OPEN DE AUSTRALIA 2023

Un misterio de tres centímetros: "Un futbolista con la lesión de Djokovic está cinco semanas parado"

La lesión del serbio escapa de toda lógica. "Es posible que la resonancia midiera el hematoma y no la rotura", dice una fisioterapeuta.

Novak Djokovic se toca el muslo izquierdo durante un partido del Open de Australia 2023. /EFE
Novak Djokovic se toca el muslo izquierdo durante un partido del Open de Australia 2023. EFE
Nacho Encabo

Nacho Encabo

En el deporte, tres centímetros pueden ser muy poco, algo ridículo, o ser una barbaridad.

Dos días antes de que comenzara el Open de Australia 2023, Novak Djokovic acudió a una clínica en Melbourne para realizarse una resonancia magnética por las molestias que arrastraba en los isquiotibiales de la pierna izquierda. El diagnóstico arrojó luz: una rotura muscular de tres centímetros, según ha revelado el director del torneo. Dieciséis días después, el tenista serbio estaba levantando su 22º Grand Slam. ¿Cómo es posible?

El equipo de Djokovic meditó la retirada del torneo, pero el serbio está hecho de otra pasta y decidió competir. En su camino al título estuvo 17 horas y 38 minutos en pista, ganó 21 sets y solo perdió uno. Salvo la final, jugó los otros seis partidos con un vendaje en el muslo izquierdo y en la tercera ronda, ante Dimitrov, se le vio tieso. Su entrenador, Goran Ivanisevic, aseguró una vez acabado el torneo que fue el momento más delicado de todos. "El 97% de los tenistas se habría retirado con su lesión", dijo el técnico croata.

Pero, ¿es muy grave es tener una rotura de tres centímetros en los isquiotibiales? "La lesión de Djokovic no es una rotura, es un roturón", responde la fisioterapeuta Patricia Sanmartín, de la clínica 4Hands. "Una rotura de tres centímetros es incompatible con actividades de alta intensidad cada dos días. Cuando a un futbolista le diagnostican una rotura de tres centímetros, está cinco semanas de baja".

La diferencia entre la rotura y el hematoma

Hay algo que no cuadra entonces. Porque Djokovic se sometió a la resonancia el 14 de enero y debutó tres días después. Fue jugando en días alternos hasta la final del día 29 y fue de menos a más. Tanto, que la final la jugó sin vendaje. Por mucho que soporte el dolor, una lesión de esas características no se reduce en cuestión de dos semanas mientras se compite. Hace falta reposo.

"La explicación posible es que la resonancia midiera el hematoma y no la rotura", señala Patricia Sanmartín, que antes de ser fisioterapeuta fue atleta. Y se explica: "Cuando la rotura es reciente, el hematoma muchas veces tapa la rotura y no deja verla bien. Entonces se mide el hematoma. Es posible que el hematoma midiera tres centímetros pero que la rotura fuera mucho menor. Para hacer lo que ha hecho después, podría ser una rotura de 9 milímetros o de un centímetro". También habrá ayudado que la lesión sea en la parte alta del muslo, donde hay más musculatura y las roturas duelen menos.

Detalle del muslo izquierdo de Nole durante el Open de Australia.  EFE
Detalle del muslo izquierdo de Nole durante el Open de Australia. EFE

¿Cómo soportar ese dolor?

Tras ganar el título y cansado de las dudas que despertó su lesión, Djokovic aseguró que publicaría en sus redes sociales fotografías y nuevos detalles sobre su rotura. De momento no ha publicado nada y ha sido el director del Open de Australia, Craig Tiley, el que ha asegurado que el desgarro es de tres centímetros.

Djokovic no pudo entrenar en sus días de descanso entre partidos y los dedicó a recuperarse de la lesión junto a su fisio, Miljan Amanovic. Según contó el propio Nole, estuvo conectado a incontables máquinas para tratar de acelerar la recuperación. "Es posible que haya recibido inyecciones de plaquetas para que cicatrice más rápido", dice Patricia Sanmartín. Después, durante los partidos, se colocaba un vendaje compresivo en el muslo. "Y tomaría ibuprofeno, nolotil o algún medicamento similar para intentar llevar mejor el dolor", añade.

Cuando Nadal se rompió 2 cm: «¡No me retiro ni cagando!»

Fue también en el Open de Australia y también en los isquiotibiales. En los cuartos de final de 2011, Rafael Nadal sufrió una rotura de dos centímetros en el mismo grupo muscular que le ha tenido a Djokovic entre algodones. Aunque pudo acabar el partido -perdió por 6-4, 6-2 y 6-3 con David Ferrer-, lo hizo muy mermado físicamente. "Toni, estoy en los cuartos de un Grand Slam. ¡No me retiro ni cagando!", le dijo a su entonces entrenador, Toni Nadal.

A su regreso a España y tras someterse a pruebas médicas, Nadal dijo que "lo lógico ahora es parar dos semanas". Y añadió: "Se ve muchas veces por la tele que cuando los futbolistas se rompen, que tienen que descansar como mínimo una semana y tienen que ser sustituidos. Lo que pasa es que yo no tenía a nadie en el banquillo que me pudiera suplir".

Djokovic tampoco tenía a nadie en el banquillo para pedir el cambio. En su caso, no solo logró acabar el torneo, sino que acabó con la copa en sus manos.