MOTOGP | GP DE MALASIA

Jorge Martín: "Queda el último sprint, queda lo más difícil"

El madrileño aprovecha el GP de Malasia para reforzar su liderato y llegar con 24 puntos a la última cita de la temporada.

Martín, contento tras us segundo puesto en Malasia./AFP
Martín, contento tras us segundo puesto en Malasia. AFP
Borja González

Borja González

Circuito de Sepang (Malasia)-. Susana Almoguera, madre de Jorge Martín, era incapaz de disimular los nervios a algo menos de una hora de que comenzase la carrera del Gran Premio de Malasia. Era consciente de que podía estar en la antesala del gran día de la carrera deportiva de su hijo, aunque también confesaba a Relevo lo que sobre todo ocupaba su mente. "Que cruce la meta, que haga su carrera, y que termine bien". Y Martín cumplió los 'deseos' de su madre, aunque lo hizo con un arranque de prueba en el que hizo que los corazones de todos los miembros de su equipo y de su entorno se acelerasen, con tres primeras vueltas deliciosas de cuerpo a cuerpo frente a Pecco Bagnaia.

Terminada la carrera, disputada en unas condiciones durísimas de temperatura, el piloto madrileño aparecía por la sala de prensa con el mismo semblante que ha ido mostrando a lo largo de todo este largo año, transmitiendo la misma paz de siempre, aunque con un mensaje en el que ya sí que refleja que esta aventura está a punto de terminar, y que tiene en sus manos que sea de la mejor manera posible. La misma tranquilidad que transmitía su entorno, los que trabajan con él, y los que comparten los momentos más privados, sus padres, su hermano y su novia. Todos permitían entender que el segundo puesto de Sepang, sumado a lo ocurrido el sábado, es un saldo que habrían firmado antes de llegar a Malasia.

"Es un orgullo llegar a este punto del campeonato peleando por el título", nos confesaba a los medios escritos desplazados hasta la cita asiática. "Es un orgullo tener un rival como Pecco, porque esto me hace a mí mejor. Que Pecco esté a su máximo nivel y poder pelear con él y poder llevarle al límite hace que el campeonato que estamos haciendo tenga más valor. Y está claro que es difícil llevarlo a la última prueba. Puede pasar de todo, pero llego confiado, creyendo en que podemos conseguirlo. No es sólo por mí, es por mi entorno, por toda la gente que me rodea, por mi equipo, quiero conseguirlo por ellos, quiero que lo puedan disfrutar, y esto es lo que a mí me llena y me emociona".

Porque la pelea extrema se ha resumido en estos dos días de competición: con los dos reventando el récord del circuito en la lucha por la pole el sábado, un capítulo favorable para Bagnaia; con el sprint, ganado por Martín y con ese error del italiano empujado por cómo apretaba el que terminó ganando; y por el combate de las tres primeras vueltas de la carrera, un asalto que cayó del lado del que había fallado el sábado. "Yo lo digo siempre: es un privilegio llegar a estas alturas con un doble campeón consecutivo, que creo que lo han sido muy pocos en MotoGP, Valentino y Márquez… El año pasado pasaron equis cosas, yo tampoco estaba preparado para ganar. Podría haber ganado, sí, pero no estaba preparado a nivel mental. Ahora lo estoy disfrutando. Hoy he disfrutado de la carrera, he disfrutado de la pelea. Sabía que íbamos al límite, pero estaba gozando, y esto es lo importante".

Sepang ha puesto fin a un duro e intenso triplete y, en el caso de Martín, a casi dos meses de viaje fuera de casa, porque de allí salió antes del Gran Premio de la Emilia-Romaña que arrancó el 19 de septiembre, y a allí no regresará hasta este lunes. "Tengo ganas de volver a casa, llevo dos meses fuera y quiero volver con mi gente y coger energía, porque se me ha hecho duro, esta última semana se me ha hecho dura a nivel mental. Pero ya lo tenemos. Queda el último sprint, queda lo más difícil. Cuanto más te acercas al final, más difícil se vuelve todo, más mental, así que me prepararé bien, me entrenaré bien, y me prepararé la carrera". La de Montmeló, el inesperado invitado a la cita final de una temporada en la que Martín está basando su éxito en la solidez, porque Bagnaia ha sido capaz de ganar en 10 de los 19 domingos del año.

"Le ayudaría a ganar la once si hace falta, con tal de que yo me quede a rueda. Lo importante es el objetivo final. Él está en otro momento. Lleva seis años en MotoGP, él está en un equipo oficial, lo tiene todo, todo el entorno preparado para ganar, y yo tengo un equipo de doce personas, que peleamos contra el mundo casi, y creo que lo que estamos logrando, siete sprints, tres victorias, y 29 o 30 podios… No puedo pedir más". Bueno, el título de campeón del mundo de MotoGP, que llegará de una manera extraña por cómo ha afectado anímicamente al Mundial las consecuencias de la DANA con epicentro en la provincia de Valencia. "Para mí ahora mismo es muy difícil llenar el vacío que hay en España, en Valencia, por todo lo que ha pasado, pero creo que tener la ilusión de poder llevar este título a España puede llenar algo de ese vacío", terminaba Martín su charla.