Nick Kyrgios entierra al tenis: "Está acabado"
Los positivos de Jannik Sinner e Iga Swiatek hacen estallar al australiano, que pone en duda todo lo que rodea al deporte de la raqueta.
No son buenos tiempos para el tenis. Ni para su credibilidad. En agosto salía a la luz que Jannik Sinner había dado dos veces positivo por clostebol en dos pruebas realizadas en Indian Wells. Sin embargo, el italiano no recibió sanción alguna en un primer momento al entender el tribunal independiente que la sustancia llegara a su organismo tras una contaminación involuntaria por una crema al realizarse un masaje.
Un positivo que está lejos de olvidarse. Sobre todo después de que el pasado 26 de septiembre la AMA apelara la resolución que absolvía a Sinner de cualquier sanción, llevando el caso al TAS. A pesar de haber un plazo de 21 días para recurrir el veredicto del jurado independiente creado por la ITIA — la agencia antidopaje del tenis —, la AMA se agarra a la fecha en la que recibió toda la documentación y detalles sobre los positivos para llevarlo ante el máximo organismo de decisión en materia deportiva. El TAS, tras recibir la apelación, deberá crear una audiencia que tendrá lugar tras el próximo Open de Australia.
El de Sinner fue el primer golpe a la línea de flotación del tenis. Pero no fue el último. El pasado jueves 28 de noviembre, el deporte de la raqueta recibía un nuevo impacto que le ha dejado medio grogui y contra las cuerdas. La Agencia Internacional por la Integridad de Tenis (ITIA), anunciaba que Iga Swiatek, número 2 del mundo, dio positivo en agosto por trimetazidina, una sustancia prohibida, durante un control fuera de competición.
No obstante, tras investigar el caso, las autoridades decidieron ponerle una sanción mínima, de apenas un mes, al no apreciar negligencia por su parte. La conclusión de la ITIA es que la trimetazidina llegó al organismo de Swiatek por unas pastillas de melatonina que estaban contaminadas.
Los positivos de dos de los mejores jugadores de la actualidad han levantado numerosas suspicacias en torno a la limpieza del deporte y algunos, como el tenista australiano, Nick Kyrgios. El 'enfant terrible' se ha mostrado muy crítico con el mundo del tenis y ha asegurado que le va a costar recuperarse por el duro golpe a la credibilidad de sus deportistas.
The excuse that we can all use is that we didn't know. Simply didn't know. Professionals at the highest level of sport can now just say "we didn't know" 👏
— Nicholas Kyrgios (@NickKyrgios) November 29, 2024
"Nuestro deporte está acabado", aseguraba Kyrgios en un post en X, la red anteriormente conocida como Twitter, tras saber la sanción de solo un mes a la tenista polaca. "Todos podemos usar la excusa de que no lo sabíamos. Simplemente no lo sabíamos. Los profesionales al más alto nivel ahora ya pueden decir que 'no lo sabíamos", apuntaba irónicamente el tenista oceánico, que cerraba su mensaje con el símbolo de aplausos.
No es el primer mensaje de Kyrgios poniendo en duda el sistema de control alrededor del deporte de la raqueta. Cuando se conoció el positivo de Sinner y la falta de sanción, el australiano calificó la decisión de "ridícula. Tanto si es accidental como si es planeado, si te hacen dos test y aparecen sustancias prohibidas te tienen que sancionar por dos años. Tu desempeño fue mejorado", aseveró entonces. No contento con eso, terminó con cierta ironía con un "un masaje con crema... sí, bueno" y un emoticono de una cara no satisfecha con lo dicho. Un mensaje que ahora ha repetido de forma todavía más contundente, lapidando la reputación del mundo del tenis.