Cuánto cuesta practicar natación profesional: bañador, gorro, gafas, fisio y entrenamientos
Radiografía de un deporte en el que los gastos pueden superar fácilmente a los beneficios económicos.

La vida de un deportista profesional tiene luces y sombras, sobre todo para sus bolsillos. En el caso de los deportes acuáticos es aún más claro, ya que en ocasiones deben pagar más gastos que los ingresos que perciben. Y no estamos hablando de nadadores amateur, sino de algunos ya han competido a nivel internacional.
Para saber lo que cuesta realmente ser nadador profesional, hemos hecho una radiografía de los gastos más generales que cubren la mayoría de estos deportistas. Gracias a los testimonios de deportistas profesionales podemos saber de primera mano cuánto dinero hay detrás de una temporada de competición.
La natación profesional sale a deber
Tan solo un año de competición puede llegar a rondar entre los 4000 euros y 5000 euros por nadador. Laura Cabanes, nadadora del Club Natación Daimiel que acaba de disputar el Campeonato de Europa sub 23' con apenas 17 años, comenta que solo en material son unos 1200€ anuales. Dentro de esa gran suma de dinero se incluye todo lo necesario para el entrenamiento como ropa de gimnasio, gafas, gorros, bañadores y la diaria 'red', que incluye material como aletas, tuba, palas, tabla y un largo etcétera.
A pesar de que no todo se renueva cada año, todas las marcas comerciales del mundo acuático tienen precios similares y bastante elevados. También es relevante saber que no todos los modelos y materiales están aceptados por la World Aquatics (anteriormente conocida como FINA), por lo que no se pueden utilizar en competiciones internacionales. Unas gafas homologadas pueden llegar hasta los 75 euros. Los gorros profesionales, también conocidos como cascos, están entre los 35 y los 60€.

Pero el gran grueso del presupuesto de un nadador se va en los bañadores. Hay que diferenciar entre los que usan para entrenar (los más básicos y comunes que solemos ver en más tiendas deportivas) y los bañadores fast, aquellos que se pegan a la piel como si fuese una capa más. Estos modelos están diseñados milimétricamente para mejorar las capacidades del deportista y casi flotar en el agua.
El poder del patrocinio
Los bañadores profesionales presentan tecnología de última generación como fibras de carbono, que amplían el rango de movimiento y la flexibilidad, y rondan entre 200€ los más básicos hasta los 600€ para mujeres y los 450€ para hombres. Los plusmarquistas Sarah Sjostrom, Ariarne Titmus o Caeleb Dressel son imágenes de la web de Arena y Speedo respectivamente, las marcas que les patrocinan.
Es ahí donde destaca el detalle que marca la diferencia: el patrocinio de marcas. Laura Cabanes afirma que "a mí hasta ahora no me ha patrocinado ninguna marca, pero es común que patrocinen. Eso se conseguiría hablando con ellos y todo depende de los resultados obtenidos. Suele ser por puestos y al haber ido a alguna competición internacional de nivel Europeo o Mundial con buena clasificación".
Los costes que no se ven
A los gastos de equipamiento hay que sumar el precio por competir en los campeonatos nacionales. Por persona el precio aproximado es de 500 euros, por lo que si se multiplican los tres campeonatos/opens importantes que hay al año serían unos 1.500 euros. Viajes, comidas, estancias, desplazamientos… todo suma.
En algunos clubes estos gastos están cubiertos, pero en otros más modestos (sobre todo los que no están en Madrid o Barcelona) tiene que pagarlos el propio deportista. Al igual que la equipación oficial del club que suelen ser unos 100 euros anuales. En el caso de las competiciones internacionales, el nadador está exento de gastos, que son cubiertos por la propia federación.

La gran suerte de estar en un CAR
Laura entrena cada día a un gran nivel en el Centro de Alto Rendimiento de Madrid y vive durante toda la temporada en la Residencia Blume. Además de los gastos de alquiler, también le cubren la comida, el fisioterapeuta y la nutricionista. "Una sesión de fisio ronda los 20 euros como poco y normalmente los deportistas profesionales vamos unas dos o tres veces al mes", comenta Laura agradecida de tener estos gastos cubiertos por estar dentro de este CAR.
Por último no podemos olvidarnos de los complementos y alimentación extra que suelen tomar cada día entre entrenamientos: "en los suplementos que nos mandan para recuperar te podrías gastar en una temporada unos 400 euros o más fácilmente".
NATACIÓN ARTÍSTICA
Los gastos en la natación artística
Aunque los bañadores de natación son mucho más caros que los del resto de disciplinas acuáticas, la natación sincronizada tampoco se queda atrás. Los bañadores de las rutinas cuestan unos 100€ cada uno aproximadamente. La suma total dependerá del número de pruebas en las que compita cada deportista, pero como mínimo se suele tener tres diferentes para competir por equipo al año.
El característico peinado que llevan todas las nadadoras está creado con gelatina de cola de pescado, ya que es de los materiales más resistentes al agua y que permite que no se les descoloque nada y no ser penalizadas. El kilo cuesta entre 30 y 50€.

Sin embargo, el material de este deporte es bastante 'barato' porque lo crean ellas mismas, como algunos detalles de los bañadores o tocados. Un ejemplo son las pesas que se atan a los tobillos para entrenar y crear resistencia, que están hechas a base de garrafas.
Además de los bañadores de entrenamiento, el material supondría unos 100 euros extra. Los últimos gastos serían los de las propias competiciones con sus desplazamientos y alojamientos incluidos, que en el caso de la natación artística suelen ser normalmente dos nacionales al año. Si se hiciese un balance de cuentas, probablemente saldrían negativas en los deportes acuáticos.