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Los detalles íntimos de la recuperación de Nadal: "Carlos, mi cabeza quiere, pero mi cuerpo todavía no"

El entrenador Carlos Moyà da detalles íntimos de los últimos meses del campeón de 22 Grand Slam. "Ha sido un camino bastante virado y tortuoso, con muchas curvas".

Los detalles íntimos de la recuperación de Nadal: “Carlos, mi cabeza quiere, pero mi cuerpo todavía no”
Nacho Encabo

Nacho Encabo

La larga espera está a punto de terminar. Tras casi un año en el dique seco por una lesión en el psoas, Rafael Nadal volverá a la competición en Brisbane en los primeros días de enero. Atrás quedará el periodo más oscuro de su carrera, 12 meses en los que incluso su primer entrenador llegó a verlo todo perdido. Han sido los momentos más complicados que ha vivido Carlos Moyà al lado del campeón de 22 Grand Slam.

"Sin ninguna duda. Otras veces ha habido situaciones complicadas también, pero ahora ves que los cartuchos se van agotando. La vida útil de un deportista de élite tiene su fecha de caducidad, y él se va acercando a ella. Uno nunca es consciente de cuándo es ese momento, pocas veces lo es. Uno siempre sigue intentándolo", señala Carlos Moyà en una entrevista publicada este fin de semana en la web de la ATP en la que ha dado detalles íntimos de la recuperación de Nadal.

Nadal lleva sin competir desde que el 18 de enero se rompiera el psoas de la pierna izquierda en la segunda ronda del Open de Australia. Tras intentar volver para la gira de tierra, en mayo arrojó la toalla y en junio pasó por el quirófano. Y menos mal.

"Él tuvo una operación más complicada de lo que en principio se preveía. Una vez abrieron y vieron lo que había, era más delicado de lo que se pensaba en un principio. Mira que se hizo pruebas y resonancias… parece que no se vio bien lo que tenía y el tiempo de recuperación ha sido más largo de lo esperado", indica Moyà. Además de la operación del psoas, a Nadal le intervinieron en el lábrum de la cadera.

"Cuando entra a pista es un animal competitivo. Gran parte de mi trabajo ha sido pararle en cuanto a carga de entrenamiento, a horas de trabajo, a intensidad..."

En aquel momento, el futuro del exnúmero uno estaba lleno de interrogantes. "Los inicios fueron duros, evidentemente. Hay momentos que lo ves complicado porque no acababa de mejorar (...) A finales de agosto, empezamos a entrenar. Nada, muy suave. Hacíamos dos días a la semana, veinte minutos. Una progresión muy lenta, íbamos hacia atrás un poco, volvíamos… Siempre muy conservadores", continúa Moyà.

El trabajo psicológico con Nadal

Más allá del tema físico, Moyà y el resto del equipo también tuvieron que hacer también de psicólogos. Ese "espero tener la capacidad de no exigirme lo que me he exigido durante toda mi carrera" que pronunció hace unos días Nadal, tan impropio de él, es fruto de todas las conversaciones que ha tenido con Moyà y compañía en los últimos meses. Sin embargo, su entrenador tiene claro que Nadal se va a exigir todo y más.

"Por mucho que se lo intentamos meter en la cabeza y hacérselo ver, él cuando entra a pista es un animal competitivo. Gran parte de mi trabajo y del equipo ha sido pararle. Pararle en cuanto a carga de entrenamiento, pararle en cuanto a horas de trabajo, a intensidad", señala Moyà, que pone además un ejemplo muy gráfico. "Yo de vez en cuando le digo: 'ahora organiza tú el entreno'. A mí me sirve para ver también qué es lo que le gusta hacer, qué es lo que él valora y si hay algo que falta por hacer. Es algo que me sirve mucho. Cuando se lo dije, era un momento en el que Rafa estaba empezando ya a arrancar y a tirar, pero me dijo: 'Carlos, prefiero que lo hagas tú. Si lo hago yo, voy a tirar para adelante. Mi cabeza quiere, pero creo que mi cuerpo todavía no. Entonces, prefiero que lo sigáis haciendo vosotros'".

"Eso te dice un poco que él está para darlo todo, para ir a tope, para ir al 100%. Evidentemente sabe que ahora mismo todavía no está a su mejor nivel, pero que poco a poco lo va a ir adquiriendo. Eso es parte de nuestro trabajo también. Estos días en Kuwait hemos entrenado con Fils, y la verdad que muy bien, mucho mejor de lo que él se podía esperar. Rafa llegó allí pensando que no iba a ser competitivo, que no iba a estar a la altura y sale convencido de que puede ser que sí".

La comparación con un videojuego

Precisamente sobre esa progresiva vuelta a las pistas, Moyà hace una muy buena comparativa con lo que le espera ahora a Nadal. En Brisbane tomará contacto con partidos al mejor de tres sets en un ATP 250, lo que le debe servir de termómetro para lo que le espera en Australia: encuentros al mejor de cinco sets.

"Todo tiene una progresión. Para ir completando tu mejor nivel, las dificultades deben ir siendo mayores. Esto es como un videojuego. Puedes pensar que estás jugando muy bien, pero te pasan a la última pantalla y te eliminan en dos minutos. Es un poco lo mismo. Vas empezando con la primera pantalla, luego la segunda, vas eliminando a jefes finales que poco a poco van siendo un poco más duros. Esto es un paralelismo para mí bastante adecuado", señala Moyá en la web de la ATP. "Cada vez se va poniendo un poco más difícil, pero tu nivel como jugador también va subiendo. Creo que la progresión que estamos siguiendo es la correcta".