TENIS

La hazaña de Nadal en Australia, contada desde dentro: "Tiene el mismo ADN de las remontadas que el Real Madrid"

Marc López, entrenador e íntimo amigo de Nadal, cuenta en Relevo cómo se vivió en el box la remontada ante Medvedev. "Pensaba que la final estaba perdida".

Nadal besa la copa del Abierto de Australia tras la histórica final ante Daniil Medvedev. /EFE/EPA/DEAN LEWINS
Nadal besa la copa del Abierto de Australia tras la histórica final ante Daniil Medvedev. EFE/EPA/DEAN LEWINS
Nacho Encabo

Nacho Encabo

El reloj de la Rod Laver Arena marca las dos horas y 45 minutos de partido y Rafael Nadal está chorreando, empapado en sudor. Se está dejando el alma en la pista, pero no encuentra la manera de derribar a Medvedev en la final del Abierto de Australia. Va perdiendo 6-2, 7-6 y 3-2 y tiene un 40-0 en contra con su servicio. Medvedev no para de poner clavos en la tumba de Nadal, pero el español esquiva el destino y revive. Como tantas veces, pero como nunca. Más de tres horas después, lanza la raqueta al suelo y dibuja en la cara la sonrisa de incredulidad. Acaba de hacer una barbaridad.

"Es la mayor hazaña de su carrera", asegura a Relevo una de las personas que vivió aquella noche australiana del 30 de enero de 2022 en el box de Nadal. Es Marc López, amigo íntimo, entrenador y confidente, el primer hombre que abraza al campeón después de una de las mejores finales de la historia del tenis.

Nadal se acabó imponiendo por 2-6, 6-7, 6-4, 6-4 y 7-5 después de cinco horas y 24 minutos de batalla para escribir una de las páginas más brillantes de su carrera, que ya es decir. Porque no es únicamente lo que ocurrió en la pista de Melbourne, sino todo lo que rodeó al triunfo.

"Cuando aterrizamos en Australia, Rafa venía de cinco meses sin competir y tuvo Covid antes de volar", recuerda Marc López. "Después iba perdiendo 2-0 ante un jugador como Medvedev... Y también por la importancia de ganar el Grand Slam número 21, uno más que Federer y Djokovic. Es la mayor hazaña y con diferencia".

Marc López: «ES la mayor hazaña de Nadal» RELEVO

Con esos antecedentes, estar en la final ya era un regalo para Nadal. "Como lo había pasado muy mal en los meses anteriores, cuando llegamos a Australia no pensábamos que ganar era una opción real", comenta Marc López. Pero, ¿han visto alguna vez a Nadal conformarse con ser finalista? Pues eso. Los finalistas no aparecen en los libros de Historia.

«Como si te apuñalan»

Así que Nadal entró muy nervioso en la pista, consciente lo que tenía en juego: dar un mordisco a Djokovic y Federer en su eterna pelea por ser el mejor de todos los tiempos. "Aunque él está acostumbrado a jugar este tipo de partidos, se notó que venía mejor Medvedev y perdió el primer set con malas sensaciones", explica Marc López.

En la segunda manga, Nadal elevó el nivel y llegó a tener una bola de set con 5-3 y saque a favor. Tras desaprovechar esa oportunidad, minutos después volvió a disfrutar de una ventaja de 5-3 en el tie break. Pero nada. "Perder ese segundo set fue un jarro de agua fría. Es como si te apuñalan. Cuando perdió el segundo set, pensé que la final estaba perdida. Pensé 'de esta no remonta'", se sincera Marc López. "Pero", agrega inmediatamente. Y es que con Nadal medio muerto siempre aparece un pero.

"Pero con Rafa siempre tienes... Tiene el mismo ADN que el Real Madrid con el fútbol en las remontadas", prosigue. Y algo hizo clic. Marc López lo recuerda bien: "Fue un punto muy largo que acaba con una dejada de revés, me acuerdo como si fuera ayer. Medvedev se quedó muy cansado de los nervios de haber estado tan cerca... Y cuando Rafa ganó el tercer set, te juro, y no lo digo a toro pasado, que pensé que iba a ganar. Por suerte no me equivoqué".

Marc López, Sebastián Nadal, Rafael Nadal, Charly Moyá, Carlos Costa, Rafael Maymó y Benito Pérez-Barbadillo.  Carlos Moyà
Marc López, Sebastián Nadal, Rafael Nadal, Charly Moyá, Carlos Costa, Rafael Maymó y Benito Pérez-Barbadillo. Carlos Moyà

«Tanto sufrimiento valió la pena»

Todavía quedaba mucho drama. Tras hacerse también con el cuarto set, Nadal se colocó 5-4, saque a favor y una ventaja de 30-0 en el marcador. Llevaban cinco horas y 12 minutos y Nadal estaba a un suspiro. Pero Medvedev dio la vuelta a la situación y Marc López, en el box, no lo podía creer.

"Cuando pierde ese juego lo viví como si jugara yo. De tenerlo perdido a tenerlo ganado y ahora como pierda lo que te puede llegar a afectar", recuerda lo que pensó en aquel momento. "Pero por suerte estaba Rafa en la pista y no yo".

Al poco tiempo, una volea de Nadal a la que no llegó Medvedev puso fin al duelo. Y llegó el abrazo con Marc López, con Carlos Moyà (entrenador), con Rafael Maymó (fisio), con Carlos Costa (agente), con Benito Pérez-Barbadillo (jefe de prensa), con Sebastián (su padre). "Tanto sufrimiento valió la pena. Consiguió darle la vuelta a un partido que parecía imposible".