Jack Draper, el tenista que soñaba con ser detective y que vestía sin mangas por Nadal

Nada más celebrarse el sorteo del cuadro del Open de Australia 2023, la mayoría de los analistas coincidieron en que Rafael Nadal había tenido bastante mala suerte con su rival de primera ronda. Se trata de Jack Draper, considerado a sus 21 años una de las perlas del tenis del futuro, un apasionado de la criminología y que de pequeño le pedía siempre a su madre, Nicky, que le comprara camisetas sin mangas porque quería parecerse a su ídolo.

El ídolo sin mangas, claro, era Nadal, que no paraba de ganar títulos mientras Draper crecía en Cobham, una localidad cercana a Londres situada a pocos kilómetros de Wimbledon. "No puedo negar que es uno de mis héroes", admitía el propio Draper el sábado en Australia antes de medirse este lunes a Nadal (Eurosport, 4:30 de la madrugada en España).

"Cuando era más joven, tenía camisetas sin mangas, las cintas de pelo, toda la ropa que solía llevar Nadal en los Grand Slam. Es un jugador icónico y lo que ha hecho para el deporte es increíble", continuó el británico, número 40 del ranking y uno de los rostros de la nueva generación de tenistas que amenazan por jubilar definitivamente a los Nadal, Djokovic y compañía.

Nacido en Sutton el 22 de diciembre de 2001, Draper está ahora en el mejor momento de su carrera tras un 2022 maravilloso en el que escaló 223 puestos en el ranking ATP para colocarse entre los 50 mejores del mundo. Atrás quedó una lesión en los ligamentos del tobillo que le martirizó en 2021. "Ha sido la primera temporada en la que he podido jugar mucho", señalaba el propio Draper en noviembre. "Antes no había podido tener esa consistencia a la hora de entrenar y competir por las lesiones. Creo que ha sido lo más importante: estar sano. Ahora estoy listo física y mentalmente".

Cerró 2022 con 19 victorias y 14 derrotas en el circuito profesional, a lo que hay que añadir 24 triunfos más y cuatro títulos en el circuito Challenger. "Tiene armas. Es zurdo, tiene un buen servicio y una derecha muy potente. Además, físicamente está creciendo y es un gran atleta", lo alababa recientemente Tim Henman, ex número cuatro del mundo. "Vamos a ver mucho de él en el futuro".

Hincha del Manchester United, Draper compagina el tenis con cursos a distancia y en los últimos años está estudiando uno de criminología. "Me gustaría ser detective. Siempre me ha fascinado el crimen, en el buen sentido, claro. Sería un trabajo con muchísima adrenalina", comentó en una entrevista con la página de la ATP. El lunes, en Australia, le esperan también emociones fuertes.

Quince años mayor que Draper, Nadal sabe que el del lunes es un partido trampa. El español acumula seis derrotas en sus últimos siete partidos y empezar un torneo como el Open de Australia ante un jugador como Draper es bastante peligroso. Porque te llega sin ritmo en las piernas y sin confianza en la cabeza.

"Es una de las primeras rondas más difíciles posibles para un cabeza de serie", decía Nadal el sábado. "Es joven, potente, está creciendo muy, muy rápido en el ranking. Está jugando muy bien y será un gran reto para mí. Tiene muchas cosas positivas, y probablemente una gran carrera por delante", añadió el mallorquín, que nunca se ha enfrentado a Draper.

El británico intentará abstraerse del escenario, la imponente Rod Laver Arena, y de que enfrente tendrá a su ídolo. "Tengo que bloquear esos pensamientos porque es uno de mis competidores, por mucho que haya ganado 22 Grand Slam y sea uno de los mejores de todos los tiempos. Quiero salir y ganar el partido".