Bea Ortiz: "Que lleguen cinco equipos españoles a Champions y que nadie nos dé voz... ¿Qué más tenemos que hacer?"

Imagínate ser campeona de prácticamente toda competición en la que participas y que no haya ninguna institución o medio de comunicación que te acompañe. Esta historia la ha vivido, y muchas veces además, Bea Ortiz, jugadora de la selección española de waterpolo y recién proclamada Supercampeona de Europa con el Astralpool CN Sabadell. Ella y sus compañeras, arropadas en gran medida por el resto de waterpolistas del país, son las que intentan promocionar y dar voz a sus increíbles logros que pasan desapercibidos para la gran mayoría de la población.

Las deportistas ya han dicho basta y en una temporada que promete ser histórica con un Europeo en enero, Mundial en febrero, toda la Champions League, una Liga Española de Waterpolo (LEW) más disputada que nunca y unos Juegos Olímpicos en el horizonte, necesitan que las valoren, arropen y las escuchen. Solo eso. No creen que piden demasiado. En Relevo hemos podido hablar con ella sobre estos temas, la exigencia continua de ser perfectas o los cambios generacionales que permiten que el waterpolo femenino español sea uno de los mejores del mundo año tras año.

Esto es un tema que ya llega a un punto que me molesta. Mejor dicho, no me molesta, me cabrea. Me cabrea hablar de ello porque ya no solo ocurre ahora, sino desde el 2012 en el que en la Selección Española, en la cual yo no estaba todavía pero mis compañeras sí, consiguieron esa plata olímpica en Londres. Creo que han demostrado y hemos demostrado año tras año el potencial que tenemos, las ganas que tenemos de seguir jugando y ganando no solo a nivel de selección, sino también a nivel de club. Que lleguen cinco equipos españoles a Champions y que ningún medio español sea capaz de darnos voz... ¿Qué más tenemos que hacer? Si ni a nivel de selección conseguimos visibilidad, a nivel de club va a ser imposible. Y ojalá algún día la gente se dé cuenta del nivel de waterpolo que existe en España, de las horas de entreno que hacemos y de todo el trabajo que hay detrás.

Sí, a nivel de ciudad, tengo que decir que vino la alcaldesa, la regidora de deportes y de Radio Sabadell. Estuvieron en todo momento con nosotras y nos apoyaron mucho. A nivel de federación, nadie. Ni un link para retransmitir el partido. Ni una persona de la federación sentada en la grada. Absolutamente nadie. Y eso al final demuestra el interés que tienen por los clubes y porque sigamos ganando.

La verdad que creo que ganar una Supercopa de Europa es un reconocimiento para el trabajo hecho el año anterior. Aunque se juega esta temporada, es un resultado de haber ganado la Champions y en el caso de nuestro rival, el UVSE Budapest, haber ganado la Copa LEN. Creo que es un título muy importante, creo que no se le da el valor que tiene. Ganar una Champions no es fácil, aunque se escuche que el Sabadell la gane constantemente. Yo personalmente no tengo tantos títulos como mis compañeras, ojalá los tuviese, pero los que tengo son de valorar. La verdad es que el trabajo que se hace diario cada semana y en cada partido es muy duro y bonito.

Sí, está claro. Al final la Champions este año ha cambiado el modelo de partidos. En la temporada pasada, se hacían diferentes fases y jugabas tres o cuatro partidos en cuatro días; el ritmo era más intenso. Ahora es una "liga" entre comillas. No te encuentras tres partidos seguidos en el mismo fin de semana, pero sí que te estás encontrando que los partidos de liga se tienen que cambiar. Tenemos que jugar todos los partidos antes de diciembre.

No sabemos todavía seguro cómo será el Europeo, pero lo que sí nos han confirmado es que el 3 de diciembre nos vamos con la selección y que a partir de ahí ya no paramos, sin vacaciones. Confiamos en que nos den unos días de margen en Navidades por estar ya clasificadas para el Mundial de Doha y los Juegos Olímpicos de París 2024.

El año pasado lo hablábamos en la final de Fukuoka: obviamente todo el mundo quiere ganar y ser campeón de Europa y del Mundial. Pero sí que es verdad que el primer objetivo, tanto de España como de todos los demás equipos, era clasificarse para París. Al final no pudimos ganar la final a Países Bajos, pero conseguimos uno de los objetivos que fue conseguir el billete a París y eso es una cosa que ahora mismo vamos a agradecer de cara a los campeonatos que tenemos por delante. Sobre todo con la incertidumbre que hay.

