La frase más 'nadaliana' evidencia la prudencia de Alcaraz ante el desafío de Djokovic
El murciano se enfrenta este sábado (21:00 en Movistar+) a Djokovic por un lugar en la final de la Copa de Maestros. Será su cuarto duelo del año.
Turín.- Carlos Alcaraz nunca ha tenido pelos en la lengua a la hora de hablar de sus sueños y objetivos. Está tan seguro de su potencial, de su tenis, que su mente le traslada a veces al futuro lejano. Y ahí se imagina, comiendo algún en la mesa de los mejores, mirando a la cara a los Novak Djokovic, Rafael Nadal y Roger Federer.
"Mi sueño es ser uno de los mejores tenistas de la historia. Es un sueño muy grande, probablemente demasiado grande, pero tienes que soñar a lo grande en este mundo y pensar a lo grande también. Quiero ser parte de los mejores tenistas de la historia y trabajaré para ello", dijo en mayo durante el último Mutua Madrid Open.
"El tema mental, el tema de cansarme de ganar, de viajar, de jugar al tenis, eso no me preocupa porque sé que eso no me va a pasar. Lo que me preocupa entre comillas o lo que me puede preocupar en un futuro es el tema de las lesiones", añadía el número uno más joven de la historia.
Esas declaraciones definen bien la ambición sin límites de Carlitos. De hecho, el primer paso para poder alcanzar un objetivo es creer en ello. Sin embargo, algunos vieron en esos mensajes un toque de imprudencia, de querer ir demasiado lejos con apenas 20 años.
La lección y los calambres de Roland Garros
El 9 de junio de 2023 fue un día que cambiaría todo. Aquella tarde en París, la cabeza de Carlitos explotó y su cuerpo entero se acalambró. No soportó la presión de estar en la pista central de Roland Garros con Djokovic enfrente jugándose un puesto en la final. Aprendió una gran lección y la aprendió rápido, porque unas semanas después estaba rindiendo al serbio en la pista central de Wimbledon.
Hubo un capítulo más con Djokovic después, en la final de Cincinnati, una batalla de casi cuatro horas que cayó del lado de Nole pero que cargó de razones también a Alcaraz. Estaba en el camino correcto. Aquel fue, seguramente, su último gran partido, uno de los espejos en los que mirarse antes de desafiar esta noche a Djokovic en lsa semifinales de las ATP Finals de Turín. "Vamos a intentar dar nuestra mejor versión. Ver esos partidos y ver qué hice bien para repetir. Va a ser un partido muy mental", dijo en la tarde del viernes tras superar a Daniil Medvedev.
Y fue ahí, en esa oscura sala de prensa en el subsuelo del Pala Alpitour, donde Alcaraz pronunció la frase más nadaliana posible, una construcción made in Rafael Nadal que demuestra la prudencia de Carlitos de cara al choque de esta noche frente al número uno del raking ATP.
"Después del nivel que me he visto hoy y que me vi con Rublev, tu cabeza va pensando cosas y ahora mismo pienso que si sigo en este nivel no es que vaya a ganar el torneo pero sí que me me voy dar la oportunidad para ello", señaló el pupilo de Juan Carlos Ferrero. Algún periodista levantó las cejas: parecía Nadal hablando.
Ese "me voy a dar la oportunidad" lo habrá pronunciado Nadal cientos de veces en inglés y otras tantas en español: es la manera que tiene de decir que va a salir a por todas, que quiere ganar, que quiere destrozar a un rival, pero con una expresión más suave y prudente. El campeón de 14 Roland Garros la ha repetido hasta la saciedad y ahora es Carlitos quien recoge el guante.