PÁDEL

Leo Augsburger y Tino Libaak se llevan el primer torneo de pádel en tierra batida y con un solo saque: "Costó mucho adaptarse"

El Argentina Padel Tour por equipos se disputó en el Lawn Tennis Club de Buenos Aires, lugar que ha acogido numerosos torneos ATP.

El torneo se celebró al mismo tiempo que las Premier Padel Finals de Barcelona. /Argentina Padel Tour
El torneo se celebró al mismo tiempo que las Premier Padel Finals de Barcelona. Argentina Padel Tour
Joaquín Serna

Joaquín Serna

Del asfalto y los muros a la tierra batida con cristales. Por primera vez en la historia, un torneo profesional de pádel se disputó sobre polvo de ladrillo, una superficie mítica en el tenis pero sin recorrido previo sobre el 20x10. La prueba, que además contó con la novedad de jugarse con un solo saque y punto de oro, se celebró en el Lawn Tennis Club, el club más antiguo de Argentina en el que en otros tiempos compitieron André Agassi o las hermanas Williams en pruebas ATP.

"Copiamos el formato de la Laver Cup de tenis, nos pareció maravilloso que los jugadores estuviesen juntos todo el rato en el banquillo y con un capitán dando indicaciones", dijo Lisandro Borges, el promotor de una prueba compuesta por dos equipos de seis jugadores cada uno.

El primero, el Team Blanco, lo formaron Leo Augsburger, Tino Libaak, Ignacio Piotto, Fabricio Peirón, Lauty Mambrini y Octavio Álvarez. Por su parte, el Team Celeste estuvo representado por Álex Chozas, Nachi Sager, Juan Rubini, Cristian Gutiérrez, Gabi Marchisani y Cristian Ozán.

En la final, Leo Augsburger y Tino Libaak se enfrentaron a Álex Chozas y Juani Rubini. El resultado final fue de 6-3 y 6-2 para el dúo argentino, el gran atractivo del torneo después de sumar el punto definitivo en la final del Mundial de Pádel de Catarante Paquito Navarro y Mike Yanguas.

"Costó mucho adaptarse, pero estoy feliz por la victoria", comentó Libaak tras la final. Y es que no fue fácil para ninguno de los jugadores dominar una superficie totalmente nueva en el mundo del pádel. Eso, sumado al calor de Buenos Aires, donde se vivieron temperaturas de más de 25 grados con un 65% de humedad, hizo que la táctica pasara a un segundo plano, ya que predominó el juego directo con remates desde cualquier parte de la pista.

El experimento en tierra batida, que Lisandro Borges tiene intención de "seguir celebrando durante muchos años", coincidió con la disputa del Premier Padel Finals de Barcelona, al que no consiguieron clasificarse ninguno de los jugadores que formaron el cartel del Argentina Padel Tour por equipos.