La salud mental aleja del Mundial a grandes estrellas de la natación
Plusmarquistas como Caeleb Dressel o Simone Manuel han dicho basta a la competición para recuperarse de cara a los JJOO de París 2024.

El deporte y la salud mental. Un tándem que cada vez tiene más relevancia en la esfera pública. Ya no es tabú entre la mayoría de los deportistas, quienes no tienen miedo en mostrar que las lesiones físicas no son las únicas que te pueden alejar de una competición. La estabilidad emocional y una buena salud mental influyen casi en mayor medida que el estado físico en alguna disciplina. En los deportes individuales, donde la presión absoluta recae solo en una persona puede llegar a ser asfixiante.
La natación es uno de ellos y han muchos deportistas que han dicho basta y han parado su rutina deportiva para encontrarse de nuevo con ellos mismos. El Mundial de Fukuoka 2023 no contará con alguno de los plusmarquistas más importantes de los últimos años, quienes han preferido priorizar su salud mental para llegar a los Juegos Olímpicos de París 2024 completamente preparados.
La mariposa se queda sin sus dos reyes
Una de las ausencias más relevantes es la de Caeleb Dressel, el rey de los pasados Juegos de Tokio con 5 oros. Considerado como el mejor atleta masculino desde Michael Phelps, Dressel acabó el pasado año con muy mal sabor de boca. Su abandono precipitado de los mundiales de Budapest 2022 tras ganar el oro en los 50 mariposa, el relevo 4x100 libre y nadar las eliminatorias de los 100 libre sorprendió a todos los amantes del deporte y solo tuvimos el comunicado oficial del equipo estadounidense sin los motivos claros de esta decisión. A principios de este 2023 ha retomado los entrenamientos en el mismo grupo que Katy Ledecky y regresó a una competición en el Atlanta Classic.
Sin embargo, en los Trials de Indianápolis, competición que daba clasificación directa para Fukuoka, Dressel no pudo conseguir su objetivo en ninguna de las cuatro pruebas nadadas: fue tercero en los 50 mariposa, quinto en los 100, vigésimo segundo en los 50 libre y vigésimo noveno en los 100 libre. A pesar de estar muy lejos de sus marcas habituales, el nadador comentó a los medios de comunicación que estaba orgulloso de sus resultados, ya que durante el largo proceso de recuperación llegó a plantearse dejar la natación. "Había echado de menos el por qué me había enamorado de este deporte en un primer lugar a los 6 años. Todavía hay cosas con las que tengo que lidiar, pero ahora he vuelto a tener una sonrisa en la cara mientras compito. Hay una gran diferencia entre competir con miedo porque no quieres avergonzarte de ti mismo y realmente disfrutar de competir", declaró un Dressel más sincero que nunca.
La mariposa también se queda huérfana de otro de sus grandes dominadores de los últimos años. Kristof Milak, el vigente campeón olímpico del 200 mariposa y quien luchó mano a mano con el propio Dressel en los pasados JJOO por el oro en el 100, tampoco estará presente en los mundiales de Fukuoka. El húngaro anunció que no se encuentra con garantías para competir con los mejores del mundo ni a nivel físico ni mental y que necesita un tiempo para descansar de cara a los siguientes juegos. Además, espera que el público acepte que los deportistas necesitan tiempo para parar, recargar baterías y volver con más fuerza para encarar los siguientes desafíos.

Kristof siempre ha declarado ser muy autoexigente hasta el nivel de no disfrutar de sus victorias porque solo piensa en el tiempo que podría haber conseguido si hubiese ido más rápido. Posee el récord del mundo del 200 mariposa y, a pesar de haber rebajado 39 centésimas la plusmarca que él mismo poseía en Budapest 2022 (1:50.34), no salió contento ya que está convencido que no parará hasta bajar de 1:50.
La lucha contra la depresión siendo deportista
La presión que se infligen a ellos mismos y la obsesión por rebajar marcas son algunos de los mayores problemas que acechan la mente de cualquier nadador. Hecho que llega a convertirse en un trastorno. Este es el caso de Simone Manuel, la primera nadadora negra en proclamarse campeona olímpica, quien desde Tokio sufre 'síndrome de exceso de entrenamiento'. Las consecuencias más claras es el cansancio extremo que llega a derivar en depresión. La nadadora confesó que el cansancio físico y mental era tal que le agotaba hasta subir las escaleras que la conducían a la piscina. En este 2023 no ha llegado ni a participar en los trials. Poseedora de los récords de Estados de Unidos en 50 (23.97) y 100 libres (52.04) y considerada por muchos especialistas de la disciplina como una de las nadadoras con mejor técnica de la historia, la velocista no tuvo miedo a hablar abiertamente sobre salud mental en sus redes sociales.
Tampoco competirá en el país nipón otro de los plusmarquistas europeos por excelencia de la última década. Adam Peaty, uno de los bracistas más importantes de la historia que puede presumir de ser tres veces campeón olímpico y cosechar 8 oros en mundiales y 17 oros en europeos, también ha anunciado su ausencia en esta competición. Este año se retiró del Campeonato Británico de Natación por problemas de salud mental. En una entrevista con BBC Breakfast remarcó que se encontraba en una "espiral autodestructiva" debido a una depresión y problemas con el alcohol, sumado a su lucha con las lesiones, la falta de motivación y la ruptura de su relación con la madre de su hijo pequeño.
Además, le diagnosticaron trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH). Peaty declaró que tomó un descanso porque estaba en una búsqueda interminable de una medalla de oro o un récord mundial y miró hacia el futuro y vio que eso no le arreglaría ningún aspecto de su vida. Así que se tomó un tiempo para descubrir quién es realmente. "Como atletas, nuestros cerebros están conectados de manera un poco diferente, estamos constantemente persiguiendo una recompensa y trabajando extremadamente duro para conseguirla. Así que es lo mismo en tu vida y cómo llenas ese vacío, especialmente cuando estás lesionado o fuera de temporada, estás constantemente buscando un subidón o una recompensa y muchos atletas luchan con el alcohol". El bracista paró el cronómetro de su vida como deportista y comenzó a encontrar sus prioridades del presente para poder tener un buen futuro que, esperemos, sea haciéndonos disfrutar en las piscinas.