TENIS

El nuevo reto del exentrenador de Djokovic es transformar a la tenista de hielo: "Que no rompa raquetas, pero que muestre más emoción"

Goran Ivanisevic arranca en 2025 una nueva aventura como técnico de Rybakina, una jugadora que apenas muestra emociones en pista.

Elena Rybakina y Goran Ivanisevic han empezado a trabajar junto en el final de 2024. /Instagram/Ivanisevic
Elena Rybakina y Goran Ivanisevic han empezado a trabajar junto en el final de 2024. Instagram/Ivanisevic
Nacho Encabo

Nacho Encabo

Goran Ivanisevic ha estado entrenando durante muchos años a uno de los tenistas con más carácter del circuito: Novak Djokovic. El jugador serbio es de los que grita al banquillo, de los que maldice y de los que se enfada. Le cuesta mantener la calma en muchos momentos de tensión, pero rara vez esas salidas de tono le han salido caro. Al revés, casi siempre que pierde los papeles, enseguida recupera la concentración. Y te aniquila.

"Hay momentos en los que la presión aumenta y Novak se convierte en una olla hirviendo a la que se le sale el agua, por lo que hay levantar la tapa", lo graficaba hace unos meses Marco Panicchi, que fue preparador físico de Nole -ahora lo es de Jannik Sinner- durante la época en la que Ivanisevic ejerció de entrenador del serbio.

"En la comunicación en la pista, y lo hemos hablado cientos de veces, estaba todo permitido. Sus gritos nunca me incomodaron y la mitad ni siquiera los podía oír porque son estadios muy grandes y hay mucho ruido", añadía el propio Ivanisevic en una entrevista con Tennismajors. "Hablamos de grandes partidos y grandes momentos, así que entiendo ese caos y por eso nunca me importó. ¿Que está gritando? Hay que liberar esa energía de alguna manera y para mí es lo normal. Yo también fui jugador y sé lo que es".

Su nueva etapa con Rybakina

Tras separar sus caminos en marzo de 2024 después de ocho años en los que Djokovic conquistó 12 Grand Slam, Ivanisevic se tomó unos meses para descansar y en noviembre anunció que iba a empezar a trabajar con Elena Rybakina, su primer proyecto en el tenis femenino. La kazaja, campeona de Wimbledon 2022 y actual número seis del ranking WTA, es todo lo contrario a Djokovic en lo que a emociones se refiere: es una tenista de hielo, que muchas veces ni gesticula en los momentos de máxima tensión.

"No quiero verla romper raquetas, pero espero que muestre más emociones", ha señalado Ivanisevic en Tennis Channel durante la United Cup, el primer torneo en el que acompaña a Rybakina como entrenador. "Es una persona muy diferente y muy calmada, pero estoy intentando que ponga más emoción porque creo que eso le puede ayudar en su juego".

Campeón de Wimbledon en 2003, Ivanisevic confía en que Rybakina, una de las jugadoras más talentosas y regulares, dé un salto con él en el banquillo. Además de mostrar más carácter, el croata quiere que su nueva pupila sea más agresiva y se meta más en la pista.

"Hemos estado trabajando un par de semanas en Dubai. Hemos trabajado un poco el saque e intentando que suba más a la red. Tiene un juego muy potente y puede acabar los puntos mucho antes de lo que lo suele hacer", ha añadido el que fuera el entrenador de Tomas Berdych, Marin Cilic y Djokovic. "Elena tiene que meterse en la cabeza que puede jugar más agresiva, subir a la red y acabar algunos puntos con la volea".