la capacidad de dar nuestra opinión y se tiene en cuenta nuestra opinión. Eso te hace también estar mucho más valorado como atleta.

En este atletismo 2.0, ¿los récords llegan por las zapatillas?

Yo creo que no. Llegan por el entrenamiento. Entrenamiento y competitividad. Al final, cuando tienes grandes atletas con los que tienes que competir, como puede ser Katir, Mechaal, Jesús Gómez, Ignacio, Gonzalo... te hacen superarte. Yo llegué a la NCAA y había que correr la Milla en 3:50 para ganar. Eso te hace entrenar más fuerte, ser más disciplinado, intentar seguir mejorando mucho más. Y luego, una vez llegas al Mundial, hay que correr en 3:29, en una carrera táctica, para ser campeón del mundo. Eso te hace seguir mejorando. En 2021, quedé tercero en el Campeonato de España y me quedé a siete décimas de los Juegos Olímpicos, que era el sueño que había tenido siempre. Verlos desde casa, me provocó toda una motivación que puse para el año siguiente para seguir trabajando, intentar seguir mejorando y buscar conseguir ese objetivo. Después fui al campeonato de España de Nerja y fui capaz de conseguir el oro. Eso es parte del deporte. Al final, cuando tienes muchos deportistas tan buenos compitiendo juntos, nos hacen mejor a los otros.

Aunque te estás destapando como un atleta muy rápido, el año pasado se destacó tu capacidad de correr como un veterano estando bien situado.

Es parte del 1.500, por eso me gusta tanto este evento. No es solamente quién es capaz de correr más rápido, sino también de pensar en carrera y de actuar en situaciones de estrés. Cuando estás corriendo, vas a 180 pulsaciones por minuto y tienes a 12 personas con el mismo objetivo alrededor tuyo, hay que ser inteligente y ser capaz de tomar decisiones en centésimas. Eso es lo que me gusta de este evento y yo creo que eso se me da especialmente bien. Creo que soy capaz de leer carreras bastante bien y, de hecho, me encanta también ver atletismo. He visto muchísimas carreras e intento tomar apuntes de lo que ha hecho la gente en el pasado e implementarlo en mis carreras.

 ¿Cuál es la carrera perfecta que te imaginas para ganar el Mundial o los Juegos?

Normalmente, suele ser correr la menor distancia posible. No tocarse con nadie, no entrar en peleas y ser capaz de guardarse algo para el último 100, porque se le hace muy largo a mucha gente.