Carlos Moyà construye su tenista ideal con un argumento a contracorriente: "El saque ha perdido importancia"
El exnúmero uno reflexiona sobre las cualidades del jugador perfecto. "Cuando le propuse cambios a Rafa, podría haber dicho '¿Qué me está contando este, si he ganado 14 Grand Slam?'"

Carlos Moyà, campeón de Roland Garros en 1998 y primer número uno mundial del tenis masculino español, nunca ha tenido problemas en admitir que su revés ha sido el golpe con el que más ha sufrido durante su etapa profesional. Su punto débil.
"En mi caso yo tenía mucho mejor derecha que revés, algo que hoy en día no ves en el circuito. Los jugadores de ahora son supercompletos y no suelen tener un golpe que destaque muchísimo por encima del otro", decía al respecto el extenista hace unos días durante un acto en Madrid, donde hizo una interesante reflexión sobre los ingredientes que debería tener su jugador ideal.
"Para mí uno de los aspectos más importantes es la ética de trabajo, el trabajo en equipo y si le gusta escuchar, si quiere mejorar", señaló el hombre que llevó las riendas del equipo técnico de Rafa Nadal desde diciembre de 2017. Y puso a Nadal como ejemplo de ambición. "Yo, cuando entré en el equipo de Rafa, él ya tenía 30 años y había ganado 14 Grand Slam. Yo le propongo algunos cambios y evoluciones, le propongo mejorar a un jugador que lo ha ganado absolutamente todo. Él podría haber dicho '¿Qué me está contando este, si he ganado 14 Grand Slam, 13 más que tú?'"
"A los tíos de dos metros hace unas décadas le tirabas un par de bolas a los lados y ya tenías el punto dominado... Ahora tienes a jugadores como Medvedev o Zverev, gigantes que se mueven como gente de 1,80"
"Esas ganas de escuchar y de seguir evolucionando son importantes. También está la resiliencia y el levantarte después de caer. Eso es fundamental en el deporte", añadió Moyà. "Y también la sangre fría. Para mí es muy importante en el tenis porque es un deporte en el que te vas a enfrentar a momentos decisivos que deciden todo. En cuestión de segundos te estás jugando prestigio, títulos y dinero, hablamos de millones de dólares. Y eso te viene a la cabeza muchas veces, así que tienes que tener sangre fría para apartar esos pensamientos".

«Ahora los tenistas no tienen puntos débiles»
Después de analizar todos los aspectos mentales del juego, Moyà empezó a hablar de los golpes. Y ahí dio un argumento que va a contracorriente de la opinión mayoritaria: el prototipo del tenista actual no es el de un sacador, sino el de un restador.
"El jugador de hoy en día tiene que ser un superatleta a nivel físico. Y si nos metemos en los golpes, evidentemente, tener un buen saque es importante, pero ahora mismo te diría que estamos en un momento del deporte en el que dominan más los restadores. En mi época, tener un gran saque te podía ser suficiente para estar arriba del todo. Las pistas eran mucho más rápidas, los puntos eran más cortos, te hacían saque y volea... Había especialistas y ellos, ganaran o perdiesen, dictaban el juego", continuó Moyà durante el coloquio en Madrid junto a Pedro Escudero, extenista y empresario.
"Los sacadores han perdido hoy en día un poco de importancia y el resto se ha convertido en algo más importante. Casi todos los jugadores de ahora son grandísimos restadores y muchos de ellos no son supersacadores. Hoy en día se juega en toda la pista y los tenistas no tienen prácticamente puntos débiles. Desde el fondo de la pista son superatletas. A los tíos de dos metros hace unas décadas le tirabas un par de bolas a los lados y ya tenías el punto dominado... Ahora tienes a jugadores como Medvedev o Zverev (los dos de 1,98 metros), gigantes que se mueven como gente de 1,80 y con una variedad de juego tremenda".