La doble emoción de Aleix Espargaró: despedida de ensueño y título para su 'hermano' pequeño
El de Aprilia disputa su última carrera y ejerce de guardaespaldas de su amigo Jorge Martín en el camino hacia el título de MotoGP.
Circuito de Barcelona-Cataluña-. "No he visto la carrera, pero sé que Aleix es gran parte de esta victoria. No sólo hoy, desde que yo era un niño, cuando me ayudaba a ir a entrenar cuando yo no tenía moto para entrenar. Y hoy me daba mucha tranquilidad ver ese '41' en la pizarra, ver ese '41' a 0.3, 0.4. No te voy a engañar, sabía que tenía un aliado. Prefiero ver un '41' que un '23' (NdR: el número de Enea Bastianini). Vamos, esto lo tengo clarísimo. Y Aleix se merece este título, y es parte de mi equipo, así que le estaré siempre agradecido". Jorge Martín y Aleix Espargaró vivieron un día muy emotivo. El primero por el título cerrado, el segundo por poner fin a su larga trayectoria como piloto oficial del Mundial, cosas del destino, en casa.
Pero la emotividad de Espargaró fue doble por esa corona del que considera como su hermano pequeño, al que escoltó durante la carrera, y con el que se abrazó nada más cruzar la meta. "Cuando he cruzado la línea de meta ha sido un mix de emociones, por mi última carrera, por todo el esfuerzo que había hecho durante toda la carrera. No podía parar de llorar y cuando se ha parado a mi lado me ha dicho: 'Lo hemos conseguido, es tuyo también', y la verdad es que ha sido muy bonito. Se lo agradezco mucho. Hemos crecido juntos, él ha crecido conmigo y verle Campeón del Mundo y que me haga partícipe, aunque sea un 0,1%, me pone muy contento", nos reconocía en la última charla con nosotros antes de pasar a su nuevo rol de piloto de pruebas de Honda, una experiencia que arrancará este martes.
"Desde fuera todo el fin de semana daba la sensación, que es lógica y entendible, de que todos los pilotos de Ducati iban a una para retener ese título en casa, es lo lógico y normal", explicaba sobre la estrategia de ayudar a su amigo. "Jorge estaba solo ante el peligro, sólo estaba yo para echarle un cable. Lo intenté en el clasificatorio todo lo que pude y hoy en carrera sabía que tenía que estar concentradísimo. He salido a tope y una vez he estado detrás de él he visto que Enea y Álex (Márquez) iban a tope a por él y he dicho: 'No, no, esta vez de aquí no pasa nadie'. He protegido todo lo que he podido. Nunca en mi vida había frenado tan tarde en la curva 1. Ha sido impresionante, toda la carrera a un nivel de tensión enorme".
Y esa tensión se le bajó de golpe nada más terminar la prueba. "Cuando he cruzado la línea de meta he explotado porque ha sido un fin de semana impresionante. Lo que resume el fin de semana es que me siento una persona muy afortunada, con mucha suerte, porque vivir lo que he vivido estos días después de 20 años, poderme despedir en casa con mis amigos, mi familia. Todo lo que ha hecho Aprilia por mí en este gran premio, casi conseguir la pole, estar cerca de los dos podios con 35 años, con la Aprilia… Jorge ha podido ganar el Mundial y he podido echar una mano. No sé por qué tengo tanta suerte, pero estoy muy agradecido". Un guion, el de Montmeló, que definió como increíble, para el adiós de un piloto con una carrera singular.
"Ha sido brutal. Lo que está claro es que me he dejado la piel por este deporte. Lo he dado todo, me he vaciado, y eso es lo que más orgulloso me hace. Los últimos ocho años en Aprilia han sido increíbles. Mi felicidad radica en que la gente a la que quiero sea feliz. Eso es lo que me hace feliz a mí mismo, y el haber construido lo que he construido en Aprilia, el aura que he dejado ahora es algo que para mí es muy importante. Por ejemplo, una de las personas más importantes en electrónica de Aprilia me escribió una carta este fin de semana y me dijo que todas las victorias de los últimos tres años han estado muy bien, pero que las victorias las conseguimos los tres primeros años, cuando nadie creía, cuando la gente se iba de Aprilia y yo les animaba, les hacía sonreír. Les ha quedado eso grabado en vez de las victorias de estos últimos tres años. Eso es algo que me enorgullece mucho".
Y en eso que ha dejado para el motociclismo está también el haber cuidado de Jorge Martín, el haber guiado los inicios de su carrera metiéndose en su box a ayudarle, el haberle cedido motos para entrenar, el haberle apadrinado cuando se fue a vivir solo a Andorra, el haber seguido a su lado en su crecimiento en MotoGP hasta llegar a ganar el título. "Aquí tenemos que juzgar a cada uno por el rendimiento deportivo y el mío no ha sido súper, pero sí que es cierto que yo creo que voy a servir de espejo o de ejemplo para los más jóvenes. No todo es el talento: el trabajo, la disciplina, el creer en uno mismo creo que es muy, muy importante. Estoy superorgulloso. En toda mi carrera deportiva me he enfrentado a pilotos con mucho más talento que yo y he sido capaz de batirles, por eso que me voy increíblemente contento de lo que he conseguido", se despedía Espargaró de este ciclo de su vida.