Marc Márquez: "A nivel mental, es el momento más duro de mi carrera deportiva"
El del Repsol Honda termina decimoséptimo en el sprint de Assen, en una sufrida prueba en la que prefirió no arriesgar.
Circuito de Assen (Países Bajos).- "A nivel mental es el momento más duro de mi carrera deportiva, apartando la lesión". A Marc Márquez se le empieza a juntar todo, incluso vive cosas que nunca había vivido antes. El piloto español tenía acostumbrado al mundo del motociclismo a protagonizar milagros, a hacer salvadas increíbles, a superar los límites de su moto.Pero ahora las cosas no le salen, en ningún sentido. "Llueve sobre mojado", decía sobre su decimocuarta caída en los pocos grandes premios que ha disputado este año, cuatro completos, y este de los Países Bajos que aún no ha terminado.
"Sin buscar riesgos ni nada, ha pasado", apuntaba sobre el momento en el que se comió la moto de Enea Bastianini. Los dos estaban parados en la pista, buscando alguna rueda a la que agarrarse; el italiano no estaba pendiente de lo que venía por detrás, y Márquez de lo que tenía por delante. Y, ¡pum!, impacto entre las dos motos y el español otra vez por los suelos. "He hecho mil veces esa acción y esta vez tenía que pasar, pero he seguido mi rutina, que era ir al motorhome, comer y prepararme para el sprint". Todo para no pensar más de la cuenta, ni dar vueltas a su situación.
Porque hay un factor más: que Márquez no está acostumbrado a tener la peor moto de MotoGP, algo que a veces se olvida. Aterrizó en la clase reina dentro de la mejor estructura de la categoría, el equipo más laureado, el Repsol Honda, cubriendo el sitio del prematuramente retirado Casey Stoner, con Dani Pedrosa a su lado. Es cierto que muchas veces la Honda no fue la moto más competitiva, pero como mucho estaba por detrás de las Yamaha oficiales, en parrillas en las que había mucha menos igualdad que en las de ahora. Ahora, claro, es la peor, un 'trono' que se juega con Yamaha, la marca con la que no hace tanto (Pedrosa/Márquez vs Lorenzo/Rossi) se repartían todos los podios.
"El piloto es el primero que tiene que ser honesto y les he dicho que la moto tendrá unas carencias, pero es que yo tampoco estoy listo este fin de semana y que no estoy pilotando al máximo de rendimiento ni de la moto ni mío, porque estoy lesionado", explicaba sobre el trabajo que ha decidido hacer en estos días. "Les he dicho que cuidado con los datos de este fin de semana, porque no estoy pilotando como se debe pilotar una MotoGP, porque no puedo. Les digo que hago unos sectores y otros que los olviden, y es así como intentan sacar algo en claro y analizar".
Y es que la carrera de Márquez fue de perfil muy bajo. Una buena salida, para después entender que no era el momento de excentricidades, "abrir puertas", como él mismo decía, y luego quedarse en un grupito en el que rodar cómodo. Para terminar en el puesto 17. Un dato para entender cómo fue su carrera: hacía su mejor vuelta en la 10, con un 1'33.470 de tiempo, mientras que Pecco Bagnaia (que terminó segundo) ese mismo giro lo hizo en 1'32.425. Una diferencia enorme. "Si es verdad que, si ahora tuviese dos carreras más seguidas, esta me la saltaría, pero al haber ésta y luego un mes y medio de parón me viene bien estar aquí, dar vueltas y seguir acumulando kilómetros".
Un modo de enfocar las cosas que también busca poder ayudar al equipo y a los ingenieros a reunir información para ver si obran un milagro que nadie espera. De hecho, ni siquiera se esperan grandes novedades tras el parón veraniego. Porque sólo tenemos que echar un año la vista atrás: Pol Espargaró, compañero de Márquez en 2021 y 2022, mostró su sorpresa el año pasado, con el 93 ausente, cuando volvió de otro largo periodo de vacaciones y se encontró que Honda no había traído nada nuevo. Un aspecto que no ayuda a aminorar la carga de frustración de los pilotos, en una situación a la que Márquez no está muy habituado, después de todo lo que se ha perdido por culpa de las lesiones desde el inicio de 2020.
"Repito que, en los momentos difíciles, no tiras de motivación sino de fuerza de voluntad, sacrificio, constancia, rutina... Y ahora a volver a casa y a trabajar en la recuperación, desconectar unos días, que también me vendrá bien, preparar la segunda parte de la temporada físicamente e intentar llegar a Silverstone como llegué a Portimao y a Mugello, al máximo físicamente para rendir a mi máximo y sacar el máximo de cualquier situación y en cualquier circuito". Aunque antes le quedará una última carrera, la de este domingo, con la moral baja y el cuerpo muy tocado.