Pero ya te confirmo yo que España lo que quiere ahora es ir a ganar ese Europeo y ese Mundial independientemente de que tengamos la plaza o no. Que el objetivo a largo plazo es París, pues sí, pero no iremos solo pensando en preparar esos Juegos. Vamos a ir a jugar a ganar.

Es muy complicado, pero sí que lo he pensado porque tengo ganas de seguir ganando y yo creo que por eso seguimos jugando, ¿no? Las selecciones vienen muy fuertes porque se están preparando para ganar esa única plaza olímpica que da el campeonato y no lo van a poner nada fácil. Disputaremos los partidos sin esa presión extrema y haremos todo lo que podamos, sin quedarnos con las ganas de nada.

Va a ser un año complicado para todos porque los equipos tienen a muchas jugadas de selección y esos parones van a pasar factura. Pero al final acabará ganando el más fuerte, el que haya sabido recomponerse después de no tener partidos, el que haya sabido estar en los momentos más importantes, tanto física como mentalmente. A nivel personal y a nivel de mi club aquí en Sabadell nosotras intentaremos trabajar para que sigamos en la línea en la que estamos. Obviamente queremos ir ganando, aunque sea un año difícil. Esto es deporte, al final a veces se gana y a veces se pierde y es importante aprender también a eso, a perder. Tampoco quiero hablar de lo que pasará, pero vamos a ir semana a semana, partido a partido, y a partir de aquí ya iremos viendo lo que pasa.

A casi ningún deportista le gusta esa palabra porque ¿favoritas por qué? El año pasado ganamos la liga, pero perdimos partidos en ella y tuvimos partidos igualados con otros equipos. Lo que haya pasado en temporadas anteriores es ya agua pasada y esos títulos se quedan atrás. Hay equipos nuevos, nada que ver con lo de el año pasado, por lo que hay que seguir trabajando duro y que sea lo que tenga que pasar.

Al final es lo que pasa siempre en el deporte, que viene gente nueva de generaciones jóvenes y las de las antiguas ya empiezan a tener su relevo. Esto es ley de vida, las mayores se van mientras entran pequeñas y es muy complicado siempre estar arriba del todo. Es casi imposible mantener el nivel cuando se pierden tantas jugadoras o cuando estas ya van creciendo. Cuando esas niñas suben de categoría y las que jugadoras extranjeras nos vienen a ayudar hay que aprender a adaptarse al juego, a entenderlo todo un poco ¿Es fácil? No, no lo es, ni lo será nunca. Al final ganará el que mejor se sepa adaptar a las consecuencias y a toda la temporada que se viene.

Sí, yo creo que al final ya estamos en un punto en el que, no tenemos el suficiente apoyo desde arriba y lo que hacemos es apoyarnos entre nosotras. Somos una piña, nos damos visibilidad entre nosotras mismas y nos cogemos de la mano, da igual que sean del Terrassa, del Sant Andreu o del Mataró, da igual. Al final todas queremos lo mismo, queremos que este deporte se vea y se escuche y estamos todas de acuerdo en que eso es lo más importante.

Yo creo que este deporte llegará a lo más alto algún día cuando todos unidos vayamos de la mano, cuando todos hagamos una piña y entonces empujemos a la vez. Cuando todos nos apoyemos. Cuando todos estemos donde tenemos que estar, entonces nuestro deporte empezará a salir a la luz y la gente empezará a saber qué es el waterpolo. Mientras tanto, mientras todo el mundo vaya por unos caminos diferentes y nadie apoye lo que de verdad tienen que apoyar, no vamos a llegar a ningún lado.

Es un deporte que parece que cuesta vender y de ver, pero tampoco nos ayudan a que esto cambie. Porque por mucho que nosotras podamos hacer o decir, son los medios los que nos tienen que ayudar retransmitiendo nuestros partidos para que la gente nos conozca. Si se diese la visibilidad que se tiene que dar, este deporte gustaría mucho más.

A ellas antes no se les daba apoyo y nadie parecía conocerlas. No es que no atraigan la atención, sino que no les daban el medio ni el foco. El fútbol femenino tiene mucha más fuerza que nosotras, y eso es clarísimo, porque el femenino no deja de ser fútbol y este deporte vende mucho más que el waterpolo. Eso es una realidad y es así. Pero por mucho que nosotras luchemos, gritemos, digamos las cosas más claras y altas que se pueda, solas no vamos a llegar a ningún lado. Y a la vista está. Sin apoyo de los de arriba, no lo vamos a conseguir.