US OPEN

El secreto marbellí de Popyrin, último verdugo de Djokovic: "La mayoría de mis amigos son de Andalucía"

Alexei Popyrin da la gran sorpresa de la temporada de tenis al proclamarse campeón del Masters 1000 de Canadá.

Alexei Popyrin celebra su victoria sobre Novak Djokovic en el US Open. /REUTERS
Alexei Popyrin celebra su victoria sobre Novak Djokovic en el US Open. REUTERS
Nacho Encabo

Nacho Encabo

En junio de 2017, el australiano Alexei Popyrin pensaba que iba a comerse el mundo. Acababa de tumbar en la final del torneo júnior de Roland Garros al español Nicola Kuhn, era el número dos del ranking, tenía 17 años y sentía que ya nada ni nadie le iban a frenar.

Hay tenistas que han seguido ese camino imaginado por Popyrin -miren por ejemplo a Carlos Alcaraz-, pero la mayoría no van en línea recta. La carretera a la cima del tenis es larga y tortuosa y muchos se bajan a mitad de camino sin ni siquiera acercarse a la élite.

Popyrin comprendió pronto esa dificultad y le costó completar el recorrido mucho más de lo que había previsto. "Cuando gané Roland Garros en categoría júnior, era número dos del mundo, pensé que estaba obligado a triunfar, a llegar a la cima de una manera rápida. Vi cómo lo hacían algunos jugadores como Shapovalov, Felix... Vi a muchos jugadores con los que crecí dar ese gran paso rápidamente. Por mi parte, eso no fue así", reflexionaba el 12 de agosto Popyrin tras conquistar el Masters 1000 de Canadá, el mayor éxito de su carrera. Tres semanas después, se ha cargado a Djokovic en la tercera ronda de US Open.

"Yo tardé más en llegar. Cuando ganas un Grand Slam en juniors, piensas que el próximo paso será sencillo, pero no es así. Romper la barrera del top 500 es muy difícil. Luego cuesta llegar al top 250 y entrar en el top 100 es otro nivel. Mantenerse después en el top 100 es más complicado. Y romper la barrera del top 50, todavía más", añadía Popyrin echando la vista hacia atrás. "En 2021, por ejemplo, gané mi primer título y entré en el top 60. Tenía 21 años y en ese momento no piensas en que vayas a caer en la clasificación, sino en que vas a seguir mejorando. Al año siguiente perdí casi todos mis puntos. Gané sólo tres partidos y caí fuera del 120".

Diez años en España formándose

De todo eso se acordó tras levantar al cielo de Montreal uno de los títulos más importantes del tenis mundial. El jugador nacido en Sídney en 1999 derrotó a Andrey Rublev en la final por un incontestable 6-2 y 6-4. Es cierto que el torneo canadiense no tenía el mejor de los carteles -Alcaraz y Djokovic, por ejemplo, se bajaron tras su esfuerzo en los Juegos Olímpicos-, pero Popyrin sumó varias victorias de renombre camino a su primer título de Masters 1000: Tomas Machac, Ben Shelton, Grigor Dimitrov, Hubert Hurkacz, Sebastian Korda y Rublev. Los seis tenían mejor ranking que él.

¿Y quién es Alexei Popyrin? La pregunta seguro que se la hacen muchos ahora mismo, incluso los que ven tenis durante todo el año. Porque Popyrin es de esos jugadores que están siempre en un segundo plano. Hasta este agosto -que se ha colocado en el puesto 23- su mejor clasificación en el ranking mundial era la posición 39.

"Nos mudamos a España para poder jugar sobre las pistas de tierra batida y aprender a jugar en tierra batida, ya que resultaba una asignatura muy importante"

Alexei Popyrin

Hijo de padres rusos que emigraron a Australia, Popyrin ha sido un trotamundos en esto del tenis. Porque tras empezar a jugar en su Sídney natal, con ocho años se mudó a Dubái por el trabajo de su padre y poco después, en 2010, aterrizó en España y se asentó en Alicante. Ahí vivió cinco años y empezó a dar sus primeros pasos en el circuito tenístico, coincidiendo en la pista con otro australiano de acento español, Álex de Miñaur. ¿Y después? Después se afincó en Marbella, donde vivió otros cinco años este tenista que creció idolatrando a Juan Martín del Potro.

"Nos mudamos a España para poder jugar sobre las pistas de tierra batida y aprender a jugar en tierra batida, ya que resultaba una asignatura muy importante en el tenis de hoy en día. Así es como he estado viviendo en España durante siete años y, la verdad, ha sido una experiencia que me ha ayudado mucho", llegó a decir en 2017 tras conquistar Roland Garros júnior. "Recuerdo jugar un torneo sub-10 de arcilla en Croacia y perder ante el clásico chico español que fue criado en tierra batida desde sus inicios, ahí es donde descubrí lo que tenía que hacer, pese a que solo tenía 10 años. En Australia, por aquel entonces, nunca habíamos contado con ninguna pista de tierra batida, además de estar demasiado lejos del resto de pistas y sus diferentes condiciones".

En aquella época, Popyrin hacía de sparring de algunos de los mejores tenistas, ya que Djokovic, Thiem y algún tenista más entrenaban largas temporadas en Marbella. Ahí, en la Costa del Sol, se fue curtiendo un Popyrin que, cosas del destino, acabó hace unos meses defendiendo los colores de Australia en la Copa Davis de Málaga arropado por sus amigos marbellíes. "No, no tengo sangre española, pero sí viví aquí. Tengo muchos amigos aquí. La mayoría de mis mejores amigos son de esta zona, de Andalucía".