Martín paga el no cumplir una máxima de MotoGP: 'Haz siempre lo que haga tu máximo rival'
El madrileño erró en su estrategia en carrera lo que le hizo salir de Misano con menos ventaja de la que tenía al llegar.
Circuito de Misano (Italia)-. En el box de Jorge Martín preferían tomarse lo sucedido con cierta filosofía. Es cierto que las caras eran de incredulidad, porque la decisión de su piloto de entrar a cambiar de moto había dado un giro de 180 grados al panorama del gran premio. El sábado había ganado el sprint, y el domingo había completado muy bien los primeros pasos, esta vez sin la ayuda de los problemas en salida de Pecco Bagnaia, pero sí que interpretando muy bien las primeras curvas para colocarse a rueda de su máximo rival. Porque sentían que tanto su pupilo como el italiano tenían un punto más que el resto, y que la pelea debía ser la de ver quién iba a ser primero y quién segundo.
De hecho, los dos tenían claro que con los neumáticos medios podían tener algo más al final de la carrera, y que si no había fallos en el arranque esto les podía dar una ventaja. Pero Martín interpretó mal la lluvia. Terminada la carrera de Moto2 comenzó la tensión en los boxes acerca de si iba a llover o no, más una vez se comprobó que las previsiones que hablaban de que iba a caer agua a partir de la una de la tarde no se estaban cumpliendo. Ese nerviosismo se trasladó a la parrilla, y con esa sensación comenzó todo, hasta que pasados unos cinco giros empezó a caer agua con más fuerza, esto en una carrera para la que se había sacado la bandera blanca que permitía pasar por los garajes a hacer el cambio de moto.
Y el momento determinante del fin de semana llegó cuando faltaban 21 vueltas para la conclusión (de un total de 27), cuando Martín tomó la decisión de entrar a cambiar de moto. "Es que en ese momento empezó a llover con más intensidad, y parecía que iba a ir a más. Ahora es fácil opinar qué es lo que había que hacer, pero si llega a acertar se le consideraría un genio, así que ahora no es justo exagerar la crítica", nos comentaban desde Prima Pramac. "He tomado una decisión en carrera que está claro que no ha sido la correcta", reconocía el madrileño, transmitiendo mucha tranquilidad, pero sin esconder que el error fue suyo. "Hay que aprender de esto. Igualmente, he dado el máximo y me he llevado un punto. Esperemos llevarnos más en la próxima".
Porque el fallo es del piloto, no es el equipo el que marca la estrategia en esos momentos. Simplemente se informa de que la moto está lista y es el que está subido a ella el que tiene que ver qué es lo que se debe hacer. Aunque hay una premisa que siempre se utiliza cuando la situación es como la de este domingo, la de dos pilotos que se están jugando algo tan importante como un título, y encima más cuando el perseguidor es el que está delante en la prueba, y el perseguido detrás. Bagnaia comandaba la carrera, Martín iba a su rueda, así que el canon dice que el español simplemente debía hacer lo mismo que el italiano.
"Esto él lo sabe", comentaban a Relevo desde su escudería. "Es más, lo hizo el año pasado en Japón y le salió muy bien. Pero ha entendido que lo mejor era hacer lo que hizo, y ya está. No podemos lamentarnos, porque la velocidad la sigue teniendo. Es verdad que podríamos haber salido reforzados de este fin de semana, con más ventaja que la que teníamos al llegar, pero por lo menos mantiene el liderato por siete puntos", añadían. "Tienes toda la razón", reconocía Martín ante la prensa española cuando se le apuntaba esta máxima que había decidido no seguir esta vez.
"Tenía que haber tenido más claro eso. He hecho más la estrategia pensando en ganar la carrera, pero tendría que haber hecho lo que hace mi primer rival, que es Pecco. Ya sé eso, lo he aceptado y no sirve de nada seguir dándole vueltas. A raíz de ahí he intentado hacer una buena carrera. Estaba detrás de un grupo que no tenía claro si les podía adelantar; creo que no, porque habría sido una bandera negra. Entonces, he tenido que esperarme ahí hasta el final y no he podido rodar más rápido por eso". Martín sumó un único punto, y aprendió una lección que se suponía que tenía clara y que, en cualquier caso, tuvo un coste alto en clave campeonato.
"Es lo que hablábamos ayer. Un día estás a más 26, otro a más 7 y otro a menos 12. Lo importante es estar siempre en la pelea y mejorar de los errores. Ese es mi objetivo, mejorar, aprender, y hoy es un día de mucho aprendizaje. Me llevo eso para casa. Soy optimista, confío en mí, soy rápido y no tengo dudas de que estaré en la pelea hasta el final". Algo en lo que también confían ciegamente en su equipo, aunque tenían muy claro que las cosas habían salido mal, también en el segundo cambio de moto, cuando Martín entró antes de tiempo y los mecánicos acababan de ajustarla y sacarla al pasillo de los garajes. Un último incidente que dejó la gráfica imagen de desesperación del líder de MotoGP, ya bajado de su moto de lluvia y esperando a poder subir de nuevo a la de seco, siendo consciente de que había tirado su carrera a la basura.