MOTOGP | GP DE AUSTRIA

Marc Márquez: media hora de caos y otra media de espectáculo

El '93' tuvo varios problemas antes y en el inicio de la carrera de MotoGP, aunque luego se sobrepuso recuperando 9 posiciones.

Marc Márquez, en la salida del GP de Austria en la que se tocó con Morbidelli./MOTOGP
Marc Márquez, en la salida del GP de Austria en la que se tocó con Morbidelli. MOTOGP
Borja González

Borja González

Red Bull Ring (Austria)-. Marc Márquez se encamina hacia su box. Es domingo, y la salida a pista se abre veinticinco minutos antes de las dos de la tarde. El 93 llega embutido en su mono, con la gorra puesta, cruza la puerta y enfila el pasillo que le lleva hasta su silla… hasta que se da un susto al ver cómo se le cruza a toda prisa su mecánico de confianza, Javi Ortiz, llevando en sus manos la rueda delantera de su Ducati. "No sé si se ha visto en la televisión que venían los mecánicos corriendo, porque justo cuando iban a montar el neumático han mirado la presión y se ha roto la válvula, y han tenido que ir rápido a Michelin para cambiar el neumático de una llanta a otra, perdiendo la temperatura del neumático".

Porque, como se puede ver en cada prueba de este MotoGP, la temperatura del neumático delantero es crucial, y para que esté en su punto ideal requiere de un proceso que vigila el proveedor único. Este contratiempo fue el inicio de medio hora caótica para Márquez, la que fue desde este encontronazo con su mecánico, hasta el momento de la primera vuelta, en la primera curva, en la que se fue largo tras un contacto con Franco Morbidelli. "En la parrilla mi equipo ya me ha dicho que vigilara en la vuelta de formación, 'ponlo en temperatura', y ya entonces estaba más concentrado en poner temperatura en el neumático que en todo lo demás que tenía que hacer en ese momento, y no he enganchado bien el 'front device'".

O sea, el dispositivo delantero de salida, ese que baja la moto (hay otro atrás) para que quede lo más pegada posible al suelo para aprovechar el momento de la arrancada. Márquez toqueteaba la Ducati intentando ajustarla, pero no conseguía resolver su problema, así que esa salida fue horrible, para perder todo lo que había conseguido al clasificarse tercero en el entrenamiento oficial. El resto de pilotos empezaban a sobrepasarle, en uno de los momentos más peligrosos de una carrera de MotoGP. Y uno de ellos, Morbidelli, impactó contra él, y juntos terminaron yéndose largos en la curva 1. Del tercer puesto de la parrilla, el piloto español caía hasta el decimotercero, lo que culminaba esa media hora caótica.

"Claro, fallo mío, pero todo viene como consecuencia de: caos, calienta bien el neumático de delante, mete el front device… No lo he metido bien, fallo mío, y luego la suerte no ha acompañado en la primera curva. Me he salido y he pensado 'vamos a ver cuántas posiciones perdemos'. Debía venir Morbidelli muy rápido por detrás y es normal, a alguien le toca, y hemos sido nosotros dos esta vez. Y, a partir de ahí, cuando me he visto decimotercero, hemos empezado a remontar con paciencia, sin cometer errores y al menos me lo he pasado bien con algunos adelantamientos". Porque en una carrera un tanto monótona, de no fallar y con Pecco Bagnaia imponiendo por delante un ritmo frenético desde la perfección de su pilotaje, fue Márquez el que, una vez más, puso el espectáculo con su remontada hasta el cuarto puesto.

Fabio Quartararo, Pedro Acosta, Pol Espargaró, Alex Márquez, Maverick Viñales, Aleix Espargaró, Jack Miller, Marco Bezzecchi y Brad Binder, hasta llegar a un punto en el que poco más podía hacer, cuarto, a algo más de ocho segundos del tercero, Enea Bastianini (al que recortó después un par de segundos). "Cuando estoy tan concentrado no me acuerdo de todo lo que ha pasado, y si me preguntas dónde he adelantado, no lo sé. Pero quizás uno de los que más me ha costado ha sido con Bezzecchi, que he estado unas vueltas detrás de él y al final creo que le he adelantado en la curva dos. ¿No ha sido así? Ha sido el que más me ha costado, porque el neumático delantero se me había calentado mucho adelantando a Miller y no podía frenar donde quería".

Esto dejó la duda de ver hasta dónde podría haber llegado, después de la pifia del sábado cuando era segundo tras Bagnaia, aunque Márquez tenía claro que este domingo su sitio estaba en el podio. "No me atrevo a decirlo, porque sí, al final de carrera iba más rápido, pero al principio iba más lento, quizás ellos han utilizado más neumático al principio que al final... ¿Que hubiera estado en el podio? Sí. Y ayer lo dije, que tenía un podio fácil y hoy tenía otro que era muy factible. Pero no ha podido ser. Un cuarto no me hace irme satisfecho, porque en todos los puntos importantes del fin de semana hemos fallado, pero por ejemplo en Montmeló fue un fin de semana muy raro con sensaciones malas y acabe segundo y segundo y dices: '¡Qué fin de semana'. Pero, para mí, ha sido más importante este, donde he sido competitivo en todos los entrenamientos y en todas las carreras".