COPA DAVIS

Australia vuelve a la final de la Copa Davis 19 años después

Thomspon y Purcell celebran la victoria ante el dobles croata en el Martín Carpena. /GETTY
Thomspon y Purcell celebran la victoria ante el dobles croata en el Martín Carpena. GETTY
Daniel Arribas

Daniel Arribas

Casi dos décadas han pasado. 19 años sin que Australia, el país con más títulos de la historia de la Copa Davis, solo por detrás de Estados Unidos, vuelva a disputar una final de la máxima competición de selecciones. La última, precisamente contra España, en Melbourne, otoño de 2003, aupó a los aussies hasta las 28 Ensaladeras.

Mucho tiempo después, en Málaga —siempre con España en el guión—, ante los 8.258 espectadores que han acudido este viernes al Martín Carpena, el cuadro oceánico se ha impuesto contra todo pronóstico a Croacia, combinado con la mejor pareja de dobles del planeta y verdugo de España en cuartos de final.

Capitaneados por Lleyton Hewitt, número 1 del ránking ATP durante su etapa como jugador y pesadilla de España aquel año 2003, los australianos comenzaron la semifinal por debajo, con una derrota clara de Thanasi Kokkinakis ante el renacido Borna Coric (6-4, 6-3).

Pocos minutos después, Marin Cilic, el gigante con el que se topó Pablo Carreño en los cuartos de final, cedió estrepitosamente ante un Álex de Miñaur eléctrico, tres marchas por encima (6-2, 6-2).

Entonces, con la eliminatoria igualada, todo se decidiría en el dobles, donde los croatas gozaban de una considerable ventaja. La pareja balcánica, formada por Nikola Mektic y Mate Pavic, es, para muchos, la más poderosa del planeta. "No tenemos nada que perder, la presión la tienen ellos", declaró De Miñaur tras cumplir su parte.

Dicho y hecho. Pese a ganar el primer set en el tie break, los croatas se desinflaron con el paso de los minutos y cayeron de forma sorprendente ante una improvisada pareja, la formada por Max Purcell, doblista del equipo australiano, y Jordan Thompson, recambio de última hora ante los problemas de tobillo de Matthew Ebden, la otra mitad de la dupla habitual.

Orgulloso, tal y como ha repetido una y otra vez tras la conclusión del encuentro, Lleyton Hewitt, buque insignia de la selección australiana, reconoció que todavía no ha visto "suficiente" a Italia y Canadá, posibles rivales en la lucha por el título del domingo. "Los analizaremos mañana, pero seguro será una final durísima".