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La pócima de la eterna juventud de Djokovic: "Pedía que le vaciáramos la nevera para llenarla de fruta"

El serbio ha ganado ya 12 Grand Slam desde que cumplió los 30 años y sigue en plena forma con 36. "Planea jugar los Juegos Olímpicos de 2028", dice su entrenador.

La pócima de la eterna juventud de Djokovic: «Pedía que le vaciáramos la nevera para llenarla de fruta»
Nacho Encabo

Nacho Encabo

La pregunta no se la formuló ningún periodista. Fue su rival, Daniil Medvedev, recién derrotado en la final del US Open, el que dijo lo que muchos pensaban en ese momento. "¿Pero qué haces aquí todavía?"

Djokovic se impuso a Medvedev en la final del US Open 2023 USTA | Movistar+

El destinatario no era otro que Novak Djokovic, un tipo que tiene 36 años pero que parece que tiene 20. Un tenista que parece haberle dado la espalda al tiempo y a la lógica. ¿Qué lógica tiene que haya ganado 12 Grand Slam en la treintena? ¿Qué lógica tiene que si no es por la remontada épica de Carlos Alcaraz en Wimbledon estaríamos hablando de un Grand Slam completado? No, no busquen causas racionales al fenómeno Nole porque sencillamente no las hay.

Y el que piense que va a parar lo lleva claro. Porque después de batir todos los récords habidos y por haber, Djokovic tiene más ganas de marcha. Lo dice su entrenador, Goran Ivanisevic: "Está hambriento todavía. Quiere batir más récords", señaló el croata en la madrugada neoyorquina del lunes. Y añadió, quién sabe si en serio o en broma, que "Djokovic está planeando disputar los Juegos Olímpicos de 2028 en Los Ángeles. El piensa 24/7 en ganar, en conseguir objetivos. Su cabeza funciona así".

Efectivamente, Nole tiene esa mentalidad ganadora. Pero no es eso lo único que le ha llevado a este punto, a estar acumulando Grand Slam cuando está más cerca de los 40 que de los 30. ¿Acaso Rafael Nadal y Roger Federer no tenían o tienen esa mentalidad? Desde luego que sí, lo que nos lleva a un punto crítico en la carrera de Djokovic: su monumental físico, un cuerpo cultivado a prueba de bombas que casi no ha sufrido lesiones. Recordemos un dato: Djokovic se ha perdido más Grand Slam por no estar vacunado que por problemas físicos.

La estricta dieta de Djokovic

Y gran parte de la culpa la tiene su dieta. Obsesionado con cualquier producto que ingiere, Djokovic lleva años siguiendo un plan de alimentación en el que todo está calculado al milímetro. Todo cambió en 2010, cuando Djokovic llevaba varios años estancado. Ya había ganado un Grand Slam, pero le costaba aguantar en los partidos largos. Se ahogaba, su cuerpo no respondía.

Algunos achacaban sus bajones físicos al asma, pero un médico que vivía en Chipre y que no conocía de nada a Djokovic tenía una visión muy diferente. Igor Cetojevic, el galeno, que veía el tenis por televisión porque le gustaba a su esposa, creía que se debía a una intolerancia alimentaria. Se puso en contacto con el entorno del tenista y concertaron una cita que cambiaría para siempre la vida de Nole.

"Cuando vino a jugar el Godó nos pidió que vaciáramos la nevera de su hotel y que se la llenáramos de fruta y de un agua que nos pidió"

Albert Costa Exdirector del Conde de Godó

El médico le tumbó en una camilla. "Pon una mano en tu estómago", le dijo. "Y la otra ponla con la palma hacia arriba e intentar hacer fuerza cuando yo empuje". Djokovic resistió. El doctor sacó entonces una rebanada de pan y se la puso encima del estómago. "Y vamos a hacer el mismo ejercicio". La mano de Djokovic cedió rápidamente.

Desde aquel día, Djokovic, cuyos padres regentaban una pizzería cuando era un niño en Belgrado, eliminó por completo el trigo de su dieta. "Le afectaba a la respiración. A través de mi conocimiento de la medicina tradicional china, entiendo que cada órgano está conectado con otro y se equilibran entre sí. El intestino y los pulmones se equilibran", dijo el propio Cetojevic años después en una entrevista.

Sin trigo, sin azúcar y sin sal, Djokovic empezó a ser otro. Se quitó también la carne y desde hace años basa su alimentación en vegetales. "Yo recuerdo que cuando vino a jugar el Godó nos pidió que vaciáramos la nevera de su hotel y que se la llenáramos de fruta y de un agua que nos pidió", recordó recientemente en Movistar+ Albert Costa, que en 2018, la segunda y última vez que Nole jugó en Barcelona, era director del torneo.

Parches o gotas de plata

Pasada ya la treintena, cuando los cuerpos de los deportistas empiezan a dar señales de alarma, Djokovic ha sido todavía más cuidadoso si cabe con el tema de la alimentación. Su obsesión con el físico llega a tal extremo que no ha dudado en usar cualquier invento que tuviera a mano. Desde el parche con nanotecnología que usó en Roland Garros, hasta el bote que inhala en los descansos cuando está cansado o las gotas de plata que consume, según reveló en una reciente entrevista con Men's Health.

"Como un joven de 36 años que compite con jóvenes de 20 años, probablemente tengo que hacer más de lo que nunca he hecho para mantener mi cuerpo en forma, para poder recuperarme y poder rendir al más alto nivel de manera consistente", decía el serbio en Nueva York tras conquistar su Grand Slam número 24. Y soltó una frase que, esta vez sí, iba en broma. "Algún día dejaré el tenis, en unos 23, 24 años". ¿Seguro que fue una broma, Nole?