TENIS

Cuánto dura un partido de tenis

El tenis es un deporte lleno de particularidades respecto al resto de disciplinas, entre otras que no se puede anticipar cuándo va a acabar el partido.

Carlos Alcaraz durante un partido de tenis./Reuters
Carlos Alcaraz durante un partido de tenis. Reuters
Javier Mercadal

Javier Mercadal

En muchos aspectos, el tenis es un deporte único y muy especial. Para empezar, se trata de un juego en el que dos participantes compiten directamente entre ellos, pero sin ningún tipo de contacto. Además, posee una forma de contar los puntos muy peculiar, con 15, 30 y 40, y, por si fuese poco, la duración de sus partidos siempre es incierta. Afortunadamente para nosotros, los aficionados españoles estamos acostumbrados a pegarnos al televisor durante horas para presenciar una gesta de Rafael Nadal en la final de un Grand Slam. En ese caso, la rutina se suele repetir: sabemos cuando empieza, pero poco más. En esos casos, lo mejor es no hacer planes para luego por si acaso.

Porque resumiendo mucho, no se puede saber cuánto dura un partido de tenis. A diferencia de otras disciplinas, en el tenis no hay un tiempo delimitado o tope. Ni siquiera se puede estimar con precisión. El partido no termina hasta que un participante derrota al otro. Y, por si fuese poco, aunque están estandarizadas, las condiciones para conseguir la victoria pueden depender según el torneo.

De hecho, es habitual ver competiciones totalmente sobrepasadas por esta circunstancia. Una de las críticas más repetidas a la primera Copa Davis que organizó Gerard Piqué fue la cantidad de partidos que terminaban a altas horas de madrugada. La organización programaba varios partidos para las diferentes jornadas, pero la duración de los primeros partidos que se jugaban hacían que los siguientes turnos de juego se fuesen demorando más y más. Como había que jugar, esto hizo que se viesen estampas de estadios prácticamente vacíos con jugadores luchando puntos a las 3.00 am.

No es el único caso, claro. Por ejemplo, en uno de los partido más recordados del Open de Australia de 2023, Andy Murray logró una victoria épica sobre Thanasi Kokkinakis en un choque que terminó a las 4.05 am tras 5 horas y 45 minutos de juego. Y ni siquiera es el choque más largo en la historia del campeonato, honor que corresponde a la final jugada entre Nadal y Novak Djokovic en 2012, y que fue a parar a manos del serbio tras 5 horas y 53 minutos.

La duración de un partido de tenis

Si un partido de tenis dura hasta que un jugador derrota al otro, los requisitos para obtener la victoria son clave para determinar la duración. Así, en tenis masculino, la mayor parte de los partidos oficiales se disputan al mejor de tres sets. O, lo que es lo mismo, el primero que consigue anotarse dos en su casillero, gana. Aunque existe la excepción de los cuatro Grand Slam (Open de Australia, Roland Garros, Wimbledon y Open de Estados Unidos), en la que todos los partidos se juegan al mejor de cinco sets. Esto da lugar a partidos, por norma general, mucho más largos y pesados. En el circuito femenino esta excepción no existe y todos los partidos se juegan al mejor de tres sets.

El otro gran aspecto que tiene gran incidencia en la duración final del partido son los desempates o tie-breaks. La necesidad de ganar por dos juegos de diferencia al rival, hacía que algunos partidos muy igualados se pudiesen eternizar. Por ello, en 1965 el tenista James Van Alen logró introducir una muerte súbita por primera vez en un torneo que, inicialmente, se jugó al mejor de nueve puntos. Fue el inicio de un sistema de desempate que aún daría muchas vueltas hasta lograr la uniformidad total. Actualmente, cuando un set llega a 6-6 se juega un desempate a siete puntos.

Características del tie-break en tenis

  • El primer tenista que llega a siete puntos con una diferencia de dos puntos respecto al rival gana el tie-break.
  • La puntuación se contabiliza con números enteros consecutivos (1, 2, 3, 4, 5…).
  • El cambio de lado de los jugadores se produce cuando la sumatoria de puntos de ambos jugadores sean múltiplos de 6.
  • El primer tenista que saca lo hará en el lado derecho de la pista hacia la zona de deuce, el segundo y tercer saque del tie-break lo realizará el oponente comenzando en el lado de ventaja. El saque se alterna cada dos puntos.
  • El jugador que comienza a sacar empezará restando el siguiente set.
  • En el marcador siempre se escribe un 7-6 para el ganador y entre paréntesis se anotan solo los puntos que consiguió el perdedor.

En el set definitivo de un Grand Slam (el quinto para los hombres, el tercero para las mujeres), las reglas cambian. En 2022, los cuatro grandes se pusieron de acuerdo para unificar criterios y estandarizar el desempate que proclamase al ganador del partido. Hasta entonces, cada torneo del Grand Slam poseía una forma de dirimir los finales apretados. Así, por ejemplo, en Wimbledon no se llegaba al tie-break hasta el que partido no estaba 12-12 en el último set, mientras que en Australia los partidos se desempataban jugando a siete puntos en el quinto set. En Roland Garros era necesario una diferencia de dos puntos en el tie-break del último set, al igual que en el US Open, con desempate en el 6-6.

Con la nueva norma uniforme, los partidos en un Grand Slam que lleguen empatados 6-6 al final el quinto set para los hombres o del tercero para las mujeres se decidirán en lo que se ha dado por llamar super tie-break, en el que un jugador para ganar ha de llegar a los 10 puntos con diferencia de dos. De esta manera, se controla también la duración de los partidos evitando que se eternicen.

El partido más largo de la historia

Un claro ejemplo de un partido más largo en la historia del tenis. Este se jugó en Wimbledon 2010, mucho antes de la instauración del super tie-break. El marcador final: 6-4, 3-6, 6-7, 7-6, 70-68 da buena muestra de aquella interminable batalla entre John Isner y Nicolas Mamut. En total, los dos tenistas estuvieron jugando 11 horas y 5 minutos en un partido que se extendió durante tres días distintos por problemas de luz natural.

Curiosamente, no es el único partido interminable en el que se vio inmerso Isner. En las semifinales de Wimbledon 2018, el norteamericano perdió frente a Kevin Anderson 7-6 (6), 6-7 (5), 6-7 (9), 6-4, 26-24 en un choque que duró 6 horas y 36 minutos, siendo el cuarto choque más largo de la historia.

En el circuito femenino, el partido más largo jamás registrado lo protagonizaron Vicki Nelson y Jean Hepner en la primera ronda del torneo de Richmond en 1984. En total, las dos tenistas estuvieron sobre la pista 6 horas y 31 minutos. Curiosamente, solo se jugaron dos sets, con triunfo para Nelson por 6-4 y 7-6 (11). En dicho partido, además, se batió el récord del punto más largo de la historia, que duró 29 minutos y en el que se intercambiaron 643 golpes.