MOTOGP | GP DE LA SOLIDARIDAD

Bagnaia asume con una exquisita deportividad la mejor situación de su rival para ser campeón

El italiano mantiene un discurso calmado reconociendo que Martín lo tiene muy de cara, aunque se aferra a los posibles nervios.

Pecco Bagnaia, en Barcelona.  /EFE
Pecco Bagnaia, en Barcelona. EFE
Borja González

Borja González

Circuito de Barcelona-Cataluña-. Jorge Martín llegaba diez minutos antes a la rueda de prensa oficial de arranque del Gran Premio de la Solidaridad de Barcelona. Se sentaba en su sitio a esperar a su rival, a Pecco Bagnaia… y a la Torre de los Campeones, el trofeo que recibe el campeón del mundo de MotoGP, y que colocaban a toda prisa cinco minutos después de que él se sentase. Ante la escena, Martín ni cambiaba la cara. Poco después, aparecía Bagnaia, con tiempo, siempre puntual. El piloto español se levantaba, y le recibía con una cariñosa palmadita en el trasero. Minutos después, y terminada esta previa, los dos ex compañeros de Moto3 en el equipo de Jorge Martínez Aspar se abrazaban, con Martín diciéndole a Bagnaia 'In bocca al lupo', 'Buena suerte' en italiano.

"Creo que ambos nos merecemos el título por cómo hemos trabajado, pero en término de errores, tienes que ser más preciso, más regular, y él ha demostrado ser más regular que yo en cuanto a resultados", comentaba Bagnaia, con un razonamiento, el del título merecido por ambos, muy extendido en el paddock. "Está claro que he sido bueno, porque he ganado diez carreras los domingos y seis los sábados, así que en términos de resultados puros hemos hecho un muy buen trabajo. Pero ambos nos merecemos el título. Lo que quiero decir, aunque resulte extraño, es que si gana el título Jorge me alegraría, porque nos conocemos desde hace mucho tiempo, y estaría contento porque considero que se merece el título y sería fantástico".

Porque el discurso del italiano en estos momentos lo presiden dos conceptos: uno, que las matemáticas son claras, y que Martín lo tiene más que encarrilado. "No vamos a hacer absolutamente nada para poner en jaque el resultado del contrario, yo voy a dar el máximo en las dos carreras y luego lo que tenga que ser, será. Sé que el nivel que ahora mismo tenemos es suficiente para darle el título a Jorge. porque incluso aunque corte un poquito, es difícil que finalice fuera del podio. Esa es la realidad. No voy a tratar de generar nada, lo que ocurra, ocurrirá", apuntaba siempre con exquisita educación a pregunta de Relevo el bicampeón de 2022 y 2023. El segundo concepto, en cualquier caso, es el de intentar alentar cierto nerviosismo psicológico en su rival, un piloto que mantuvo el rictus inmutable (el de la tranquilidad) durante toda la comparecencia.

"Este circuito se me da muy bien, y en mayo fuimos muy competitivos, y tenemos que tomárnoslo como una cierta ventaja. Además, en la carrera de mayo acabamos primero y segundo, y el tercero lo hizo a once segundos, así que podemos mostrar otra vez que tenemos un gran nivel. Espero que alguien se cuele en la pelea y mi misión es ir a por la victoria, aunque Jorge puede ser inteligente y fino y pensar en alzarse con el título, si bien la presión puede jugar una baza determinante hasta el domingo". Esa presión que, en cierta manera, le atenazó a él mismo cuando tuvo que cerrar el primero de sus dos títulos en Valencia, en la última prueba de hace dos temporadas, porque el italiano ha tenido que esperar las dos veces al último gran premio.

En 2022 llegó con 23 puntos de ventaja sobre Fabio Quartararo, tras remontar 91 al francés, y aquel domingo en Cheste sólo fue capaz de terminar octavo, aunque tenía la situación muy de cara (necesitaba sumar un par de puntos). "Me siento mucho más libre ahora, tengo que ir al ciento por ciento y darlo todo, disfrutar y tratar de ganar. Hace tres años tenía mucho miedo y finalicé octavo, fue extraño. El año pasado intenté mantener la calma, y el sábado ocurrió lo que ocurrió con Jorge en la curva uno. Y, a partir de ahí, todo me resultó más fácil. Pero nunca sabes, porque no puedes escapar de la presión, y es difícil liderar así". De nuevo, un mensaje hacia Martín, tratando de explotar el único flanco débil que puede tener, el de los nervios.

En cualquier caso, este fin de semana se dirimirá una rivalidad al límite entre dos pilotos que están marcando los dos últimos años de la clase reina. "Creo que este tipo de situación recuerda al pasado cuando veíamos MotoGP, la rivalidad era la misma: Vale contra Gibernau, contra Stoner, contra Pedrosa, contra Lorenzo, Stoner y Pedrosa… Es algo que nos faltaba desde el 2015 o 2016, así que creo que es algo positivo y aporta más equilibrio en el campeonato, y a nivel de rendimiento. Es fantástico que sea así, y es una batalla justa, una relación justa con una rivalidad sana". Reflejada en los deseos que pidieron al final de la rueda de prensa el uno para el otro: Bagnaia, que Martín se case con su novia María si es campeón; el español, que el italiano le invite a su fiesta si al final no consigue el título. "Nos respetamos mucho", reconocía el líder de MotoGP.